Descubre cómo tu cuerpo expresa lo que sientes y piensas


Cuando te enfadas, tu cuerpo se prepara para ponerse en acción. La parte superior, en especial los brazos y la garganta, se cargan de fuerza para gritar o golpear. Así estás programado.
Pero no siempre puedes mostrar tu enfado. Cuando decides no hacerlo, tienes que reprimir toda esa energía para que no salga hacia el exterior.
¿Cómo lo haces?

Con el cuerpo.
Lo más probable es que tu mandíbula y tu garganta se queden rígidas. Y los hombros también carguen tensión para que los brazos se inmovilicen, colgando en los laterales.

Así, anularás tu emoción. Dejarás de sentirte molesto y seguirás con tu vida como si nada ocurriera.

Aprendiste ese mecanismo en la infancia y, a no ser que estés acostumbrado a escuchar tu cuerpo, lo harás de forma inconsciente.

Cuando los niños se ven obligados a negar un sentimiento muchas veces, esas tensiones acaban dando forma a su cuerpo.

A eso se le llama estructura de carácter.

La estructura de carácter es la forma en la que una persona se defiende ante situaciones conflictivas que lo alejan del placer, el amor y la seguridad.

Debido a los momentos difíciles que todos vivimos en la infancia, nos vemos obligados a adoptar un carácter que queda impreso en nuestro cuerpo de forma inconsciente.

La estructura de carácter que tomemos, afectará a las emociones y pensamientos en nuestra vida.

En este artículo, te explicaré los 5 caracteres definidos por Alexander Lowen, padre de la bioenergética.

Al final, te indicaré cómo puedes descubrir cuál es el tuyo.

Carácter oral

La característica principal de una persona con un carácter oral marcado es su sentido débil de la independencia. Por eso, tiende a buscar apoyo y sostén en los demás.

Por ejemplo, a nivel sentimental, demanda grandes atenciones a su pareja.

En ocasiones, tiene una gran necesidad de sentirse libre. No obstante, esa sensación se evapora en cuanto aparece un obstáculo en el camino.

El individuo con carácter oral se defendió así porque le faltó una madre atenta y cariñosa en sus primeros meses de vida. O quizá estuvo presente, pero no pudo proporcionar el amor y las atenciones indispensables.

Cómo es el cuerpo

Tiene muy poca energía. Por eso, es habitual que este hombre o mujer se canse con facilidad.

Además, este rasgo se complementa con un cuerpo flaco y músculos poco desarrollados.

Como le faltó una parte importante de la infancia, puede haber ciertos signos de inmadurez; por ejemplo, poca presencia de pelo.

El individuo con carácter oral acostumbra a tener la mirada triste y el pecho hundido para evitar sentir esa tristeza.

Cómo son las emociones y los pensamientos

Es una persona con tendencia a sentirse deprimida porque huye de sus sentimientos.

Le cuesta mucho estar en soledad y, también, teme al rechazo.

A menudo piensa que “no puede”, “nadie le apoya”, “todos le dejan de lado” o “está solo.”

No obstante, fantasea con estar pletórico, lleno de energía o con ser el centro de atención y admiración.

Carácter esquizoide

La característica principal del carácter esquizoide es el de la división entre la mente y el cuerpo. Es decir, sus pensamientos y emociones siguen direcciones opuestas.

Por eso, en su personalidad puede haber actitudes contradictorias.

Recibió un rechazo con cierta hostilidad por parte de la madre en los primeros meses de vida o, incluso, en el vientre materno.

De esta forma, se podría desarrollar este carácter en el caso de que la mamá dudara entre abortar o tener al hijo.

Como el niño no pudo asumir ese duro rechazo, decidió crearse un mundo de fantasía en su cabeza y alejarse de la realidad.

En la etapa adulta, sigue prefiriendo su imaginación a lo que le sucede en el momento.

Por esa misma necesidad de huida de la realidad, puede caer en adicciones, promiscuidad sexual, sectas, etc.

Cómo es el cuerpo

La energía se dirige hacia adentro. Es como un volcán a punto de estallar, pero que siempre queda cohibido.

Por esta represión energética, se forma un cuerpo estrecho y contraído con grandes tensiones.

Las presiones principales están en la cabeza, los hombros y la pelvis. De hecho, la cara es como una máscara porque no muestra sus sentimientos. Los brazos cuelgan sin fuerza.

A nivel general, se puede observar un cuerpo incoherente, desorganizado y desequilibrado.

Cómo son las emociones y los pensamientos

La persona con carácter esquizoide tiene tendencia a encerrarse en sí misma y evitar las relaciones íntimas.

En su interior, guarda mucho terror y agresividad, pero nunca los muestra.

En sus relaciones sociales, finge que es optimista, cooperativo, amistoso y complaciente. Sin embargo, al mínimo desacuerdo o situación desagradable, se retira con frialdad.

Conserva mucha sensibilidad y vulnerabilidad con una constante actividad mental para interpretar lo que le sucede.

Piensa que “no es bienvenido”, “es de otro mundo”, “no puede mostrar su fuerza” o se considera “un ser especial.”

Carácter masoquista

La característica principal de este carácter es el de alguien que padece y sufre mucho, pero permanece sumiso ante las causas de sus malestares.

La persona que desarrolló este carácter creció en una familia cariñosa y amorosa, pero en la que el amor estaba condicionado por sus acciones.

Por ejemplo, la madre decía cosas como “sé bueno y cómete todo lo que hay en el plato” o “ves al baño y mamá te querrá.”

Estos condicionantes, provocaron una gran hostilidad que guardó dentro de sí. No obstante, esa negatividad sale en forma de lamentos y quejas.

Cómo es el cuerpo

El cuerpo se caracteriza por ser bajo, recio y muscular. Puede haber tendencia al sobrepeso.

El cuello es corto y grueso, igual que la cintura; la pelvis abulta de forma prominente y los glúteos están hacia adentro, como si fuera un perro con el rabo entre las patas.

Es una persona con mucha energía, pero a menudo la contiene.

Cómo son las emociones y los pensamientos

A nivel consciente busca gustar a los demás. Sin embargo, guarda una gran hostilidad, rencor y negatividad en su interior.

De pequeño, fue bueno y obediente. De adulto, tiene un gran sentido de la responsabilidad.

Es propenso a la ansiedad

Sus pensamientos habituales pueden ser “soy malo”, “no sirvo para nada” o “no está bien divertirse.”

Acostumbra a sentirse culpable, aunque es bastante probable que responsabilice a los demás de sus “desgracias.”

Carácter rígido

Es el que está mejor adaptado a la sociedad, ya que sus características son bien valoradas en el mundo que vivimos.

Es muy pragmático y realista. Por eso, probablemente no tenga sentimientos relacionados con la espiritualidad.

Creció en una familia que prohibió el gozo sexual infantil. Así, tuvo que contener el disfrute corporal y anteponer siempre el deber al placer.

Cómo es el cuerpo

El cuerpo rígido es proporcionado y armonioso según las tendencias de belleza en nuestra cultura. La postura queda erguida y orgullosa.

Los ojos son brillantes, vivaces; la piel tiene buen color.

Es un individuo con energía y una gestualidad animada. Aunque si tiene demasiada, puede acabar generando ansiedad.

Las mandíbulas son firmes y agarrotadas, para contener la expresión del placer. Las rodillas rígidas, el tórax fuerte y el vientre está apretado, para no sentir el disfrute.

Cómo son las emociones y los pensamientos

Es una persona con mucho miedo a ceder, porque lo vive como una humillación. Es inflexible y no tolera que se aprovechen de él.

Es agresivo, tozudo y competitivo. No tolera la pasividad ni en ellos ni en los demás. De hecho, tiene un empuje y una determinación muy buenos.

Teme al fracaso, por lo que desarrolla un gran sentido de la responsabilidad.

Carácter psicopático

La característica principal de un individuo con este carácter es el control. Necesita dominar todas las situaciones y las personas que le rodean. Busca sentirse poderoso.

Creció en un ambiente en que el padre o la madre lo sedujeron para satisfacer sus propios anhelos, sin tener en cuenta lo que el niño o niña realmente necesitaba.

Por este motivo, no sintió el apoyo ni el contacto físico.

Cómo es el cuerpo

El cuerpo de alguien psicopático está desproporcionado entre la mitad superior y la inferior. Es decir, puede haber un tórax muy grande con unas piernas muy débiles.

O a la inversa: una pelvis y piernas grandes con un tórax pequeño (es el típico cuerpo con forma de pera).

El cráneo está sobrecargado de energía, porque le da muchas vueltas a la cabeza. Y posee una gran tensión en la zona del diafragma. La pelvis y las piernas son rígidas, con poca vitalidad.

Los ojos observan con desconfianza; tiene una mirada penetrante, dominante y seductora.

Cómo son las emociones y los pensamientos

El carácter psicopático niega sus sentimientos y necesidades. Su principal preocupación es conseguir que la mente gobierne el cuerpo y los sentimientos.

Teme ser controlado y dominado.

Su forma de defenderse es imponiéndose a los demás, con violencia o con artimañas seductoras. No obstante, como le faltó el cariño, es dependiente de estas personas a las que dirige.

Cuando siente que es derrotado, se coloca en posición de víctima. Aunque en su fuero interno, teme ser una persona mala y cruel.

Cómo descubrir cuál es tu carácter

Lo primero que tienes que tener en cuenta es que cada uno de ellos muestra lo negativo de las personas, aquello que tratamos de ocultar a ojos de los demás.

Si no te has reconocido en las características que he descrito, lo mejor es que observes tu cuerpo. Colócate delante del espejo y obsérvate.

¿Cómo son tus piernas, fuertes o débiles? ¿Tu pecho está hundido o hacia afuera? ¿Eres de constitución delgada o gruesa? ¿Tienes los músculos desarrollados? ¿Cómo es tu mirada? ¿Tus brazos tienen energía o cuelgan a los lados?

Y, sobre todo, pregúntate cómo es tu nivel de energía o cuáles son los pensamientos negativos sobre ti mismo que acostumbras a tener.

Anótalo. Después, relee las características de cada uno de los caracteres y considera a cuál te pareces más.

Antes de despedirme, quiero aclarar dos aspectos.

En primer lugar, es interesante destacar que el carácter que tengas no es negativo en sí mismo. En su momento, te permitió sobrevivir a aquellas situaciones que te causaban dolor.

Lo importante es reconocerlo para encontrar otras opciones posibles y no caer siempre en los mismos obstáculos.

En segundo lugar, también es importante destacar que no eres una etiqueta.

Con el tiempo, he aprendido que todos tenemos un poco de cada uno de los caracteres; a pesar de que habrá uno o dos más presentes en nuestras acciones.

Por último, sólo quiero comentarte que, si te interesa seguir conociéndote a través de tu cuerpo, puedo acompañarte. Si te suscribes a mi página web, te regalaré el curso Primeros pasos para escuchar tu cuerpo. (http://laescritoradetuvida.com/regalo/)

Ahora te toca a ti. ¿Te ha quedado alguna duda? ¿Te has reconocido en alguno de estos caracteres? Sigamos la conversación en los comentarios.

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Autor: Nuria Gallego
Fuente: Psicocode.com