¿Por qué no solemos cumplir nuestros propósitos de año nuevo?


¿Cuáles son las claves para conseguir cumplir nuestros propósitos de año nuevo?

En este artículo recogemos las principales razones por las que a veces no tenemos éxito.

Nos encontramos todavía en el inicio del nuevo año. Algunas personas ya han empezado a trabajar, pero otras aún están disfrutando de sus últimos días de vacaciones. Sin embargo, es posible percibir una sensación diferente en el ambiente. Los gimnasios están más llenos o los platos parecen más saludables. Pero ¿será que, por fin, lleguemos a cumplir nuestros propósitos de año nuevo?

Aunque estas primeras semanas del año, que pueden prolongarse hasta el mes de febrero, nos veamos a nosotros mismos, y a muchas otras personas, darlo todo en sus vidas haciendo cambios radicales, al final, cuando menos nos lo esperamos, caemos en los mismos hábitos. ¿Qué es lo que falla y que nos impide cumplir nuestros propósitos de año nuevo?

¿Por qué no solemos cumplir nuestros propósitos de año nuevo?

Todos tenemos los mismos propósitos
El periódico El Mundo recoge en una de sus noticias algunas investigaciones sobre los motivos por los que no llegamos a cumplir nuestros propósitos de año nuevo.

Uno de ellos es que todos tenemos los mismos propósitos: hacer más deporte, comer más sano, jugar más con los hijos, ser mejor persona, etc. Pero, ¿por qué no analizamos si se adaptan a nuestro estilo de vida o a lo que realmente queremos?

Tal vez no queramos hacer más deporte porque no nos motiva o, quizás, no deseamos ser tan estrictos con la comida, ya que disfrutamos comiendo dulces de vez en cuando. Si nuestros propósitos no son objetivos que nos hagan sentir bien, sino que nos amargan y, tras una semana, los abandonamos, es que deberíamos analizarlos de nuevo.

¿Qué propósitos podrías tener que no fuesen los mismos de siempre? Pues, por ejemplo, ahorrar dinero para poder disfrutar de un viaje que postergas, dar el paso de ir por primera vez al psicólogo para gestionar mejor tus emociones, apuntarte a un curso en el que aprender una habilidad nueva…

Todova a depender de lo que quieres, porque es posible que el deporte o el privarte de los dulces no sea una prioridad para ti en estos momentos.

Los cambios son siempre radicales
Uno de los puntos clave por el que cumplir nuestros propósitos de año nuevo es casi siempre un imposible es porque, de un día para otro, pretendemos que nuestra vida sea diferente.

Así, si queremos dejar de fumar, en lugar de ir reduciendo el número de pitillos, suprimimos su consumo radicalmente. ¿El resultado? Tarde o temprano volvemos a caer en el mismo hábito.

En psicología existe el término moldeamiento o aproximaciones sucesivas que explica la Facultad de Psicología de Barcelona en su publicación Técnicas Operantes. ¿Qué quiere decir este concepto? A lo que se refiere es que hay que ir añadiendo conductas poco a poco que, cada vez, nos aproximen a ese propósito que queremos que se haga realidad este año.

Siguiendo con el ejemplo de dejar de fumar, un primer paso sería reducir la cantidad de pitillos diarios. Posteriormente, podemos ponernos la norma de no fumar nada más levantarnos ni después del desayuno. También puede ser adecuado, como un tercer paso, cuando vayamos a un bar no estar en la zona de fumadores. Estas pequeñas acciones que debemos adaptarlas a nuestro caso serán progresivas, lentas, pero si las mantenemos conseguiremos, por fin, dejar de fumar.

«Los pequeños y continuos esfuerzos realizados dan resultados precisos».

-Devin G. Durrant-

Falta de disciplina
Lo que nos lleva a cumplir nuestros propósitos de año nuevo no es esa motivación inicial que nos hace empezar con muchas ganas y sentir que nos vamos a comer el mundo. Habrá días en los que nos sintamos enfermos, cansados o desmotivados. Es algo natural y ahí radicará el éxito de nuestros propósitos. No todo es motivación, pues la disciplina es la verdadera clave.

Al igual que nos levantamos cada día para trabajar sin tener ganas, lo mismo debemos hacer con nuestros propósitos. Por eso, es tan importante que analicemos bien cuáles queremos cumplir, pues si están alineados con nuestros objetivos y valores, será mucho más fácil que podamos ser disciplinados. En caso contrario, volverá a ser otro año lleno de propósitos frustrados.

¿Qué propósitos de año nuevo te planteado? ¿Cuántos años llevas en los que no has conseguido cumplirlos? Te animamos a que revises todos tus propósitos y que los sustituyas por otros si lo ves conveniente. Al final, lo importante es que encuentres aquellos que te vengan bien a ti. No todos tenemos por qué tener los mismos y recuerda que la disciplina y los cambios progresivos son fundamentales.

Por: Raquel Lemos Rodríguez
Graduada en Estudios de Gallego y Español por la Universidad de Vigo (2013). Máster en Lingüística Aplicada, Lenguas y Tecnologías (Universidad de Vigo, 2015). Título de Experto en Herramientas de Marketing de Google y Social Media Marketing (Universidad Rey Juan Carlos, 2017).

Fuente: Lamenteesmaravillosa.com
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