La columna vertebral es el eje del cuerpo. Tiene las funciones de mantener y transmitir el peso de la cabeza, las extremidades superiores.
Y el tronco hacia las piernas, así como de proteger la médula espinal (que lleva información del cerebro al resto del cuerpo) y los nervios que van hacia la pelvis y las piernas.
Y el tronco hacia las piernas, así como de proteger la médula espinal (que lleva información del cerebro al resto del cuerpo) y los nervios que van hacia la pelvis y las piernas.
La columna está formada por 33 vértebras sostenidas por un sistema de músculos y ligamentos que le dan flexibilidad y estabilidad.
Además de cargar con el peso físico del cuerpo, muchas veces ese pilar óseo y muscular debe cargar el peso adicional derivado de las emociones negativas, que se manifiestan en él en forma de tensión y estrés. Esto ocasiona dolor físico que se genera a partir de cargas emocionales, presiones e inestabilidad.
Por esta razón, además de tratar los dolores de espalda con medicamentos, masajes, terapias y otros tratamientos que ayudan a mejorar la parte física, es importante tomar en cuenta las emociones que afectan a las distintas vértebras, para sanar el dolor desde dentro cuando tiene un origen emocional.
Existen vértebras cervicales, dorsales y lumbares y cada una de ellas se ve afectada de distinta forma, según los nervios y órganos con los que se vincula.
Vértebras cervicales
La parte superior de la espalda corresponde al corazón y al centro energético cardiaco. Las vértebras cervicales son siete, y energéticamente se relacionan con la comunicación y el grado de apertura frente a la vida.
Primera vértebra cervical. Se relaciona con preocupaciones, miedo, desesperación frente a la vida, negatividad y dificultad para expresar las emociones.
Segunda vértebra cervical. Está conectada con los principales órganos de los sentidos: ojos, nariz, orejas y boca, por lo que éstos se verán afectados cuando exista un malestar en la vértebra.
Tercera vértebra cervical. Si no se encuentra bien, puede propiciar una tendencia al aislamiento y daños en el rostro (piel, huesos o nervios), así como en las orejas y los dientes.
Cuarta, quinta y sexta vértebras cervicales. Se encuentran al nivel de la tiroides y están en estrecha relación con ella. Juegan un papel importante en lo que se relaciona con el lenguaje, la voz y la comunicación, y su desequilibrio afecta todo el sistema de comunicación verbal (boca, lengua, cuerdas vocales, faringe).
Séptima vértebra cervical. Tiene una alta influencia de los aspectos moral, espiritual y de las creencias. Si se encuentra mal, puede ocasionar dificultades motrices en manos, codos y brazos. Para que se mantenga en equilibrio, es importante que vivas en armonía con las leyes de la naturaleza, que escuches los mensajes que tu cuerpo y la vida te mandan.
Zona dorsal
Es la región central de la columna vertebral y se encuentra justo debajo de las paletillas. Es la zona que la mayoría de la gente suele inclinar hacia adelante, con la sensación de llevar un gran peso sobre la espalda, y se le relaciona con la culpabilidad emocional y afectiva.
Primera vértebra dorsal. Puede reaccionar fuertemente cuando llegas al límite de tus fuerzas mentales, físicas o emocionales en cualquier aspecto de la vida. Cuando se encuentra en mal estado, puede originar dolencias en cualquier parte del cuerpo que esté entre los codos y la punta de los dedos, así como dificultades respiratorias y un rechazo a tu entorno.
Segunda vértebra dorsal. Reacciona fácilmente cuando tu emotividad está afectada; por ejemplo, cuando acumulas y ahogas tus emociones. Su mal estado suele generar malestar y dolores en el corazón y los pulmones, principalmente.
Tercera vértebra dorsal. Está relacionada con los pulmones y el pecho y suele ocasionar malestar a las personas con tendencia a juzgar personas o situaciones.
Cuarta vértebra dorsal. Se relaciona con los placeres y deseos, y su energía se desequilibra cuando éstos no son satisfechos, y físicamente puede ocasionar problemas con la vesícula biliar.
Quinta vértebra dorsal. Se ve afectada cuando atraviesas situaciones en las que tienes la sensación de perder el control. Su mal estado puede afectar el hígado y la circulación sanguínea.
Sexta vértebra dorsal. Reacciona cuando te criticas y juzgas severamente, y su mal estado se traduce en malestar al nivel del estómago.
Séptima vértebra dorsal. Reacciona cuando llegas al límite en las cosas que debes hacer, sin escuchar a tu cuerpo cuando necesita descansar o relajarse.
Octava y novena vértebras dorsales. Se encuentran a la altura del diafragma y se afectan principalmente cuando te atacan la inseguridad y el miedo a perder el control, ya sea en una situación o con una persona. Su desequilibrio puede ocasionar dolores del diafragma y el bazo, así como alergias o un mal funcionamiento de las glándulas suprarrenales.
Décima vértebra dorsal. Cuando se ve afectada suele deberse a una profunda inseguridad frente a la cual te sientes sin armas. Esto suele generar problemas en los riñones, reconocidos como la sede del miedo.
Decimoprimera vértebra dorsal. Se desequilibra cuando tu sistema nervioso tiene dificultad en funcionar y esto puede ser la raíz de algunos dolores en los riñones, así como de enfermedades de piel (eczema, acné, etcétera).
Decimosegunda vértebra dorsal. Se ve afectada sobre todo cuando vives en un lugar cerrado y su desequilibrio se acompaña frecuentemente de males intestinales, dolores en las articulaciones, una circulación linfática deficiente y afecciones en las trompas de Falopio.
Zona lumbar
Es el área que se sitúa entre la cintura y el coxis. Los dolores en esta región manifiestan la presencia de inseguridades materiales y afectivas, y puede deberse a que pones demasiada presión sobre ti mismo al hacer cosas para ser aceptado y amado.
Primera vértebra lumbar. Se ve afectada cuando vives un sentimiento de impotencia ante lo que no puedes cambiar. Esto puede traer enfermedades relacionadas con las funciones digestivas.
Segunda vértebra lumbar. Su bienestar depende mucho de tu flexibilidad frente a ti mismo y a los demás, y la soledad y la amargura son aspectos que la afectan. Su desequilibrio puede conducir a enfermedades del abdomen, el apéndice o las piernas, donde podrían aparecer várices.
Tercera vértebra lumbar. Suele verse afectada cuando se viven situaciones familiares tensas o tormentosas, lo cual puede generar dolencias en los órganos genitales, en el útero, en la vejiga o en las rodillas.
Cuarta vértebra lumbar. Cuando existen molestias en ella, puede deberse a que tienes dificultades para aceptar tu realidad cotidiana. Esto ocasiona dolores en la región del nervio ciático y de la próstata.
Quinta vértebra lumbar. Se ve afectada por celos, disgusto y frustración, y su desequilibrio puede ocasionar dolores en las piernas, desde las rodillas hasta los dedos de los pies.
Zona sacro y coxis
Es la parte que más dolores provoca en la mayoría de personas. Representa el fundamento de la sexualidad y la realización adecuada de las necesidades básicas (sexualidad, alimento, protección, techo, amor, etcétera).
Primera, segunda y tercera vértebras sacras. Constituyen un todo y reaccionan con la rigidez de ideas. Su desequilibrio puede ocasionar problemas en la comunicación tanto verbal como sexual.
Cuarta y quinta vértebras sacras. Los deseos tienen su origen en estas vértebras. Si te das tiempo para descansar y hacer las cosas que te gustan, ellas estarán en equilibrio. En caso contrario, es posible que surjan problemas relacionados con los órganos genitales, como infertilidad, frigidez o herpes; también afecta a los riñones y al proceso digestivo.
Finalmente, el coxis está formado por cinco vértebras que están soldadas juntas y representan la dependencia frente a la vida o a alguien más. Al estar vinculado el coxis con el primer chakra, un desequilibrio al nivel de este centro de energía puede conllevar desordenes físicos en zonas como el recto, la vejiga y la próstata. También se pueden encontrar dolores en la base de la columna vertebral, una toma o pérdida de peso considerable y una mala circulación sanguínea en piernas, manos y pies.
¿Cómo las emociones afectan la columna?
Al hablar de energía, la espalda representa el apoyo, y los problemas en ella pueden indicar un exceso de responsabilidad que no quieres aceptar o la sensación de que no recibes el apoyo que necesitas.
Así, los dolores en cuello y espalda corresponden a distintas emociones contenidas:
- Dolor en cuello: responsabilidad asumida en exceso.
- Dolor en espalda alta: responsabilidad asumida por culpa.
- Dolor debajo de los homóplatos: responsabilidad asumida por enojo, rabia e ira.
- Dolor arriba de la zona lumbar: responsabilidad asumida por miedo.
- Dolor en zona lumbar: miedo e inseguridad.
- Dolor en zona de vértebras sacras: falta de satisfacción de las necesidades básicas.
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Por: Harmonía.la