Un estudio comprueba que las personas solemos ser más sensibles con los animales que con otros, acá la respuesta del por qué sucede esto.
Es curioso, los seres humanos, hasta ahora, somos los únicos capaces de ser conscientes plenamente de nuestra condición. Es decir, somos la única especie que puede sentirse, pero también saberse, miserable o alegre, por ejemplo.
Un perro puede ser estar sufriendo, pero ese dolor es parte de un presente físico y psicológico; pero pareciera que el ser humano carga con un doble dolor al saberse víctima de ese sufrimiento, algo así como el ¿por qué a mí?
Esta condición, probablemente habría de volvernos más empáticos hacia el dolor ajeno, pero, como seguro habrás notado, a veces pareciera que el dolor de los animales nos es más importante que el de nuestros pares. ¿Por qué sucede esto?
Es curioso, los seres humanos, hasta ahora, somos los únicos capaces de ser conscientes plenamente de nuestra condición. Es decir, somos la única especie que puede sentirse, pero también saberse, miserable o alegre, por ejemplo.
Un perro puede ser estar sufriendo, pero ese dolor es parte de un presente físico y psicológico; pero pareciera que el ser humano carga con un doble dolor al saberse víctima de ese sufrimiento, algo así como el ¿por qué a mí?
Esta condición, probablemente habría de volvernos más empáticos hacia el dolor ajeno, pero, como seguro habrás notado, a veces pareciera que el dolor de los animales nos es más importante que el de nuestros pares. ¿Por qué sucede esto?
Dos sociólogos de la Universidad Northeastern, Arnold Arluke y Jack Levin, hicieron un experimento para, primero, comprobar si es que esta tesis es verdadera, y dos, averiguar por qué sucede. En su análisis retomado por Wired, mostraron notas informativas a distintos participantes sobre ataques o situaciones de peligro tanto en humanos como en animales; los analizados se sintieron más empíricos generalmente con los animales que con los humanos a tal grado que en situaciones de peligro preferirían salvar a los animales. En esta investigación también se comprobó que las mujeres son más propensas a sentir empatía por los animales, pero además, en ambos géneros, esta sensibilidad a los animales crece más según la especie. Como podrás intuir la más alta suele estar dirigida a los perros.
¿Por qué?
La respuesta que encontraron estos investigadores al por qué somos más empáticos con los animales que con nuestra especie es porque encontramos a los primeros mucho más inocentes e indefensos que a nuestros pares.👍 COMPARTE lo positivo {+} en tu red social favorita 💡 ¡Asegúrate de guardarlo en tu tablero de Pinterest! Aprende a expandir tu consciencia y observar los cambios positivos en tu vida! Si llegaste hasta aquí, muchas gracias por leernos.
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Fuente: Durangomas.mx