20 extraordinarios consejos de una mujer de 40 años para las que tienen 30


Este año cumpliré 40, tengo dos hijos maravillosos, y he logrado cosas de las que me siento orgullosa. Me gusta mi vida y todo lo que he podido hacer, pero ahora a la luz de la experiencia entiendo que quizá hubiera hecho las cosas de otra manera si hubiera sabido antes algunas cosas que son en realidad muy sencillas, por eso me gustaría compartir con todas lo que en mi opinión vale la pena que una mujer de 30 sepa.

1. Ámate y acéptate por completo

Estoy convencida que hubiera podido evitar muchos errores si cuando era más joven hubiese aceptado lo bueno y lo malo que hay en mí. Después de que aprendas a amarte puedes también amar y aceptar a otras personas. Eso es muy importante para relacionarse sanamente con los demás.

2. Enriquece tu alma

Si no sabes cuál es el apoyo que necesita tu alma ni sabes qué es lo que realmente te gusta intenta algo nuevo, ve a eventos a los que nunca habías ido hasta que encuentres eso que te de la sensación de ser libre y te llene como persona.

3. Encuentra apoyo

Durante mucho tiempo intenté sortear todas las dificultades yo sola o con sólo un poco de ayuda de mis amigos. Luego entendí que tener amigos y seres queridos que puedan ayudar y apoyar activamente en situaciones difíciles es muy importante.

4. Se honesta

Antes cuando encontraba alguna dificultad en mi camino yo simplemente me ponía una máscara que sonreía y hacía como si nada ocurriera. Sólo algunas personas muy cercanas sabían lo que en realidad estaba pasando. Pero la verdad es que no tiene nada de malo en mostrar lo que te ocurre, todos pasamos por situaciones difíciles en la vida y eso hace parte de nuestra existencia; además las personas que sienten un cariño sincero se acercarán más al saber que como ellos, tienes problemas, alegrías y tristezas.

5. Vive para ti

Gran parte de mi vida la he dedicado a cuidar a los demás sin dejar tiempo para mí. Lo que resultó de eso fue que lograra hacer mi vida mucho más complicada de lo que en realidad podría ser. Recuerda, nunca podrás hacer felices a todos los que te rodean por eso empieza a hacer cosas que te hagan feliz a ti, y tu vida será mejor.

6. No te sacrifiques con tanta frecuencia.

El sacrificio es necesario cualquier relación porque todos somos diferentes y tenemos diferentes necesidades. El sacrificio es aceptable mientras ambas partes lo hagan por igual. Si eres tú quien siempre sacrifica sus necesidades y deseos para complacer a los demás entonces vale la pena pensar de nuevo en si esa o esas relaciones valen la pena ¿realmente necesitas tener algo así en tu vida?

7. Viaja más

Quizá sea eso lo que más lamento. No viajé lo suficiente cuando era más joven y aún no tenía hijos. Fue un error. Puedes elegir en qué usar tu dinero: comprar recuerdos o cosas; si yo hubiese entendido eso antes hubiese dejado de gastar cosas que en realidad no necesitaba y hubiese invertido el dinero en visitar al menos un país nuevo al año. Los viajes dan la sensación de libertad, abren la mente y permiten darse cuenta lo diferente que puede ser la vida en otro lugar del mundo.

8. Preocúpate menos

Antes debía luchar constantemente con la preocupación y la angustia. Las preocupaciones alimentaban la angustia y mi personalidad cambiaba casi hasta quedar irreconocible. Luego de que te des cuenta que el hecho de preocuparte no va a cambiar la situación de ninguna manera empezarás a aceptar lo que pueda pasar. Entenderás que al fin de cuentas todo acabará por caer por su propio peso y si algo puede hacerse debe ser hecho, pero de lo contrario preocuparse es inútil. Cuando dejé de preocuparme tanto mi nivel de estrés bajó inmediatamente.

9. Deja de comparar

A veces pienso que las redes sociales deberían acabar ahora mismo. Una cosa es comparar tu vida con la vida de tu mejor amigo, pero otra muy distinta es compararla con alguien de la lista de «amigos» de Facebook. Hace daño. Y podrás superarlo sólo cuando entiendas que el hecho de compararte no cambará nada en tu vida y sólo reducirá tu autoestima. Siempre habrá alguien más inteligente, más bello, o mejor que yo y ya lo he aceptado. En el momento que siento que empezaré a compararme enfoco mi pensamiento en lo agradecida que estoy por lo que tengo, y de esa manera obtengo algo bueno de lo que hubiera podido llegar a deprimirme.

10. Olvídate de las expectativas

Crecí con el «síndrome de Disney», es algo así como si creyera que algún día encontraría a mi Príncipe Azul, me casaría y viviría feliz para siempre. Pero eso no es verdad, no tiene nada que ver con la realidad. Después de haber soportado dos malos matrimonios tomé mis expectativas y las eché al basurero. Una vez hecho eso puedes empezar a pensar en tu vida sin esperar nada de otras personas y empezarás a vivir aquí y ahora. 

11. Vive para trabajar pero no trabajes para sobrevivir.


Si yo pudiera volver a comenzar de cero me gustaría probar diferentes profesiones para elegir la que me vaya mejor. Luego de encontrar una vocación que puedas seguir en realidad hasta el fin de tus días entenderás que vivir para trabajar significa amar y respetar tu decisión. Muchos han quedado atrapados en un trabajo que no les gusta porque reciben un salario, y eso está lejos de ser algo sano.

12. Ahorra

Parecería que no hace falta pensar mucho para decidir algo así, pero yo no lo hice cuando era más joven y ahora a mis padres disfrutar de su pensión y pienso en lo que debo hacer para poder garantizar financieramente mi vejez. La vida cambia constantemente y puede darte una buena cantidad de sorpresas, por eso ahorrar en caso de dificultad es algo correcto e inteligente.

13. Da más

Un poco tarde comprendí que me gusta ayudar a la  gente. Ya sea el ser voluntaria, hacer obras de caridad o sencillamente ayudar a un amigo cercano que esté en una situación difícil. Cuando haces algo para otra persona te olvidas por un momento de tus propios problemas. Al hacer esto de todo corazón y sin esperar nada a cambio verás que también los problemas de tu vida empezarán a resolverse poco a poco de formas inesperadas.

14. Perdónate y perdona a los demás.

Durante gran parte de mi vida estuve enojada por causa de situaciones por las que tuve que pasar y estaba segura que eran 100% la culpa de otra persona. Cuando entendí que la imposibilidad de perdonarme y perdonar a los demás por los errores del pasado no me dejaría vivir feliz, decidí cambiar. Me tomó algo de tiempo dejar ir toda la carga pero luego me sentí realmente libre. Deja que el pasado se vaya y entenderás que la vida es bella.

15. No gastes mucho tiempo en personas negativas

A veces es difícil dejar de relacionarse con personas negativas, especialmente si son tus colegas o miembros de tu familia, pero siempre puedes elegir el tipo de amigos que quieres y con quienes podrás disfrutar de la mayor cantidad de tiempo. Cuando sepas claramente cuáles son los límites que protegen tu tranquilidad de la energía de otras personas sentirás que sin su influencia negativa la vida será más fácil y alegre.

16. Decir «No» es muy importante

Siempre me había sido muy difícil decir que no, siempre quería decir que sí y hacer feliz a todo el mundo, pero eso es imposible. Cada vez que decía «no» intentaba justificarme o explicar la situación. Luego de madurar un poco más me parece más claro que decir que «no» a conciencia es muy importante y no estoy obligada a justificar por qué no quiero tomar la responsabilidad de algo o no puedo hacer algo por alguien. Si estás segura de querer decir «no» entonces la otra persona podrá aceptar tu respuesta con mayor facilidad.

17. Piensa bien antes de decir «Sí, acepto».

Me he divorciado, y es difícil para mi aceptarlo, pero ahora sé lo que quiero, lo que deseo ver y lo que merezco. Es muy fácil hundirse en emociones y sentimientos: yo contaba el tiempo que había estado junto a cierta persona, quería más de lo que tenía y por eso me casé esperando que todo cambiara para mejor por sí solo. Efectivamente, todo cambió, se hizo peor. Si no sientes que la relación que tienes en este momento es para toda la vida o si hay muchos «peros» entones deberías reconsiderar si esa persona debería seguir siendo tu pareja. Es muchísimo más fácil acabar con una relación antes de que se convierta en algo más serio.

18. Detente y alégrate con las cosas pequeñas

Vivimos en un mundo en el que cada persona está conectada a su propia máquina de internet, y se vuelve aún más difícil desconectarse y simplemente disfrutar la vida. Presencia un atardecer o levántate para ver el amanecer, enamórate de una noche estrellada; detente a oler una florecita, ve al mar o a las montañas a contemplar la naturaleza. Como dijo un héroe de una película «La vida pasa bastante rápido, si no te detienes a mirar podrías hasta perdértela».

19. Deja de preocuparte por lo que piensen los demás

¡Cómo me hubiese gustado entender esto mucho antes! Siempre estaba muy preocupada por lo que pensarían los otros de mí y con cierta frecuencia hacía cosas que pensaba que la gente esperaba que hiciera. Cuando entendí que las conjeturas de los demás no tienen nada que ver con mi vida pude finalmente motivarme con lo que realmente deseaba. Cuando te conviertes en ti misma y no buscas agradar a los demás la vida se hace más fácil.

20. Cambia.

Cuando estaba más joven yo quería que todo fuera predecible y estable. Pensaba que era más fácil pensar que mi vida sería de una u otra manera a lo largo de muchos años. Cuando tuve que afrontar fuertes cambios no estaba lista. Ahora sé que lo único seguro en la vida son los cambios. Cuando entiendas que puedes tener curvas inesperadas en tu vida te será más fácil estar preparada para todo lo que puedas encontrar en el largo, interesante y feliz camino de tu vida.


Fuente: lifehack.org
Traducción y adaptación: Genial.guru