La licuadora - {Conny Méndez}


Ustedes ya me han escuchado (o me han leído) hablándoles de "Los Cambios que se avecinan". Ya no es que están próximos sino que los tene­mos con nosotros. Cada vez que te sientas en desa­grado, en disgusto o con quebrantos en la salud, una sensación de mareos o de confusión. Yo te rue­go que digas de inmediato: "Yo soy una an­torcha de fuego violeta y todo lo negativo que se me aproxime es el ins­tante transmutado". Y esto lo afirmes cuantas veces puedas recordarlo diariamente y por las noches, si despiertas durante tu sueño. Es im­portantísimo para tí y para todo el Planeta. Voy a explicarte:
"Los Cambios" para esta Nueva Era los trae la Luz que se está derramando en todo el Planeta. Es­ta Luz, tú lo sabes, gira dentro de Nosotros en forma circular y en espiral, gira con tal rapidez que causa confusión. Ella es como una licuadora que tiene el propósito de desbaratar las cristalizaciones que tenemos acumuladas desde muchas vidas. Tal como se pulverizan y licúan las cosas que tu metes en tu licuadora. Por supuesto que es maravilloso que la Luz te obligue a salir de todas las "pelotas" de odio, amargura y demás acumulaciones de ener­gía mal usada que hay en tu subconsciente, en tu cuerpo etérico, mental y en el aura. Pero esto tiene un grave peligro y es que esa aceleración puede ha­certe perder el contacto con el Cristo, ya que cuan­do el ser se siente mal, se olvida de su conciencia espiritual y sólo le provoca obedecer a lo que le dicta su cuerpo.

El peligro estriba en que aquellos que han practi­cado el "espiritismo" y la "brujería" están propen­sos a que les penetren entidades y de planos psíqui­cos, aprovechando el "bajón" en que se siente la persona. Por eso es que ¡te alerto a que no pierdas un minuto! ¡al sentir cualquier cosa negativa, cual­quier mal humor, ganas de criticar, poner atención a chismes, cualquier falta de caridad, todo es abrir una rendija (o un portón) a un plano que es impe­rativo mantener trancado para siempre!!!

No arriesgues el perder esta encarnación cuando ya (por el sólo hecho de conocer Tu Presencia) eres candidata a la Ascensión, ¡por Dios!!!
Sálvate con la Llama Violeta, porque nadie se puede salvar sin Ella. Ya Tú lo has comprobado. Mañana no podrás alegar "que nadie te lo dijo".