Es difícil no preocuparse, en el mundo de ahora, situaciones políticas inestables, desastres naturales, crisis financieras. Inclusive pensar en lo que vas a hacer para la cena, o que vas a cenar te puede estresar. Todo el mundo se preocupa (o al menos la mayoría de nosotros lo hacemos), pero lo que nos diferencia, es la habilidad de lidiar con el estrés que esto genera.
Por un lado, preocuparse puede ser beneficioso, enfoca nuestra energía mental en el problema que nos molesta, y lo ideal sería que esto se transforme en la motivación que nos lleve a la solución (por supuesto, si el problema que te ocasiona la preocupación está bajo tu control y tu puedes hacer algo).Por el otro lado, preocuparse de una manera extrema puede perjudicar e impactar tu salud y tu paz mental. Si te sientes constantemente en un estatus de preocupación (grande o pequeña), hasta el punto que no te puedes concentrar y el estrés te consume, te trae tensión, entonces hay una razón para preocuparse.
Descubre con este testsi esa tormenta interna está afectando tu bienestar físico y mental, iniciando en el botón “azul” que se encuentra más abajo. ¡Comenzamos!