Hoy la simplicidad es casi un lujo. Bombardeados por la publicidad y la tecnología, pasamos cada vez más tiempo delante de las pantallas de los dispositivos o consumiendo cosas que no nos aportan nada.
Como en ninguna otra época, nos hemos alejado de las actividades manuales y de las que demandan crear. También hemos perdido la capacidad de asombrarnos ante los pequeños detalles y de encontrar placer en las actividades cotidianas.
Este estilo de vida, aparentemente muy conectado, en realidad nos desconecta incluso de nosotros mismos, por lo que termina alimentando estados como la depresión y/o la ansiedad. Curiosamente, cada vez más terapeutas a lo largo del mundo recomiendan como tratamientos complementarios a la terapia, la realización de actividades manuales que capten toda nuestra atención, mejor aún si implican cierto grado de creatividad.
Las actividades más sencillas también son muy beneficiosas para nuestro equilibrio emocional
Cocinar
Pero cocinar sin prisas, disfrutando de todo el proceso. Cocinar es una tarea que alivia el estrés y libera la mente de las preocupaciones. Al entrar en la cocina, los olores, aromas y sabores estimulan nuestros sentidos, haciendo que sea una experiencia muy completa que nos anima a centrarnos en el aquí y ahora. Esa es la razón por la que muchos psicólogos estadounidenses les piden a sus pacientes que complementen la psicoterapia poniéndose el delantal y cocinando.
Cocinar también es una actividad que despierta la creatividad ya que podemos combinar los ingredientes de mil maneras diferentes. Una encuesta realizada en el Reino Unido reveló que una de cada tres personas refería sentirse más estresadas y ansiosas que hace cinco años, pero el 80% también indicaron que cocinar les ayudaba a relajarse.
Hacer jardinería
Una tarea manual muy relajante es la jardinería. También representa un festín para los sentidos, a la vez que nos permite conectar con la naturaleza. De hecho, se ha apreciado que cuando estamos rodeados de verde nuestro cerebro se relaja mucho más porque logra desconectarse, activando lo que se conoce como “red neural por defecto”, que es la que facilita un estado de calma y bienestar.
Por si fuera poco, un estudio llevado a cabo en la Universidad de Bristol reveló que en la tierra existe una bacteria no patógena denominada Mycobacterium vaccae, que tiene el mismo efecto que los medicamentos para la depresión ya que aumenta el nivel de serotonina en el cerebro. Estos científicos apreciaron que los animales expuestos a la bacteria reaccionaban mucho mejor ante el estrés. Otra investigación, esta vez realizada con personas en el Royal Marsden Hospital,reveló que esa bacteria es eficaz para aliviar el dolor pues tiene un efecto antiinflamatorio, un proceso que a nivel cerebral también se ha asociado con la depresión.
Tejer
El movimiento repetitivo al tejer genera un estado muy similar al que podemos obtener mediante la meditación mindfulness. Al tejer tenemos que concentrarnos en la tarea pero, a la misma vez, nuestro cerebro tiene cierta libertad para relajarse ya que no se trata de una actividad muy demandante desde el punto de vista cognitivo.
En este sentido, investigadores de la Universidad de Cardiff analizaron a 3.545 personas de todo el mundo y descubrieron que quienes tejían en su tiempo libre reportaban sentirse más relajadas. Estas personas afirmaron que su pasatiempo les ayudaba a aliviar el estrés y la presión cotidiana. De hecho, cuando disfrutamos de una actividad, en nuestro cerebro se genera dopamina (el neurotransmisor de la recompensa), endorfinas (que producen una sensación de bienestar) y serotonina (asociada con el buen humor).
Colorear
Esta actividad que tanto nos gustaba de niños, es una excelente herramienta para combatir la ansiedad, la depresión y el estrés. De hecho, Jung les recomendaba a sus pacientes que dibujaran mandalas, como un complemento a la terapia para que se sintieran mejor. La clave radica en que el dibujo no solo nos ayuda a relajarnos sino que nos permite reemplazar los pensamientos negativos con imágenes más agradables.
Un estudio llevado a cabo en las universidades de Texas y Emory concluyó que dibujar es una terapia no verbal muy interesante para aliviar los síntomas de las personas que sufren estrés postraumático. Otra investigación realizada en el Northwestern Memorial Hospital desveló que pasar tan solo una hora al día dibujando puede ayudarnos a aliviar el dolor y mejorar nuestro estado de ánimo cuando estamos enfermos.
Por último, recuerda que en la vida hay muchos momentos agridulces, estas actividades no son una solución mágica e instantánea, pero regresar a la simplicidad es un buen comienzo para eliminar un poco de caos de nuestra vida y reconectar con nuestra esencia. A veces para estar bien, solo necesitamos parar y abrazar la simplicidad.
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Por: Jennifer DelgadoFuente: Rinconpsicologia.com