La necesidad de controlarlo todo, es una delas formas más comunes de dejar de confiar en el proceso de la vida.
Es pretender que somos nosotros los que tenemos la verdad absoluta y que en medio de esa certeza, ninguna otra manera de hacer las cosas, puede resultar mejor que la nuestra.
¿Puede haber tanta arrogancia?
Pues sí, y nos sobra.
Creemos que nos sabemos todas las respuestas e incluso creemos saber a dónde nos dirige cada camino y cuál debemos tomar y cuál no.
Y todo esto desde nuestro razonamiento, proveniente de una mente programada de manera particular, cargada de creencias que muchas veces ni propias resultan, pero que han determinado nuestra manera de ser y cada una de nuestras decisiones.
Suelta el control
Suena complicado, pero una vez que aprendemos a hacerlo, nos sentimos sumamente cómodos. No se trata de permitir que otros tomen decisiones sobre nosotros, ni mucho menos de no definir el rumbo tomado. ¡Se trata de utilizar el piloto automático!
¿Cómo opera el piloto automático?
Pues le decimos a dónde queremos ir, podemos introducir varios parámetros de ruta y listo, podemos relajarnos y disfrutar del viaje. Y el piloto automático no es otro que nuestro Yo Superior, que se sentirá súper satisfecho de dirigir nuestro transbordador a donde debe ir, por los caminos que nos resultarán de mayor provecho.
El detalle es que somos muy tercos y muy incrédulos, no somos capaces de decir: deseo que mi vida sea de tal manera y simplemente relajarnos hasta que estemos allí. Creemos que tenemos que hacer y hacer y hacer cosas para llegar allí, pero les dejo una noticia, podemos permitir que ese Yo Superior, se encargue de los cómos.
Define lo que quieres y siéntete allí. Programa tu mente para no obstaculizar el camino y permítele a tu piloto automático que te lleve. No debes controlarlo todo, en tal caso lo que debes controlar son tus emociones.
El detalle es que somos muy tercos y muy incrédulos, no somos capaces de decir: deseo que mi vida sea de tal manera y simplemente relajarnos hasta que estemos allí. Creemos que tenemos que hacer y hacer y hacer cosas para llegar allí, pero les dejo una noticia, podemos permitir que ese Yo Superior, se encargue de los cómos.
Define lo que quieres y siéntete allí. Programa tu mente para no obstaculizar el camino y permítele a tu piloto automático que te lleve. No debes controlarlo todo, en tal caso lo que debes controlar son tus emociones.
- Cuando te sientes emocionalmente bien, sabrás que vas por el mejor camino, que tu piloto te está llevando a dónde quieres.
- Cuando te sientes emocionalmente mal, sabrás que estás agarrando el mando de control y luchando por tomar caminos que crees son mejores, que vas por la vía que presenta mayor cantidad de obstáculos y muy probablemente el punto de llegada no será el que te gustaría.
Suelta en control, hay muchas formas de llegar, inclusive a un mismo sitio, pero si dejas que tu intuición te guíe, garantizarás el mejor de los viajes, fluye con el proceso de la vida.
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⚠️Aviso Importante: ⚠️ Este contenido se proporciona solo con fines informativos y educativos. No debe interpretarse ni usarse como sustituto del diagnóstico, consejo o tratamiento profesional. Si tienes preocupaciones o dudas, consulta siempre a un especialista de confianza.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet