La comunicación desempeña un papel importante en nuestras vidas, pero ¿por qué algunas personas sólo necesitan unos pocos amigos íntimos para sentirse a gusto, mientras que otras siempre necesitan más contacto?
Un estudio realizado por los psicólogos evolutivos Norman Lee y Satoshi Kanazawa pretendía averiguar hasta qué punto la comunicación es parte integrante de una vida feliz. Los resultados fueron bastante sorprendentes.
En el estudio participaron 15.000 personas de distintas edades (entre 18 a 28 años) que vivían en diferentes lugares con distintas densidades de población. Se les preguntó por la frecuencia con que se relacionaban con sus amigos y por su nivel de satisfacción vital.
Un estudio realizado por los psicólogos evolutivos Norman Lee y Satoshi Kanazawa pretendía averiguar hasta qué punto la comunicación es parte integrante de una vida feliz. Los resultados fueron bastante sorprendentes.
En el estudio participaron 15.000 personas de distintas edades (entre 18 a 28 años) que vivían en diferentes lugares con distintas densidades de población. Se les preguntó por la frecuencia con que se relacionaban con sus amigos y por su nivel de satisfacción vital.
El análisis de los datos permitió extraer las siguientes conclusiones:
1- Las personas que viven en lugares superpoblados se sienten menos felices.
2. Para la mayoría de las personas, la comunicación constante con amigos y personas que comparten su visión del mundo es una condición importante para una vida feliz.
3. Las personas con una inteligencia elevada son menos dependientes de la socialización. Crean vínculos sociales por necesidad y no como una necesidad inherente.
Así pues, estos resultados confirman que las personas con una inteligencia elevada tienen menos amigos que las personas con una inteligencia media normal. La pregunta que surge es: ¿por qué ocurre esto?
Puede explicarse por la actitud especial de los intelectuales hacia la socialización. Las personas con una inteligencia elevada tienen una estructura cerebral especial que determina su enfoque poco convencional de la vida. Tienen objetivos claros y un rico mundo interior, y sus actividades están encaminadas a conseguir los resultados deseados. Las personas con un alto coeficiente intelectual sólo valoran la comunicación que aporta un beneficio real, en lugar de la conversación ociosa o el mantenimiento obligatorio de conversaciones superficiales. Tienden a utilizar su tiempo de forma productiva y eficiente para alcanzar sus objetivos.
Según la "teoría de la felicidad de la sabana", el estado emocional de la mayoría de las personas sigue estando influido por la memoria genética de nuestros antepasados. En el pasado, la interacción con los miembros de una tribu era necesaria para sobrevivir. Sin embargo, las megaciudades modernas con superpoblación no siempre crean condiciones óptimas para la felicidad. Los individuos con un alto coeficiente intelectual se adaptan más fácilmente al entorno moderno y son capaces de resolver problemas con eficacia. No dependen de la "memoria del pasado" y no necesitan pertenecer a un grupo social para sentirse seguros.
Las personas con un CI alto viven según sus propios principios y leyes, sin someterse por completo a la sociedad. La comunicación para ellos es necesaria, pero no constante, prefieren los contactos periódicos, por lo que su círculo de amigos es limitado.
Por lo tanto, ¡las personas con inteligencia alta no intentan hacer el mayor número posible de amigos!
2. Para la mayoría de las personas, la comunicación constante con amigos y personas que comparten su visión del mundo es una condición importante para una vida feliz.
3. Las personas con una inteligencia elevada son menos dependientes de la socialización. Crean vínculos sociales por necesidad y no como una necesidad inherente.
Así pues, estos resultados confirman que las personas con una inteligencia elevada tienen menos amigos que las personas con una inteligencia media normal. La pregunta que surge es: ¿por qué ocurre esto?
Puede explicarse por la actitud especial de los intelectuales hacia la socialización. Las personas con una inteligencia elevada tienen una estructura cerebral especial que determina su enfoque poco convencional de la vida. Tienen objetivos claros y un rico mundo interior, y sus actividades están encaminadas a conseguir los resultados deseados. Las personas con un alto coeficiente intelectual sólo valoran la comunicación que aporta un beneficio real, en lugar de la conversación ociosa o el mantenimiento obligatorio de conversaciones superficiales. Tienden a utilizar su tiempo de forma productiva y eficiente para alcanzar sus objetivos.
Según la "teoría de la felicidad de la sabana", el estado emocional de la mayoría de las personas sigue estando influido por la memoria genética de nuestros antepasados. En el pasado, la interacción con los miembros de una tribu era necesaria para sobrevivir. Sin embargo, las megaciudades modernas con superpoblación no siempre crean condiciones óptimas para la felicidad. Los individuos con un alto coeficiente intelectual se adaptan más fácilmente al entorno moderno y son capaces de resolver problemas con eficacia. No dependen de la "memoria del pasado" y no necesitan pertenecer a un grupo social para sentirse seguros.
Las personas con un CI alto viven según sus propios principios y leyes, sin someterse por completo a la sociedad. La comunicación para ellos es necesaria, pero no constante, prefieren los contactos periódicos, por lo que su círculo de amigos es limitado.
Por lo tanto, ¡las personas con inteligencia alta no intentan hacer el mayor número posible de amigos!
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