Síguenos en nuestro canal de WhatsAppLa experiencia humana es parte de una serie de emociones, que van desde la felicidad a la tristeza, la alegría a la depresión extrema.
Cada emoción genera diferentes sensaciones en el cuerpo.
Son diferentes químicos los que emiten nuestros cuerpos cuando experimentamos las diferentes cosas que nos hacen felices.
Todo producto químico trabaja para crear un ambiente diferente en el cuerpo.
Por ejemplo, si el cerebro libera serotonina, dopamina o la oxitocina, esto nos hace sentir bien y feliz.
Por el contrario, si nuestro cuerpo libera cortisol cuando se esta bajo estrés, lo convierte en un sentimiento en el modo de supervivencia totalmente diferente.
¿Qué sucede si seguimos pensando cosas negativas? O ¿qué pasa cuando tenemos pensamientos positivos? ¿Qué sucede cuando no tenemos ningún sentimiento positivo o negativo? Examinemos cómo puede incidir todo esto en nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Positivo Versus negativo
Hay una dualidad en nuestro mundo y se usa mucho tiempo en la definición y percepción de lo que debe ser considerado como positivo, y lo que puede considerarse negativo. El cerebro es una herramienta muy poderosa, para determinar individualmente qué es algo, o que debería ser. Los resultados empiezan a jugar rápidamente en el mundo exterior.
Por ejemplo, si alguien pierde algo, de repente se enoja y lo negativo aflora, transforma su estado de ánimo, se siente mal y deprimido. Mientras que otra persona en una situación similar, simplemente lo supera y continua su día como si nada hubiera pasado. En este caso, la misma experiencia para uno es negativa y para el otro no lo es. Así que ¿las cosas son inherentemente positivas o negativas? Y ¿qué es lo que determina en las personas si una experiencia es positiva o negativa?
¿Quién determina lo positivo o negativo?
Si por un momento lo pensamos, podemos darnos cuenta que en la realidad no hay una experiencia positiva o negativa en sí misma, por lo tanto, la comprensión de la realidad o la experiencia con ella es la fuerza real de cómo nos sentimos cuando sucede algo y de cómo afectará a nuestro cuerpo.
Siempre estamos trabajando para superar cada definición de experiencia, y entrar en un modo de conciencia mental donde se puede simplemente aceptar cada experiencia como lo que es y tratar de aprender a no llegar tan lejos con ella porque es importante entender que ciertas emociones influencian nuestra salud.
"A quien desee la buena salud, primero hay que preguntarle si está dispuesto a eliminar las causas de la enfermedad. Sólo entonces es posible ayudarle. "- Hipócrates
La conexión entre la mente y el cuerpo
La relación entre la mente y el cuerpo es muy fuerte, aunque no se vean visualmente los efectos de la mente en el cuerpo. Cada uno puede tener una actitud mental positiva en general y puede tratar directamente a los desafíos internos y voltear esto hacia un estilo de vida saludable, o puede también tener pensamientos autodestructivos negativos y no abordar los problemas internos, posiblemente disfrazar estos temas, incluso opacar algunas declaraciones de positividad y esto puede crear un estilo de vida poco saludable. ¿Porqué es esto?
Las emociones y las experiencias son básicamente energía que se almacena en nuestros cuerpos. ¿Alguna vez ha experimentado en su vida que las emociones han dejado una marca o dolor en ciertas zonas del cuerpo? ¿Todavía siente ese dolor como si recientemente le ha pasado? Probablemente porque esta zona del cuerpo todavía tiene la energía generada a partir de esa experiencia. La siguiente tabla muestra las áreas de interés del cuerpo, lo que puede afectar a una variedad de emociones.
Cuando el dolor, opresión o lesiones están en ciertas áreas del cuerpo, a menudo se refiere a una conexión emocional existente en nosotros mismos. A primera vista no lo parece ya que por lo general no son muy relacionados con nosotros mismos y nuestras emociones ya que vivimos en un mundo de ritmo rápido, pero a menudo es la verdad.
Cuando el dolor, opresión o lesiones están en ciertas áreas del cuerpo, a menudo se refiere a una conexión emocional existente en nosotros mismos. A primera vista no lo parece ya que por lo general no son muy relacionados con nosotros mismos y nuestras emociones ya que vivimos en un mundo de ritmo rápido, pero a menudo es la verdad.
Cuando alguien tiene un dolor de espalda crónico, rodillas, cuello o dolor en los hombros, cualquier terapia fisiológica o física no es siempre una cura, es posible que entonces se desee comenzar a lidiar con las emociones subyacentes. Muchas personas invierten mucho tiempo y dinero en fisioterapias y piensan que se van a sentir mejor, piensan que esto de las emociones no es algo a tener en cuenta.
Cuanto más se trate con alguien consciente de patrones de pensamientos y emociones a través del cuerpo, más se libera y el dolor desaparece.
Si nos enfermamos o sentimos mucha tensión y dolor, nuestro cuerpo a menudo nos pide que nos escuchemos a nosotros mismos, que encontremos la paz con nosotros mismos y con nuestro entorno. Es todo un proceso de aprendizaje y crecimiento al que no debemos condenar ni temerle.
Hemos agregado la fuerza
Suzuki Davis escribió el libro "La santa vida" donde explica que que la ira, el odio y los celos son una expresión que contiene moléculas de toxinas que se exhalan en el aire. Si estas toxinas se acumulan en una hora, sería suficiente para matar a un conejo. ¿Se imagina qué clase de daño causa a los sistemas de su cuerpo si las emociones y experiencias negativas permanecen en todo su cuerpo?
No se olvide de que cada uno tiene suficiente fuerza, que la obtiene de lo que la vida le trae. En lugar del etiquetado conceptual negativo y positivo que se relaciona con cada experiencia en su vida, trate de obtener las cosas que se le presentan en un panorama más amplio.
Pregúntese ¿cómo puede ayudarse para ver o aprender algo nuevo? ¿Que puede hacer para cambiar sus percepciones de la vida? ¿Tiene que eliminar alguna emoción en usted mismo? ¿Necesitamos saber algo sobre el otro y hay que aceptarlo? Podría ser cualquier cosa. En lugar de simplemente reaccionar a las cosas, ir despacio y escuchar. Cada uno debe encontrar las herramientas personales que necesita para que las enfermedades provenientes de las emociones se disipen rápidamente en su cuerpo, cuando logre verlo -tomar conciencia- y logre comprender por qué vinieron estos males, es que se va a llevar a cabo realmente el proceso de sanación.
Siempre y cuando usted piense que está enfermo o tenga un dolor es porque esto no está bajo su control, puede seguir así y todo continuará sin control, hasta que comprenda que en la mayor parte de ellos puede practicar el gobierno de su cuerpo.
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Fuente: El Blog de Camilo Acosta