Síguenos en nuestro canal de WhatsApp💔 El desamor es una de las experiencias más dolorosas que podemos vivir.
Nos hace sentir que hemos perdido una parte de nosotros mismos, que no somos suficientes, que no tenemos futuro.
Nos deja vacíos, tristes y confundidos. Pero el desamor también puede ser una oportunidad para crecer y transformarnos.
A través del dolor, podemos descubrir aspectos de nuestra personalidad, de nuestras necesidades, de nuestros valores, que quizás habíamos ignorado o reprimido.
Podemos aprender a aceptarnos, a perdonarnos, a amarnos más.
Así, el desamor puede ser el inicio de un viaje hacia nuestro interior, hacia nuestra esencia, hacia nuestra luz.
Un viaje que nos permitirá conectar con nuestra alma, con nuestra sabiduría, con nuestra paz.
Un viaje que nos abrirá las puertas a nuevas posibilidades, a nuevos sueños, a nuevos amores. A continuación, te explicamos cómo:
Evaluar el daño.
A veces, necesitaremos pasar de ser una persona que está perdida y rota a ser el observador que inspecciona los restos. Cuando hayamos superado nuestro dolor o cuando decidamos que ya no podemos vivir con el corazón roto, tendremos que saber dónde estamos para empezar a reconstruir nuestra vida.
Tenemos que aceptar la pérdida y ver dónde estamos a nivel emocional, espiritual, psicológico, mental y financiero. Cuando nos detenemos y miramos a nuestro alrededor, reflexionando y reconociendo a dónde nos ha llevado este desamor, es un comienzo. Podemos abrir nuestro corazón a las personas que nos quieren y nos apoyan, a las experiencias que nos hacen crecer y a las oportunidades que nos hacen felices
Dejar que entre el amor.
Nuestro amor por una persona nos hizo pedazos. Nos duele el corazón y nada parece que vaya a encajar de nuevo. Aunque ahora nuestro corazón esté destrozado, debemos saber que también hay espacio para que entre la luz, que ya está dentro de nosotros pero está oculta y apagada. Cuidémonos mejor, vayamos más despacio, demos largos paseos, meditemos y encontremos un espacio para respirar.
Incluso parece lejana, y la hemos olvidado por completo. Sin embargo, una cosa buena es que podemos acceder a esa luz si cultivamos el amor a nosotros mismos. Todavía hay amor dentro de nosotros, que podemos liberar, recuperar y liberar.
No es el amor a otra persona o a otra cosa. Para cultivar este amor, tenemos que cuidarnos mejor, ir más despacio, dar largos paseos, meditar y encontrar un espacio para respirar.
Sentarnos con nuestra alma.
Durante las relaciones, casi nunca conectamos con nuestra alma. Estamos demasiado ocupados con muchas otras cosas sin importancia. Nuestra alma es en realidad un espacio sagrado interno que todo lo sabe y que contiene nuestra verdad más elevada, y nuestro espacio más sagrado.
El alma es nuestra verdadera naturaleza, claridad y esencia. Podemos llegar a nuestra alma si paseamos por la naturaleza, meditamos, rezamos con los ojos cerrados, etcétera. Tenemos que conectar cada día con el espacio sabio, tranquilo, expansivo y omnisciente que representa nuestra alma.
Dejemos que nuestra alma nos guíe.
Tenemos que vivir nuestra vida con la ayuda de nuestra fuerza interior, que procede de nuestra alma. Tenemos que escuchar atentamente las órdenes de la voz de nuestra alma. También tenemos que escuchar la voz del ego e incluso reconocerla.
También debemos darle las gracias por haber cuidado de nosotros, y luego debemos dejar que se libere de las obligaciones que tenía. Prometernos a nosotros mismos que viviremos nuestra vida desde el estado de conciencia, paz y compasión centrado en el alma.
Debemos abrazar nuestra alma, y sentirla, y dejar que sea nuestra guía.
Por Alma Consciente
👍 COMPARTE lo positivo {+} en tu red social favorita 💡 ¡Asegúrate de guardarlo en tu tablero de Pinterest! Aprende a expandir tu consciencia y observar los cambios positivos en tu vida! Si llegaste hasta aquí, muchas gracias por leernos.
Únete a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas publicaciones...
⚠️Aviso Importante: ⚠️ Este contenido se proporciona solo con fines informativos y educativos. No debe interpretarse ni usarse como sustituto del diagnóstico, consejo o tratamiento profesional. Si tienes preocupaciones o dudas, consulta siempre a un especialista de confianza.