Fluir es el secreto para lograr metas en equilibrio, armonía y bienestar


Fluye, fluye… simplemente fluye. Sé cómo el agua y date la oportunidad de divertirte y ser libre.


¿Qué tan seguido nos sentimos desgastados de buscar, luchar, planear, estructurar y todo cuesta el doble o triple de esfuerzo y el resultado no es el que esperamos o queremos?.

Hemos crecido con la creencia de que si te esfuerzas lograrás la meta. En esta creencia, a veces caemos en la tendencia al capricho y al enojo llegando a niveles de competencia y desgaste autodestructivos que nos dejan como consecuencia un desgaste físico, mental, espiritual y emocional así como una sensación de frustración que daña la autoestima.

Es muy posible que la meta no sea el punto en el que nos estamos equivocando sino la metodología. Si partimos del principio de que el ir detrás de una meta es con la intención de obtener bienestar, ¿ por qué en el proceso sufrimos tanto?. Porque volvemos la meta un capricho y centramos toda nuestra atención en ella ignorando lo esencial, nuestro equilibrio y tranquilidad. Este aspecto nos lleva a tomar decisiones incorrectas, complicar nuestro desempeño y saturar nuestras emociones….


 Fluir es el secreto para lograr metas en equilibrio, armonía y bienestar


Al tener una meta, la clave está en disfrutar el proceso con ilusión, esperanza, satisfacción y agradecimiento. Hemos caído en la situación de convertir nuestras metas en una necesidad de vida creyendo que el obtenerla nos dará sentido de felicidad, estabilidad, solidez y alegría. En ésta creencia nos saturamos de presión, estrés, angustia y en algunos casos desesperación.

Este cúmulo de emociones y sensaciones las vamos plasmando en nuestras relaciones, nuestro espacio, nuestro entorno y acabamos volviendo ese ímpetu por lograr nuestras metas nuestro peor enemigo.

¿Cómo puedo salirme de ese círculo vicioso?

Comencemos estableciendo principios y jerarquías. ¿ Por qué busco esa meta? ¿Qué me lleva a querer obtenerla? En la mayoría de los casos la respuesta es: para estar mejor. Un principio importante es que si quieres estar mejor clarifiques ¿qué es para ti estar mejor? Parece confuso y contradictorio pero en la mayoría de los casos, en mi experiencia profesional, me he encontrado que al hacer la pregunta a una persona de ¿qué es lo que quieres? me responde con una larga lista acerca de lo que no quiere. Sabemos lo que no queremos pero es muy común que no sepamos en realidad que es lo que queremos. Así que el primer paso es determinar ¿qué es lo que quiero?, ¿qué es lo que busco para mí?,¿ qué sensaciones y emociones quiero sentir? Y ¿por qué y para qué lo quiero?

Al responder éstas preguntas empezamos a descubrir las carencias que tenemos o que nos hemos creado. Cuando las reconocemos lo recomendable es enfocarlas en compensarlas, poco a poco, detalladamente para sentirnos bien.

¿A qué me refiero? La sensación de carencia deriva de un aspecto de descuido, de apego, de anhelo a lo que veo en el exterior.

¿Cómo me enfoco en compensar éstas carencias? Muy sencillo: cuidando, practicando el desapego y viendo hacia el interior.

¡ Sí! Enfócate en cuidarte, no te enganches ni encapriches con apegos materiales y mira tu corazón. No se puede mejorar lo que no se tiene. ¿Quieres una mejor relación sentimental y de pareja? Cuídate, entiéndete, conócete y apóyate a ti mismo para ser capaz de hacerlo y compartirlo con otra persona. ¿Quieres una mejor posición económica? Agradece lo que tienes, cuídalo, valóralo y disfrútalo. No va a llegar más si desprecias y descuidas lo que tienes. ¿Quieres una vida mejor? Disfruta y agradece la que tienes, consiéntete, diviértete, deja de agobiarte y exigirte en exceso por lo que no tienes.

Al realizar cotidianamente este ejercicio vas a comenzar a fluir. ¡Claro! Para lograr una meta es indispensable fluir en la sintonía de la misma. Si tu meta es una mejor vida, fluye, simplemente fluye, en la sintonía de que tienes una buena vida para que ésta mejore constantemente.

 Fluir es el secreto para lograr metas en equilibrio, armonía y bienestar

Para apoyarte en tu espacio y entorno, desde la perspectiva de Feng Shui, hay aspectos que se pueden trabajar. El fluir se asocia con una sensación de amplitud, de libertad, de orden y de seguridad.

¿Cómo lo puedo lograr? Observa tu casa, tu lugar de trabajo. Principalmente las puertas, los pasillos y las ventanas. A través de esos espacios estás emitiendo señales de que tan saturado éstas en tus emociones y pensamientos. Libera, limpia, ilumina las puertas de tu espacio, que abran y cierren fácil y libremente, se refleja en oportunidades y comunicación. No sólo con comunicación exterior, también con comunicación contigo mismo.

Ilumina, libera de muebles y objetos los pasillos de tu espacio, se refleja en conexión. No sólo con conexión exterior, también con conexión contigo mismo.

Desbloquea y abre tus ventanas, ventila tu espacio, permite que entre luz natural, se refleja en percepción y manifestación. No sólo con percepción y manifestación exterior, también contigo mismo.

Si existe comunicación, conexión y percepción se manifiestan las oportunidades hacia el interior desde el exterior porque fluyes en congruencia desde el interior hacia el exterior con quien eres, lo que tienes y lo que deseas.

De ésta manera yo te invito a fluir, simplemente fluir para lograr tus metas en equilibrio, armonía y bienestar.

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Autor: Mónica Koppel
Fuente: Fengshui-monicakoppel.com.mx