El sentimiento de gratitud es tan poderoso que puede provocar cambios rápidos y fantásticos en nuestras vidas.
¿Qué es la gratitud?
Es uno de los sentimientos más puros y positivos que podemos tener.
Ser agradecido es un regalo de quien reconoce una acción o un beneficio recibido.
Por ejemplo, podemos empezar agradeciendo la vida, el aire, la buena energía. Este sentimiento de gratitud comparte buenas energías y emociones.
La gratitud es la forma más generosa y sencilla de devolver.
La gratitud siempre surge cuando nos sorprenden situaciones o cosas agradables. Ello puede deberse a una persona, una planta o un animal.
Lo importante es dar siempre las gracias por la felicidad proporcionada, y la mejor forma de hacerlo es con la palabra gratitud, que va acompañada de amor, verdad, afecto, bondad y paz.
Lo importante es dar siempre las gracias por la felicidad proporcionada, y la mejor forma de hacerlo es con la palabra gratitud, que va acompañada de amor, verdad, afecto, bondad y paz.
La ciencia de la gratitud. ¿Cómo modifica la gratitud el cerebro?
Cuando el cerebro siente gratitud, las partes del cerebro que se activan incluyen el córtex prefrontal medial ventral y dorsal. Estas áreas están implicadas en los sentimientos de recompensa (la recompensa cuando se elimina el estrés), la moralidad, los vínculos interpersonales y las interacciones sociales positivas, y la capacidad de comprender lo que otras personas piensan o sienten.
La gratitud también tiene la capacidad de aumentar importantes sustancias neuroquímicas. Cuando el pensamiento pasa de negativo a positivo, se produce una oleada de sustancias químicas que nos hacen sentir bien, como la dopamina, la serotonina y la oxitocina. Todas ellas contribuyen a los sentimientos de cercanía, conexión y felicidad que acompañan a la gratitud.
Pero la clave es la constancia.
La gratitud se construye sobre sí misma. Sabemos que el cerebro cambia con la experiencia, así que cuanto más se practica la gratitud, más aprende el cerebro a sintonizar con las cosas positivas del mundo. Esto no suele ser algo natural. Los seres humanos tenemos un sesgo negativo, lo que significa que estamos programados para detectar amenazas en el entorno. Esto es bueno -nos ha mantenido vivos desde el principio-, pero además de estar vivos también queremos ser felices. Cuando nos centramos demasiado en lo negativo, la gratitud puede ser una forma de fomentar un enfoque más positivo y enseñar al cerebro a dedicar más tiempo a las cosas que nos hacen sentir bien y menos a las que nos hacen daño.
Con el cerebro preparado para notar lo negativo, no sólo tenemos que enseñarle a sintonizar con lo positivo, sino también a mantener esas cosas positivas el tiempo suficiente para que surtan efecto. Nuestra posición por defecto es dejar que lo bueno nos resbale con bastante rapidez, así que tenemos que ser deliberados a la hora de aferrarnos a ello durante el tiempo suficiente para cambiar el cerebro. Rick Hanson ha trabajado mucho en este campo y ha descubierto que retener (centrarse en) una experiencia durante 20 segundos es tiempo suficiente para crear cambios estructurales positivos en el cerebro. La gratitud deja espacio para que la experiencia positiva se expanda, o para que la "reexperimentemos", en lugar de hacer que pasemos rápidamente de ella.
La gratitud tiene el poder añadido de iniciar un bucle social que tiene el potencial de expandir el bien para todos los implicados. Cuanta más gratitud sintamos, más actuaremos de forma prosocial hacia los demás, lo que fomentará sus sentimientos de gratitud, que los harán más prosociales y así se desarrolla un hermoso ciclo de gratitud.
La gratitud también tiene la capacidad de aumentar importantes sustancias neuroquímicas. Cuando el pensamiento pasa de negativo a positivo, se produce una oleada de sustancias químicas que nos hacen sentir bien, como la dopamina, la serotonina y la oxitocina. Todas ellas contribuyen a los sentimientos de cercanía, conexión y felicidad que acompañan a la gratitud.
Pero la clave es la constancia.
La gratitud se construye sobre sí misma. Sabemos que el cerebro cambia con la experiencia, así que cuanto más se practica la gratitud, más aprende el cerebro a sintonizar con las cosas positivas del mundo. Esto no suele ser algo natural. Los seres humanos tenemos un sesgo negativo, lo que significa que estamos programados para detectar amenazas en el entorno. Esto es bueno -nos ha mantenido vivos desde el principio-, pero además de estar vivos también queremos ser felices. Cuando nos centramos demasiado en lo negativo, la gratitud puede ser una forma de fomentar un enfoque más positivo y enseñar al cerebro a dedicar más tiempo a las cosas que nos hacen sentir bien y menos a las que nos hacen daño.
Con el cerebro preparado para notar lo negativo, no sólo tenemos que enseñarle a sintonizar con lo positivo, sino también a mantener esas cosas positivas el tiempo suficiente para que surtan efecto. Nuestra posición por defecto es dejar que lo bueno nos resbale con bastante rapidez, así que tenemos que ser deliberados a la hora de aferrarnos a ello durante el tiempo suficiente para cambiar el cerebro. Rick Hanson ha trabajado mucho en este campo y ha descubierto que retener (centrarse en) una experiencia durante 20 segundos es tiempo suficiente para crear cambios estructurales positivos en el cerebro. La gratitud deja espacio para que la experiencia positiva se expanda, o para que la "reexperimentemos", en lugar de hacer que pasemos rápidamente de ella.
La gratitud tiene el poder añadido de iniciar un bucle social que tiene el potencial de expandir el bien para todos los implicados. Cuanta más gratitud sintamos, más actuaremos de forma prosocial hacia los demás, lo que fomentará sus sentimientos de gratitud, que los harán más prosociales y así se desarrolla un hermoso ciclo de gratitud.
¿Qué son la gratitud y el agradecimiento?
Etimológicamente, la palabra gratitud proviene del latín gratia . Su definición significa gracia, estima o placer, es decir, reconocimiento de la gracia obtenida. La gratitud es un sentimiento fuerte que simboliza este sentimiento.
La palabra agradecimiento procede del latín obligare (obligación). Su significado es atar o constreñir. De este modo, el agradecimiento pretende crear vínculos y responder a una obligación. Esta palabra no es una forma de retribución, sino una obligación de mantener vínculos.
La palabra agradecimiento procede del latín obligare (obligación). Su significado es atar o constreñir. De este modo, el agradecimiento pretende crear vínculos y responder a una obligación. Esta palabra no es una forma de retribución, sino una obligación de mantener vínculos.
Teniendo esto en cuenta, gratitud y agradecimiento son palabras relacionadas, pero con significados muy diferentes. La primera es dar las gracias, mientras que la segunda es retribuir una obligación. Ahora que sabemos exactamente qué es la gratitud, podemos avanzar.
¿Qué es la gratitud y cómo contribuye a mi vida?
El sentimiento de gratitud es tan fuerte que permite cambios rápidos en tu vida. Cuando practicas la pureza del agradecimiento, eres recompensado con buenas energías y vibraciones. La gratitud influye en la ley de la atracción, lo que significa que cuanto más agradecido seas, más cosas buenas atraerás.
Sentimiento de gratitud
La gratitud implica perdón. Es importante saber perdonar, dando gracias por lo que has aprendido. No todo el mundo es capaz de perdonar, pero sabiendo lo que es la gratitud y su poder, podrás ser una persona más sincera y feliz. Hay que tener en cuenta que la gratitud incluye todas nuestras etapas, acciones, logros y derrotas.
Da las gracias y absorbe todo lo que aprendas, incluso lo negativo. Ser agradecido es uno de los sentimientos más puros del universo. Agradecer las victorias y las derrotas es fundamental. Para tu crecimiento y bienestar.
Da las gracias y absorbe todo lo que aprendas, incluso lo negativo. Ser agradecido es uno de los sentimientos más puros del universo. Agradecer las victorias y las derrotas es fundamental. Para tu crecimiento y bienestar.
¿Cómo mostrar gratitud?
Mostrar gratitud es sencillo en sí mismo, pero acabamos olvidándolo con el ajetreo del día a día y las frustraciones que surgen por el camino. Así que, para empezar a poner en práctica la gratitud, ¿qué te parece hacer una pequeña meditación cada noche, pensar en todo lo que ha pasado y darte las gracias por todo lo positivo?
Por pequeño que sea, una mariposa que se ha cruzado en tu camino, un servicio gratuito, un regalo recibido, un beso de tus seres queridos, todo se convierte en motivo de agradecimiento.
Cuanto más agradezcas, más te darás cuenta de que tienes algo por lo que estar agradecido. ¡Es un gran círculo vicioso! Con el tiempo, serás capaz de apreciar lo que ocurre cuando sucede, gracias a una respiración más profunda y a la contemplación.
La gratitud es uno de los sentimientos más bellos que podemos ejercitar. Debemos estar agradecidos por la vida, los logros, la comida y las derrotas.
A través de la gratitud, mejoramos nuestra paz interior e irradiamos buenas energías que atraen más energías positivas.
Por pequeño que sea, una mariposa que se ha cruzado en tu camino, un servicio gratuito, un regalo recibido, un beso de tus seres queridos, todo se convierte en motivo de agradecimiento.
Cuanto más agradezcas, más te darás cuenta de que tienes algo por lo que estar agradecido. ¡Es un gran círculo vicioso! Con el tiempo, serás capaz de apreciar lo que ocurre cuando sucede, gracias a una respiración más profunda y a la contemplación.
La gratitud es uno de los sentimientos más bellos que podemos ejercitar. Debemos estar agradecidos por la vida, los logros, la comida y las derrotas.
A través de la gratitud, mejoramos nuestra paz interior e irradiamos buenas energías que atraen más energías positivas.
✨ Gratitud infinita por leernos 🙏
👍 COMPARTE lo positivo {+} en tu red social favorita 💡 ¡Asegúrate de guardarlo en tu tablero de Pinterest! Aprende a expandir tu consciencia y observar los cambios positivos en tu vida! Si llegaste hasta aquí, muchas gracias por leernos.
Únete a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas publicaciones...