Síguenos en nuestro canal de WhatsApp¿Has conocido alguna vez a una persona con la que has resonado casi a primera vista, parecía tan simpática y agradable al principio?
Su sola presencia te hacía sentir más seguro de ti mismo y despertaba toda una serie de sentimientos brillantes.
Pero pronto empezaste a sospechar que algo iba mal.
Que tras una máscara agradable escondía otras intenciones.
En otras palabras, te diste cuenta de que esa persona no es en absoluto lo que te parecía al principio.
Por desgracia, esto ocurre muy a menudo. Como dijo una vez William Shakespeare, "puedes sonreír y ser un villano". Nuestro mundo está lleno de personas que parecen muy agradables por fuera, pero que en realidad son falsas hasta la médula. Son como una maleta de doble fondo.
Estas personas son expertas en ocultar a los demás sus verdaderas aspiraciones negativas. A menudo lleva mucho tiempo llegar al fondo de su verdadera personalidad, pero una vez que lo haces, quieres alejarte de ellos tanto como sea posible.
Por suerte, hay señales claras que te permiten establecer la línea divisoria entre las personas sinceras y las falsas. Estos son sólo algunos de ellos:
Estas personas son expertas en ocultar a los demás sus verdaderas aspiraciones negativas. A menudo lleva mucho tiempo llegar al fondo de su verdadera personalidad, pero una vez que lo haces, quieres alejarte de ellos tanto como sea posible.
Por suerte, hay señales claras que te permiten establecer la línea divisoria entre las personas sinceras y las falsas. Estos son sólo algunos de ellos:
1. Una persona auténtica te mira como a un igual. La falsa siempre te mira por encima del hombro.
Una persona auténtica siempre se preocupará y ocupará de los miembros de toda su familia y de sus seres queridos. Nunca humillará a sus familiares y amigos ni los pondrá en una situación negativa. Nunca.
En cambio, si la amabilidad y la lealtad de una persona son sólo una pantalla, esa persona suele calumniar a sus amigos a sus espaldas. Para parecer mejores, las personas falsas exageran los errores y/o defectos, lo que indica una inseguridad profunda y muy fuerte.
2. Una persona real hace tranquilamente su trabajo. La falsa monta un escándalo.
Las personas reales siempre hacen lo que quieren, y si no perjudican a los demás, no les importa cómo perciben sus acciones los demás.
Las personas falsas son vanidosas, y si hacen algo, es sólo con la intención de impresionar a alguien.
Las personas falsas son vanidosas, y si hacen algo, es sólo con la intención de impresionar a alguien.
3. Una persona real te lo dice todo a la cara. La falsa difunde rumores a tus espaldas.
Las personas de verdad son directas, y si piensan algo de ti, te lo dirán a la cara. Recuerda siempre que si a alguien le gusta contarte los últimos chismes sobre otra persona, lo más probable es que esté hablando de ti.
4. Una persona auténtica es modesta. Una falsa le gusta presumir.
Las personas auténticas no sienten un fuerte deseo de demostrar su importancia a los demás, por lo que rara vez hablan primero de sí mismas y de sus logros.
A las personas falsas, que muestran el lado artificial de su personalidad al mundo exterior, les gusta presumir de sus logros (y no necesariamente de los reales).
A las personas falsas, que muestran el lado artificial de su personalidad al mundo exterior, les gusta presumir de sus logros (y no necesariamente de los reales).
5. Las personas reales están realmente interesadas en lo que hacen. Las falsas están dispuestas a hacer cualquier cosa por el reconocimiento.
La gente auténtica no sueña con ganar fama a cualquier precio. Les gusta lo que hacen. Si además les da fama, es un buen extra.
La gente falsa vive para la fama y el reconocimiento, y está dispuesta a hacer lo que sea para conseguirlo.
La gente falsa vive para la fama y el reconocimiento, y está dispuesta a hacer lo que sea para conseguirlo.
6. La gente sincera prefiere las acciones a las palabras altisonantes. La falsa hace lo contrario.
La gente sincera cree que sólo se puede conseguir algo trabajando duro para ello, y por eso sus acciones siempre hablan mucho más alto que las palabras.
Las personas falsas, en cambio, rara vez son capaces de esforzarse de verdad, pero pueden pasarse horas cantando como un ruiseñor para crear una impresión agradable.
Las personas falsas, en cambio, rara vez son capaces de esforzarse de verdad, pero pueden pasarse horas cantando como un ruiseñor para crear una impresión agradable.
7. Las personas reales son honestas. Las falsas mienten incluso cuando no tienen por qué hacerlo.
A la gente auténtica no le gusta mentir: sus críticas, cumplidos y opiniones son siempre sinceros. Las personas con una personalidad falsa, en cambio, inundan a aquellos cuya confianza quieren ganarse con auténticos torrentes de halagos dulzones.
8. La gente auténtica te apoyará. La falsa te abandonará a la primera oportunidad.
La gente de verdad siempre da a sus amigos todo el apoyo que puede cuando lo necesitan.
La gente falsa no se comporta así. Sólo te ayudarán si pueden sacar algo de ello, y te abandonarán al primer indicio de peligro.
Por Sandra V.
La gente falsa no se comporta así. Sólo te ayudarán si pueden sacar algo de ello, y te abandonarán al primer indicio de peligro.
Por Sandra V.
⚠️Aviso Importante: ⚠️ Este contenido se proporciona solo con fines informativos y educativos. No debe interpretarse ni usarse como sustituto del diagnóstico, consejo o tratamiento profesional. Si tienes preocupaciones o dudas, consulta siempre a un especialista de confianza.