Expresiones y palabras limitantes que te atan a esquemas mentales poco constructivos.
Hay palabras tóxicas que no deberíamos utilizar. Algunas de ellas son negativas para nosotros porque son términos limitantes que nos impiden avanzar y desarrollarnos, otras son poco específicas y otras pueden dañar la autoestima de la persona a la que se lo decimos.
Tal y como afirma la psicóloga Nuria Luján Treviño: “La manera como utilizamos el lenguaje afecta a los demás, porque podemos hundir a alguien o provocarle un cambio en las actitudes según lo que le decimos”.
Tal y como afirma la psicóloga Nuria Luján Treviño: “La manera como utilizamos el lenguaje afecta a los demás, porque podemos hundir a alguien o provocarle un cambio en las actitudes según lo que le decimos”.
Somos lo que decimos
Las palabras tienen un efecto positivo o negativo en nosotros mismos y en los demás. Catherine Pratt, autora del libro “Cómo tratar con gente negativa”, afirma que las personas negativas pueden provocar que otros se sienten agotados o incluso deprimidos. Y es que las palabras que utilizamos no solo afectan a otros individuos, sino que hablan mucho de nosotros. Como dice la frase popular, “el lenguaje es el reflejo de nuestro pensamiento”.
Las palabras tóxicas también tienen consecuencias sobre nuestra propia imagen y sobre cómo nos ven los demás. Las personas queremos rodearnos de gente positiva y evitar aquellas personas que nos hacen sentir mal y que proyectan negatividad. Además, las palabras tóxicas también son palabras limitantes, en el sentido de que limitan nuestro desarrollo personal y no nos permiten alcanzar el éxito.
Las palabras tóxicas también tienen consecuencias sobre nuestra propia imagen y sobre cómo nos ven los demás. Las personas queremos rodearnos de gente positiva y evitar aquellas personas que nos hacen sentir mal y que proyectan negatividad. Además, las palabras tóxicas también son palabras limitantes, en el sentido de que limitan nuestro desarrollo personal y no nos permiten alcanzar el éxito.
Una lista de palabras tóxicas
Pero, ¿qué palabras tóxicas hay? ¿Cuáles son las palabras negativas?
Existen una serie de términos que no deberíamos emplear como parte de nuestro lenguaje. Son los siguientes.
1. Incompetente
Hay palabras que cuando alguien las recibe le hacen sentir como un torpe e un inepto. Por eso se debe evitar llamar incompetente a alguien. ¿Por qué? Pues porque cada persona tiene una serie de virtudes y defectos, y puede ser bueno para realizar unas tareas pero no otras.
Por ejemplo, una persona igual no es buena trabajando de camarero, pero puede tener un gran dominio de las nuevas tecnologías y se desempeña excelentemente como programador web. Para no utilizar la palabra incompetente en lo referente al trabajo a los estudios, siempre es aconsejable alentar a este individuo a que encuentre su verdadera pasión. Puede que para ese trabajo no sirva, pero habrá otro en el que encaje perfectamente y en el que podrá explotar sus competencias.
Por ejemplo, una persona igual no es buena trabajando de camarero, pero puede tener un gran dominio de las nuevas tecnologías y se desempeña excelentemente como programador web. Para no utilizar la palabra incompetente en lo referente al trabajo a los estudios, siempre es aconsejable alentar a este individuo a que encuentre su verdadera pasión. Puede que para ese trabajo no sirva, pero habrá otro en el que encaje perfectamente y en el que podrá explotar sus competencias.
2. Raro
Los individuos podemos tener muchos prejuicios y ponernos a la defensiva con lo que no entra dentro de nuestros esquemas mentales. Existen muchas culturas con sus formas de pensar y sus valores y sus costumbres, y esto es lo que hace que nuestro mundo sea tan variado, rico y diverso. Cuando afirmamos que alguien es raro, estamos diciendo que nosotros somos lo normal, cuando, en realidad, todos somos diferentes.
Si eres de esos que llama raro a alguien y sufre algún tipo de problema, deberías estar agradecido de la suerte que has tenido por nacer en una buena familia y por gozar de una buena salud. La vida puede ser muy injusta con algunas personas.
3. Te necesito
Esta frase, si es empleada en una relación de pareja, hace referencia a la dependencia emocional. La utilizan personas que tienen una autoestima baja y que se enganchan a una relación pese a ser tóxica. Cuando alguien goza de una autoestima alta no necesita a nadie para ser feliz, porque la pareja es un complemento y no lo es todo para él o ella.
4. No puedo
“No puedo” es una de esas palabras limitantes que te imposibilitan pasar a la acción y son paralizantes. Salvo en casos extremos, el esfuerzo y la perseverancia te permitirán alcanzar tus metas. Siempre y cuando estas metas sean realistas.
5. Debo, no debo
“Debo o no debo” tiene que ver con una serie de creencias sociales o lo que los demás te dicen que debes hacer. Tú eres la única persona que sabe lo que te motiva y lo que te hará feliz. Así que ya puedes borrar de tu diccionario personal esta palabra o las frases como: debo casarme, debo ser médico, etc. Mejor utilizar así: "quiero ser bombero" o "quiero viajar".
6. Imposible
Esta palabra es similar a “no puedo”, y como se ha dicho anteriormente, excepto algunos casos, los objetivos realistas se pueden lograr. Más que imposible, mejor sería de decir: “es difícil pero no imposible.”
7. Odio
El odio es una emoción negativa que fomenta la agresividad y la violencia. Según cuenta el psicólogo Manuel Vitutia en el Huffington Post, “Esta emoción nos roba la paz y no nos deja disfrutar de nada más. Sentir odio es como sufrir una úlcera". No conseguiremos nada diciéndole a alguien que le odiamos. Siempre es mejor la aceptación y seguir adelante sin rencores.
8. Aburrido
Siempre hay cosas que hacer, si estás aburrido es porque tienes una vida poco rica. En vez de quedarte en el sofá mirando el televisor, mejor que salgas a dar un paseo, a correr o te leas un libro interesante.
9. Enfadado
El enfado es muchas veces una reacción de la que nos arrepentimos. Por ejemplo, cuando estamos en pareja y explotamos por una tontería, luego toca pedir disculpas por nuestra reacción y reconocer que no era para tanto. Los expertos afirman que el enfado es una reacción secundaria que oculta muchas veces la inseguridad, el miedo o la tristeza. Por tanto, si vas a enfadarte, primero analiza si no hay otra causa que lo esté provocando tu enojo.
10. Culpa
Culpar a los demás también puede enmascarar nuestras propias inseguridades, y puede evitar reconocer que nosotros también somos culpables. De hecho, es más fácil culpar al otro que hacer una profunda reflexión sobre tu parte de culpa.
11. Feo
Vivimos en una sociedad que valora mucho el aspecto físico de las personas y en el que predomina una cultura de la imagen. Y no todo el mundo tiene unos rasgos físicos que enamoran. Pero eso no te da derecho a despreciar a alguien por ese motivo, porque puede que en su interior atesore otras cualidades importantes. Llamar feo a alguien puede hacerle mucho daño y por eso debemos borrarlo de nuestro diccionario.
12. Inútil
Llamar inútil a alguien es como llamarle incompetente. Es un insulto degradante que debería evitarse a toda costa. En el trabajo, si piensas que alguien no tiene las cualidades necesarias para desempeñar esa función, házselo saber pero motívale para que se dedique a otra cosa. Seguro que podrás sacar a relucir su talento de otra manera.
13. Fracaso
La palabra fracaso debe borrarse del diccionario personal, porque es una palabra limitante y, por tanto, interfiere negativamente en el desarrollo personal. Los fracasos son experiencias de las que se puede aprender y son vivencias muy enriquecedoras.
14. Malo
Llamar malo a alguien es poco específico. Además, que algo sea bueno o malo puede ser discutible. Por ejemplo, hay personas que piensan que tener relaciones sexuales con más de una persona es malo aunque en realidad no es así.
Asimismo, podemos llamar malo a alguien simplemente porque no nos trata como querríamos. Por poner otro ejemplo, si nuestra pareja nos deja, el dolor hará que la veamos como una mala persona, porque es el rencor el que se está manifestando.
Asimismo, podemos llamar malo a alguien simplemente porque no nos trata como querríamos. Por poner otro ejemplo, si nuestra pareja nos deja, el dolor hará que la veamos como una mala persona, porque es el rencor el que se está manifestando.
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