Hijos de padres divorciados


En ocasiones los padres se preguntan qué ocurre con sus hijos que de pronto  se vuelven distantes y agresivos, luego de un divorcio o separación de sus padres... esto tiene sus raíces en implicaciones sistémicas.

Cuando un padre o una madre no dan un lugar para agradecer al otro, el niño irremediablemente se resiente con el padre que lo hace y se vuelve leal con el que se está excluyendo o rechazando. No es necesario que el rechazo sea expresado con palabras, porque los niños están estrechamente ligados a la energía de sus padres y captan toda la información tacita que estos emiten...así que pueden percibir todo el resentimiento entre ambos.
Es duro darle un lugar bueno en nuestro corazón a una persona que percibimos que nos destrozó nuestros sueños... pero recuerda que tienes el 50 % de la responsabilidad, lo aceptes o no. Y que tu hijo no tiene que llevar a cuesta lo que ha sucedido con sus padres.

Indiferentemente que tu ex pareja te abandonara, te golpeara, te fuera infiel, etc... Siempre será el padre o la madre de tu hijo. Recuerda ante todo que esta persona está inmersa en sus propias dinámicas familiares, con sus propios sufrimientos.

¿Qué hacer para darle un buen lugar en tu corazón al padre o la madre de tus hijos?
  • Visualizarle delante de ti y darle las gracias por lo que vivieron...agradeciéndole principalmente el regalarte la oportunidad de ser padre o madre.

  • Observar a tu hijo(a) todo lo que tiene de su madre o de su madre y agradecer cada uno de esos aspectos.

  • Visualizar a tu pareja delante de todo su sistema familiar... mirar mucho más atrás de él o de ella.

  • Imaginar a tu hijo(a) pleno y feliz, caminando hacia la vida al lado de su padre o madre.

  • Cada vez que te cruce por la mente un pensamiento negativo del padre o de la madre de tu hijo(a)...recuerda que éste en su ser es la mitad tuya  y la mitad del otro.

  • Respira profundamente cada vez que te venga un pensamiento negativo con respecto a tu ex pareja y honra a tus propios padres.

  • Agradece cada experiencia de Vida que te toque vivir, por más dura que sea…asúmela con valentía y responsabilidad.

Quizás ahora sientas dolor y rabia por lo vívido, pero recuerda que esos sentimientos le llegan a tu hijo(a) y se encuentra en medio de los dos seres que le dieron la vida y que naturalmente ama... su vida depende de que pueda  tomar la  energía de cada uno de sus padres, sin hacer juicio de ninguno.

 A todo niño le llena de paz saber que fue fruto del amor... porque sabe que dentro de él está sembrada una semilla que puede expandirse.

Autor: Luz Rodríguez
Fuente: http://ordenesdelamor.org