El amor propio es el recurso interior más importante. Es absolutamente necesario para la autoaceptación incondicional y la toma de decisiones.
Por extraño que parezca, no todos pueden amarse y aceptarse a sí mismos sin críticas internas. Las raíces de esta incapacidad se encuentran en la infancia: un niño no aprenderá a quererse a sí mismo si sus padres, especialmente su madre, no fueran un modelo de relación amorosa con él.
Si no recibimos el amor materno en la niñez, esta carencia formará parte de nuestra estructura interna por el resto de nuestras vidas. Probablemente hayas leído u oído hablar del Niño interior, el Padre interior y el Adulto interior. Un déficit de amor propio surge cuando algo no está bien con nuestro padre real (y posteriormente también con el interior): no es amable, amoroso y cariñoso con nuestro Niño interior, solo toma una posición controladora, crítica, agresiva, rechazadora y fría hacia él. En otras palabras, trata de imaginar que dentro de ti vive alguien muy importante para ti, pero que no te quiere.
¿Cómo puedes saber que una persona se ama y se valora a sí misma?En los grupos terapéuticos, encontramos las siguientes respuestas:
Por extraño que parezca, no todos pueden amarse y aceptarse a sí mismos sin críticas internas. Las raíces de esta incapacidad se encuentran en la infancia: un niño no aprenderá a quererse a sí mismo si sus padres, especialmente su madre, no fueran un modelo de relación amorosa con él.
Si no recibimos el amor materno en la niñez, esta carencia formará parte de nuestra estructura interna por el resto de nuestras vidas. Probablemente hayas leído u oído hablar del Niño interior, el Padre interior y el Adulto interior. Un déficit de amor propio surge cuando algo no está bien con nuestro padre real (y posteriormente también con el interior): no es amable, amoroso y cariñoso con nuestro Niño interior, solo toma una posición controladora, crítica, agresiva, rechazadora y fría hacia él. En otras palabras, trata de imaginar que dentro de ti vive alguien muy importante para ti, pero que no te quiere.
¿Cómo puedes saber que una persona se ama y se valora a sí misma?En los grupos terapéuticos, encontramos las siguientes respuestas:
Amarte a ti misma significa:
- Cuidarte y ocuparte de ti misma;
- Aceptarse a sí misma sin crítica interior, sin sentimientos de vergüenza o culpa;
- Respetarte a ti misma, reconocer la singularidad de tu conjunto interior de cualidades, talentos y habilidades;
- Considerarse digno de todo lo mejor;
- Tratar a los demás como iguales, sin sentimientos de inferioridad, sin vergüenza ni culpa;
- Proteger tus intereses;
- Satisfacer tus necesidades;
- Permítete vivir para disfrutar.
¿Y cómo puedes saber que no te gustas lo suficiente?
- Eres indiferente a tu aspecto y a tu salud;
- Eres autocrítica estás constantemente “trabajando en ti misma”, mejorandote de alguna manera;
- Sientes tu inferioridad cuando tratas con otras personas. Te consideras indigna de algo: beneficios materiales, satisfacción, educación, relaciones armoniosas; sientes que no lo mereces;
- Si tienes que elegir, prefieres satisfacer las necesidades de otra persona antes que las tuyas, con lo que te sientes víctima.
¿Podemos aprender a querernos en la edad adulta? Es posible, aunque muy difícil. Requiere atención concentrada. En mi opinión, lo siguiente nos ayuda a dominar este recurso interno:
1. Cambio en pequeños pasos
¿Cómo lo haces? Nos recordamos regularmente nuestra tarea y volvemos al momento aquí y ahora escuchando nuestro cuerpo, pensamientos y sentimientos. Notamos incluso los focos más pequeños de insatisfacción o incomodidad y tratamos de deshacernos de ellos.
Por ejemplo, cuando algo duele o sentimos tensión en alguna parte del cuerpo, masajeamos el lugar, enfocamos nuestra atención en ellos, concentramos nuestra respiración y energía y hacemos todo lo posible para deshacernos de la sensación desagradable. Si tira de nosotros, cerramos la ventilación o nos sentamos. Si nos sentimos incómodos con el desorden que nos rodea, no posponemos la limpieza, establecemos un orden pintoresco que nos agradará mirar. Si tenemos hambre o sed, anhelamos aire fresco, nos acomodaremos. Y cuando nos entra el antojo de algo en concreto, por ejemplo un café con canela, no dudamos en prepararlo con esmero y beberlo con gusto.
Por ejemplo, cuando algo duele o sentimos tensión en alguna parte del cuerpo, masajeamos el lugar, enfocamos nuestra atención en ellos, concentramos nuestra respiración y energía y hacemos todo lo posible para deshacernos de la sensación desagradable. Si tira de nosotros, cerramos la ventilación o nos sentamos. Si nos sentimos incómodos con el desorden que nos rodea, no posponemos la limpieza, establecemos un orden pintoresco que nos agradará mirar. Si tenemos hambre o sed, anhelamos aire fresco, nos acomodaremos. Y cuando nos entra el antojo de algo en concreto, por ejemplo un café con canela, no dudamos en prepararlo con esmero y beberlo con gusto.
2. El padre interior que nutre
Sé una madre cariñosa contigo misma. Mima y ama a tu Niño interior. Permanece atenta al cuidado de la Madre interior, regocíjate en ella y en ti misma. Puedes, por ejemplo, llevar un diario y anotar todos los casos en los que pudiste satisfacer incluso la más pequeña de tus necesidades. ¡Felicítate por ello!
3. Límites
Al interactuar con otras personas, el amor propio se manifiesta estableciendo límites en el tiempo. Esto es exactamente lo que muchos de nosotros deberíamos aprender. Aquí es donde la psicoterapia puede ayudar. Si queremos aprenderlo nosotros mismos, tenemos que asumir que nuestro cuerpo reacciona a la violación de los límites. Es necesario desarrollar la propia sensibilidad, los poderes de observación, la conciencia, la presencia en el momento dado, para no solo percibir las señales del cuerpo a tiempo, sino también para poder reaccionar ante ellas de inmediato, definiendo claramente los límites. Por ejemplo, cuando alguien se te acerca demasiado, viola tu zona íntima, donde solo tienen acceso los más cercanos a ti. Tan pronto como un extraño viola un borde invisible, el cuerpo reacciona de inmediato; por ejemplo, surge una tensión apenas perceptible en el abdomen y el ritmo de la respiración cambia ligeramente. Captar a tiempo estas señales corporales y decir «ALTO» o «NO» es difícil para muchas personas, pero es una habilidad.
Es especialmente difícil decidir entre tus necesidades y las de alguien cercano, querido e importante. Por ejemplo, estás muerta de cansancio y los niños quieren salir contigo. ¿Qué decidir? ¿Descansarás por amor a ti misma o prevalecerá el deber materno?
Además, llevar un diario y anotar todos los episodios en los que hiciste valer tus límites y decidiste a favor de tus necesidades y tus intereses juega un buen papel aquí.
Sólo del amor propio puede crecer el amor verdadero y sincero por los demás. El que no sabe amarse a sí mismo, no sabe amar a otro.
Es especialmente difícil decidir entre tus necesidades y las de alguien cercano, querido e importante. Por ejemplo, estás muerta de cansancio y los niños quieren salir contigo. ¿Qué decidir? ¿Descansarás por amor a ti misma o prevalecerá el deber materno?
Además, llevar un diario y anotar todos los episodios en los que hiciste valer tus límites y decidiste a favor de tus necesidades y tus intereses juega un buen papel aquí.
Sólo del amor propio puede crecer el amor verdadero y sincero por los demás. El que no sabe amarse a sí mismo, no sabe amar a otro.
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⚠️ Aviso: ⚠️ Este contenido es solo para fines informativos y educativos. No sustituyen el diagnóstico, el consejo o el tratamiento de un profesional. Ante cualquier duda, es recomendable la consulta con un especialista de confianza.