Síguenos en nuestro canal de WhatsAppLas cosas de otras personas pueden acarrear peligro.
Anteriormente, los científicos atribuyeron la influencia negativa de las cosas que alguna vez pertenecieron a otra persona a la autosugestión.
o al hecho de que realmente portaban bacterias y virus que eran una razón real para una infección real.
Todo lo demás se consideraba oscurantismo, hasta el descubrimiento de la física cuántica.
Y uno de los descubrimientos de la física cuántica es muy simple: si los dos sistemas interactuaron al menos una vez, la interacción se conservará para siempre.
La ropa o artículos pertenecientes a una persona enferma o fallecida guardan información sobre su dueño, esto está de acuerdo con las leyes de la física.
¿Cuánto puede dañar esta información al nuevo propietario?
Eso depende de muchos factores, incluida su protección psicológica, su sistema inmunológico, su reacción emocional a las cosas y muchos otros factores.
En la investigación llevada a cabo por los científicos rusos Dal y Sakharov, se citan muchos rituales asociados con ropa y artículos que alguna vez pertenecieron a hombres gravemente enfermos o fallecidos. Para que las familias se libraran de la enfermedad, desgracia o “maldición” que asociaban a una persona enferma o fallecida, solían dejar sus pertenencias en los cruces. Si cualquiera que pasara por allí se llevara la ropa, se llevaría consigo la enfermedad o la desgracia.
Es interesante que representantes de diferentes culturas y creencias adviertan sobre los peligros que surgen al usar las cosas de otras personas y aconsejan tener mucho cuidado al tomar cosas que alguna vez usaron otras personas.
Lo mismo ocurre con nuestras cosas: pueden entrar en contacto con alguien enfermo o desafortunado e influirnos después. Nuevamente, de acuerdo con las leyes de la física cuántica.
Por otro lado, a los médicos tampoco les gusta que los niños usen ropa de otros niños: pueden transmitir infecciones y limpiar la ropa de los niños con productos químicos pesados puede ser dañino.
Es mejor comprar nuevos. Y, en la familia, las cosas pueden transferirse del mayor al más joven: la familia tiene una microflora y una energía comunes.
Se consideró especialmente peligroso usar el calzado de otra persona: el calzado toca el suelo y deja un rastro. Los actos mágicos a menudo se realizan sobre las huellas de una persona, si la persona que hace la magia no puede llegar a sus zapatos y ropa.
Los residentes de Nueva Guinea y los campesinos rusos tenían mucho miedo de la magia de la “huella”: apenas tenían zapatos, caminaban descalzos.
Por lo tanto, es mejor comprar cosas baratas, pero nuevas.
Pablo Picasso vivió más de 90 años. No regalaba ropa a nadie, la usaba hasta que se gastaba por completo. Era un hombre supersticioso...
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