ENTRAR PROFUNDAMENTE EN EL CUERPO
Puedo sentir la energía dentro de mi cuerpo, especialmente en los brazos y las piernas, pero parece que no puedo ir más profundamente, como usted sugería antes.
Hágalo en una meditación. No necesita durar mucho. De diez a quince minutos de tiempo de reloj serían suficientes. Asegúrese primero de que no hay distracciones externas tales como teléfonos o personas que puedan interrumpirlo. Siéntese en una silla, pero no se recueste. Mantenga la columna derecha. Hacer eso lo ayudará a permanecer alerta. Alternativamente, escoja su posición favorita para la meditación.
Asegúrese de que el cuerpo está relajado. Cierre los ojos. Respire unas cuantas veces profundamente. Sienta que está respirando hasta la parte baja del abdomen. Observe cómo se expande y contrae ligeramente con cada inhalación y exhalación. Después hágase consciente de todo el campo de energía interior del cuerpo. No piense en ello, siéntalo. Al hacer esto, usted recupera conciencia sobre la mente. Si le sirve de ayuda, use la visualización de la "luz" que describí anteriormente.
Cuando usted pueda sentir el cuerpo interior claramente como un campo único de energía, suelte cualquier imagen visual si es posible y concéntrese exclusivamente en la sensación. Si puede, abandone también cualquier imagen mental que pueda tener del cuerpo físico, Todo lo que queda entonces es un sentido de presencia o Ser que lo rodea todo, y el cuerpo interior se siente sin ningún límite. Entonces lleve su atención aún más profundamente a esa sensación.
Hágase uno con ella. Mézclese con el campo de energía de modo que ya no se perciba una dualidad entre el observador y lo observado, entre usted y su cuerpo. La distinción entre lo interior y lo exterior también se disuelve, así que ya no hay cuerpo interior. Al entrar profundamente en el cuerpo usted ha trascendido el cuerpo.
Permanezca en este reino de puro Ser por el tiempo que se sienta cómodo; entonces hágase consciente de nuevo del cuerpo físico, de su respiración y de sus sentidos físicos y abra los ojos. Mire a lo que lo rodea durante unos minutos meditativamente - es decir, sin poner etiquetas mentales - y continúe sintiendo el cuerpo interior mientras lo hace.
Tener acceso a ese reino sin forma es verdaderamente liberador. Lo libera del vínculo y la identificación con la forma. Es vida en su estado indiferenciado, anterior a su fragmentación en la multiplicidad. Podemos llamarlo lo No Manifestado, la Fuente invisible de todas las cosas, el Ser que hay en todos los seres. Es un reino de profunda quietud y paz, pero también de alegría e intensa vividez. Siempre que usted está presente, se vuelve en alguna medida "transparente" a la luz, a la pura conciencia que emana de esta Fuente. Usted también se da cuenta de que la luz no está separada de lo que usted es sino que constituye su misma esencia.
Tener acceso a ese reino sin forma es verdaderamente liberador. Lo libera del vínculo y la identificación con la forma. Es vida en su estado indiferenciado, anterior a su fragmentación en la multiplicidad. Podemos llamarlo lo No Manifestado, la Fuente invisible de todas las cosas, el Ser que hay en todos los seres. Es un reino de profunda quietud y paz, pero también de alegría e intensa vividez. Siempre que usted está presente, se vuelve en alguna medida "transparente" a la luz, a la pura conciencia que emana de esta Fuente. Usted también se da cuenta de que la luz no está separada de lo que usted es sino que constituye su misma esencia.
LA FUENTE DEL CHI
¿Lo No Manifestado es lo que en Oriente se llama chi, una especie de energía vital universal?
No. Lo No Manifestado es la fuente del chi. El chi es el campo de energía interior de su cuerpo. Es el puente entre su yo exterior y la Fuente. Está a mitad de camino entre lo manifestado, el mundo de la forma y lo No Manifestado. El chi puede compararse a un río o a una corriente de energía. Si usted enfoca su conciencia profundamente en el cuerpo interior, usted está siguiendo el curso de este río hacia su Fuente.
Chi es movimiento, lo No Manifestado es quietud. Cuando usted alcanza un punto de absoluta quietud, que sin embargo está vibrante de vida, usted ha ido más allá del cuerpo interior y más allá del chi hasta alcanzar la Fuente misma: lo No Manifestado. Chi es el vínculo entre lo No Manifestado y el universo físico.
Así pues, si usted lleva su atención profundamente al cuerpo interior, puede alcanzar este punto, esta singularidad en la que el mundo se disuelve en lo No Manifestado y lo No Manifestado toma forma como la corriente de energía del chi, que entonces se convierte en el mundo. Este es el punto del nacimiento y la muerte. Cuando su conciencia está dirigida al exterior, surgen la mente y el mundo. Cuando está dirigida al interior, comprende o realiza su propia Fuente y retorna a casa, a lo No Manifestado.
Entonces, cuando su conciencia vuelve al mundo manifestado, usted reasume la identidad de la forma que temporalmente abandonó. Usted tiene un nombre, un pasado, una situación vital, un futuro. Pero en un sentido esencial usted no es la misma persona que era antes: usted habrá visto una realidad dentro de sí mismo que no es "de este mundo", aunque no está separada de él, como no está separada de usted.
Ahora deje que su práctica espiritual sea esta: cuando vaya por la vida, no le dé toda su atención al mundo externo y a su mente. Mantenga algo de ella en el interior. He hablado de esto ya. Sienta el cuerpo interior incluso cuando esté metido en las actividades diarias, especialmente cuando se trate de relaciones o esté en contacto con la naturaleza. Sienta la quietud que hay en lo profundo de él. Mantenga abierta la puerta de entrada. Es perfectamente posible ser consciente de lo No Manifestado a lo largo de su vida. Se siente como una sensación profunda de paz en el fondo, una quietud que nunca lo abandona, no importa lo que ocurra afuera.
Usted se convierte en un puente entre lo No Manifestado y lo manifestado. Entre Dios y el mundo. Este es el estado de unión con la Fuente que llamamos iluminación.
No tenga la impresión de que lo No Manifestado está separado de lo manifestado. ¿Cómo podría ser así? Es la vida que hay dentro de cada forma, la esencia interior de todo lo que existe. Empapa este mundo. Permítame explicarlo.
EL DORMIR SIN SUEÑOS
Usted hace un viaje a lo No Manifestado cada noche cuando entra en la fase de dormir profundo sin sueños. Usted se funde con la Fuente. Extrae de ella la energía vital que lo sostiene por un tiempo cuando regresa a lo manifestado, al mundo de las formas separadas. Esta energía es mucho más vital que la comida: "No sólo de pan vive el hombre". Pero en el dormir sin sueños, usted no entra en ella conscientemente. Aunque las funciones corporales están operando todavía "usted" ya no existe en ese estado. Puede imaginar cómo sería entrar en el dormir sin sueños con conciencia plena? Es imposible imaginarlo, porque ese estado no tiene contenido.
Lo No Manifestado no lo libera hasta que entra en ello conscientemente. Por eso Jesús no dijo: la verdad los hará libres, sino más bien: "Ustedes conocerán la verdad y la verdad los hará libres". No es una verdad conceptual. Es la verdad de la vida eterna más allá de la forma, que se conoce directamente o no se conoce.
Pero no intente permanecer consciente en el dormir sin sueños. Es muy poco probable que lo logre. Cuando mucho, puede que permanezca consciente durante la fase de los sueños, pero no más allá de eso. Esto se llama un soñar lúcido, que puede ser interesante y fascinante, pero no liberador.
Así pues, use su cuerpo interior como un portal a través del cual usted entra en lo No Manifestado y mantenga ese portal abierto para mantenerse conectado con la Fuente en toda ocasión. No hay diferencia en cuanto al cuerpo interior, si el cuerpo físico es viejo o joven, frágil o fuerte. El cuerpo interior está fuera del tiempo. Si usted no puede todavía sentir el cuerpo interior, use otra puerta, aunque en últimas todas son una. De algunas ya he hablado extensamente. Pero las mencionaré de nuevo aquí brevemente.
OTRAS PUERTAS
El Ahora puede considerarse la puerta principal. Es un aspecto esencial de todas las otras, incluido el cuerpo interior. Usted no puede estar en su cuerpo sin estar intensamente presente en el Ahora. El tiempo y lo manifestado están ligados tan inextricablemente como lo están el Ahora sin tiempo y lo No Manifestado. Cuando usted disuelve el tiempo psicológico por medio de la conciencia intensa del momento presente, usted se vuelve consciente de lo No Manifestado tanto directa como indirectamente.
Directamente, lo siente como la irradiación y el poder de su presencia consciente, sin contenido, sólo presencia. Indirectamente, usted es consciente de lo No Manifestado a través del reino sensorial. En otras palabras, usted siente la esencia de Dios en cada criatura, en cada flor, en cada piedra y usted comprende "Todo lo que es, es santo".
Por eso Jesús, hablando completamente desde su esencia o identidad de Cristo, dice en el Evangelio apócrifo de Tomás: "Rompan un trozo de madera; yo estoy allá. Levanten una piedra y me encontrarán allá".
Otra puerta a lo No Manifestado se produce dejando de pensar. Esto puede empezar con algo muy sencillo, como hacer una respiración consciente o mirar una flor en un estado de alerta intensa, de modo que no haya un comentario mental al mismo tiempo. Hay muchas formas de producir una brecha en la corriente incesante de pensamiento. De eso se trata fundamentalmente la meditación. El pensamiento es parte del reino de lo manifestado. La actividad mental continua lo mantiene aprisionado en el mundo de las formas y se convierte en una pantalla opaca que le impide hacerse consciente de lo No Manifestado, de la esencia sin forma y sin tiempo de Dios que hay en usted y en todas las formas y las criaturas.
Cuando usted está intensamente presente, no necesita preocuparse de la detención del pensamiento, por supuesto, porque entonces la mente se detiene automáticamente. Por eso he dicho que el Ahora es un aspecto esencial de cualquier otra puerta. La entrega - el abandono de la resistencia mental-emocional a lo que es - también se convierte en una puerta hacia lo No Manifestado. La razón para ello es sencilla: la resistencia interior lo separa de las demás personas, de usted mismo, del mundo que lo rodea. Fortalece la sensación de separación de la que el ego depende para su supervivencia. Cuanto más fuerte es la sensación de separación, más atado está usted al mundo de lo manifestado, al mundo de las formas separadas. Cuanto más atado está al mundo de la forma, más dura e impenetrable se vuelve su identidad formal. La puerta está cerrada y usted está separado de la dimensión interior, de la dimensión de la profundidad. En el estado de entrega su identidad formal se suaviza y se vuelve en cierta forma "transparente", por decirlo así, de modo que lo No Manifestado puede brillar a través de usted.
Depende de usted abrir una puerta en su vida que le dé acceso consciente a lo No Manifestado. Entre en contacto con el campo de energía del cuerpo interior, esté intensamente presente, deje de identificarse con la mente, entréguese a lo que es, esas son todas las puertas que puede usar, pero sólo necesita usar una.
¿Seguramente el amor debe ser una de esas puertas?
No lo es. Tan pronto como una de esas puertas se abre, el amor está presente en usted como la percepciónrealización de la unidad. El amor no es una puerta; es lo que entra en este mundo a través de ella. Mientras esté completamente atrapado en su identidad formal, no puede haber amor. Su tarea no es buscar amor sino encontrar una puerta a través de la cual el amor pueda entrar.
No lo es. Tan pronto como una de esas puertas se abre, el amor está presente en usted como la percepciónrealización de la unidad. El amor no es una puerta; es lo que entra en este mundo a través de ella. Mientras esté completamente atrapado en su identidad formal, no puede haber amor. Su tarea no es buscar amor sino encontrar una puerta a través de la cual el amor pueda entrar.
EL SILENCIO
¿Hay otras puertas además de las que acaba de mencionar?
Sí. Lo No Manifestado no está separado de lo manifestado. Impregna este mundo, pero está tan bien disfrazado que casi todo el mundo se lo pierde por completo. Si usted sabe dónde buscar, lo encontrará en todas partes. Se abre una puerta a cada momento.
¿Oye aquel perro que ladra en la distancia? ¿O ese gato que pasa? Escuche cuidadosamente. ¿Puede sentir la presencia de lo No Manifestado en eso? ¿No puede? Búsquelo en el silencio del que surgen los sonidos y al que los sonidos retornan. Preste más atención al silencio que a los sonidos. Prestar atención al silencio exterior crea silencio interior: la mente se vuelve tranquila. Se está abriendo una puerta.
Todo sonido nace del silencio, muere en el silencio y durante su tiempo de vida está rodeado de silencio. El silencio permite al sonido ser. Es una parte intrínseca, pero no manifestada de todo sonido, de toda nota musical, de toda canción, de toda palabra. Lo No Manifestado está presente en este mundo como silencio. Por eso se ha dicho que nada en este mundo se parece tanto a Dios como el silencio. Todo lo que usted tiene que hacer es prestarle atención. Incluso durante una conversación, hágase consciente de los espacios entre las palabras, los breves intervalos de silencio que hay entre las frases. Mientras hace eso, la dimensión de quietud crece dentro de usted. Usted no puede prestar atención al silencio sin volverse sereno interiormente a la vez.
Usted ha entrado en lo No Manifestado.
EL ESPACIO
Lo mismo que el sonido no puede existir sin silencio, nada puede existir sin la nada, sin el espacio vacío que permite ser. Todo objeto físico o cuerpo ha surgido de la nada, está rodeado de nada y eventualmente retornará a la nada. No sólo eso, sino que incluso dentro de cada cuerpo físico hay más "nada" que "algo". Los físicos nos hablan de que la solidez de la materia es una ilusión. Incluso la materia aparentemente sólida, incluyendo su cuerpo físico, es casi un ciento por ciento espacio vacío, tan vastas son las distancias entre cada átomo, comparadas con su tamaño.
Es más, incluso en el interior de cada átomo hay, sobre todo, espacio vacío. Lo que queda es más parecido a una frecuencia vibratoria que a partículas de materia sólida, más como una nota musical. Los budistas han sabido esto durante más de 2.500 años. "La forma es vacío, el vacío es forma", afirma el Sutra del Corazón, uno de los textos budistas antiguos mejor conocidos. La esencia de todas las cosas es el vacío.
Lo No Manifestado no sólo está presente en este mundo como silencio; también impregna todo el universo físico como espacio, interior y exteriormente. Esto es tan fácil de pasar desapercibido como el silencio. Todo el mundo presta atención a las cosas que hay en el espacio, ¿pero quién presta atención al espacio en sí mismo?
Usted parece querer decir que el "vacío" o la "nada" no es simplemente nada, que hay alguna cualidad misteriosa en ello. ¿Qué es esa nada?
No se puede hacer una pregunta así. Su mente está tratando de convertir la nada en algo. En l momento en que usted la convierte en algo, pierde su significado. La nada - el espacio - es la apariencia de lo No Manifestado como un fenómeno externo en un mundo percibido por los sentidos. Eso es todo lo que uno puede decir sobre ella, e incluso así es una especie de paradoja. No puede convertirse en un objeto de conocimiento.
No puede usted hacer un doctorado en "nada". Cuando los científicos estudian el espacio, generalmente lo convierten en algo y por lo tanto pierden completamente su esencia. No es sorprendente que la última teoría diga que el espacio no es en absoluto vacío, que está lleno de algún tipo de sustancia. En cuanto usted tiene una teoría, no es demasiado difícil sustentarla, al menos hasta que aparece otra teoría.
La "nada" sólo puede convertirse en una puerta hacia lo No Manifestado si usted no intenta atraparla o comprenderla.
¿No es eso lo que estamos haciendo aquí?
Absolutamente no. Le estoy dando indicadores para mostrarle cómo puede traer la dimensión de lo No Manifestado a su vida. No estamos tratando de comprenderlo. No hay nada que entender.
El espacio no tiene "existencia". "Existir" literalmente significa "perdurar". Usted no puede comprender el espacio porque no perdura. Aunque en sí mismo no tiene existencia, permite que todo lo demás exista. El silencio tampoco tiene existencia, lo mismo que lo No Manifestado.
Absolutamente no. Le estoy dando indicadores para mostrarle cómo puede traer la dimensión de lo No Manifestado a su vida. No estamos tratando de comprenderlo. No hay nada que entender.
El espacio no tiene "existencia". "Existir" literalmente significa "perdurar". Usted no puede comprender el espacio porque no perdura. Aunque en sí mismo no tiene existencia, permite que todo lo demás exista. El silencio tampoco tiene existencia, lo mismo que lo No Manifestado.
Así pues ¿qué ocurre si usted retira su atención de los objetos del espacio y se hace consciente del espacio mismo? ¿Cuál es la esencia de este cuarto? Los muebles, los cuadros y lo demás están en el cuarto, pero no son el cuarto. El suelo, las paredes y el techo definen el límite del cuarto, pero no son el cuarto tampoco. Así pues ¿cuál es la esencia del cuarto? El espacio, por supuesto, el espacio vacío. No habría "cuarto" sin él.
Puesto que el espacio es "nada", podemos decir que lo que no está es más importante que lo que está. Así pues, hágase consciente del espacio que lo rodea. No piense en él. Siéntalo. Preste atención a la "nada". Mientras hace eso, ocurre un cambio de conciencia dentro de usted. Esta es la razón: el equivalente interior de los objetos en el espacio, tales como los muebles y las paredes, son los objetos de su mente: los pensamientos, las emociones y los objetos de los sentidos. Y el equivalente interior del espacio es la conciencia que permite a los objetos de su mente ser, lo mismo que el espacio permite ser a todas las cosas.
Así que si usted retira la atención de las cosas - objetos en el espacio - automáticamente retira la atención de los objetos de la mente. En otras palabras: no puede pensar y ser consciente del espacio o del silencio, por esta razón. Al hacerse consciente del espacio vacío que lo rodea, simultáneamente usted se hace consciente del espacio de la no-mente, de la conciencia pura: lo No Manifestado. Así es como la contemplación del espacio puede ser una puerta para usted.
El espacio y el silencio son dos aspectos de la misma cosa, la misma nada. Son una exteriorización del espacio y el silencio interiores, que son quietud: la matriz infinitamente creativa de toda la existencia. La mayoría de los seres humanos son completamente inconscientes de esta dimensión. No hay espacio interior, ni quietud. Están desequilibrados. En otras palabras, conocen el mundo, o creen que lo conocen, pero no conocen a Dios. Se identifican exclusivamente con su propia forma física y psicológica, inconscientes de la esencia. Y puesto que toda forma es altamente inestable, viven en el temor. Este temor produce una percepción profundamente equivocada de sí mismos y de los demás seres humanos, una distorsión en su visión del mundo.
Si una convulsión cósmica llevara al fin de nuestro mundo, lo No Manifestado permanecería totalmente intacto. Un Curso sobre Milagros expresa esta verdad muy agudamente: "Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto reside la paz de Dios".
Si usted permanece en conexión consciente con lo No Manifestado, entonces usted valora, ama y respeta profundamente lo manifestado y toda forma de vida que hay en ello como expresión de la Vida Una que está más allá de la forma. Usted también sabe que toda forma está destinada a disolverse de nuevo y que en últimas, nada de lo que hay allí afuera importa tanto. Usted ha "superado el mundo" en palabras de Jesús o, como Buda dijo, usted ha "cruzado a la otra orilla".
LA VERDADERA NATURALEZA DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO
Ahora considere esto: si no hubiera nada más que silencio, no existiría para usted; usted no sabría lo que es. Sólo cuando aparece el sonido el silencio empieza a ser. De la misma manera, si sólo hubiera espacio sin objetos en él, no existiría para usted, Imagínese a sí mismo como un punto de conciencia flotando en la vastedad del espacio, sin estrellas, sin galaxias, sólo vacío. Súbitamente el espacio ya no sería vasto: no sería en absoluto. No habría velocidad, ni movimiento de aquí hacia allá. Se necesitan al menos dos puntos de referencia para que la distancia y el espacio nazcan.
El espacio empieza a ser en el momento en que el Uno se hace dos y al "dos" convertirse en "diez mil cosas", como Lao Tse llama al mundo manifestado, el espacio se vuelve más y más vasto. Así que el mundo y el espacio surgen simultáneamente. Nada podría ser sin espacio, sin embargo el espacio es nada. Antes de que el universo surgiera, antes del "big bang", si quiere expresarlo así, no había un vasto espacio vacío esperando ser llenado. No había espacio, puesto que no había ninguna cosa. Sólo había lo No Manifestado, el Uno. Cuando el Uno se convirtió en "las diez mil cosas", repentinamente el espacio parecía estar allí y permitió a la multiplicidad ser. ¿De dónde surgió?
¿Fue creado por Dios para acumular el universo? Por supuesto que no. El espacio es no-cosas, por lo tanto nunca fue creado. Salga a mirar el cielo en una noche clara. Las miles de estrellas que puede ver a simple vista no son más que una fracción infinitesimal de lo que hay allí. Se pueden detectar ya mil millones de galaxias con los telescopios más potentes, cada galaxia como un "universo aislado" que contiene miles de millones de estrellas. Sin embargo lo que sobrecoge más es la infinitud del espacio mismo, la profundidad y quietud que permite a toda esta magnificencia ser. Nada podría ser más sobrecogedor y majestuoso que la inconcebible vastedad y quietud del espacio y sin embargo, ¿qué es? Vacío, inmenso vacío.
Lo que aparece ante nosotros como espacio en nuestro universo percibido por medio de la mente y los sentidos es lo No Manifestado mismo, exteriorizado. Es el "cuerpo" de Dios. Y el milagro más grande es este: esa quietud y vastedad que permite al universo ser no está sólo afuera, en el espacio, también está dentro de usted. Cuando está absoluta y totalmente presente usted lo encuentra como el tranquilo espacio interior de la no-mente. Su interior es vasto en profundidad, no en extensión. La extensión espacial es en últimas una percepción errónea de la infinita profundidad, un atributo de la única realidad trascendental.
Según Einstein, el espacio y el tiempo no están separados. Realmente no lo entiendo, pero creo que lo que dice es que el tiempo es la cuarta dimensión del espacio. Lo llama el "continuo espaciotiempo".
Sí. Lo que usted percibe externamente como espacio y tiempo son finalmente ilusorios, pero tienen un núcleo de verdad. Son los dos atributos esenciales de Dios, infinitud y eternidad, percibidos como si tuvieran una existencia fuera de usted. Dentro de usted, ambos tienen un equivalente interior que revela su verdadera naturaleza, así como la suya. Mientras que el espacio es el tranquilo e infinitamente profundo reino de la nomente, el equivalente interior del tiempo es la presencia, la conciencia del eterno Ahora. Recuerde que no hay distinción entre ellos. Cuando el espacio y el tiempo son comprendidos en el interior como lo No Manifestado - no-mente y presencia - el espacio interior y el tiempo continúan existiendo para usted, pero se vuelven mucho menos importantes.
El mundo también continúa existiendo para usted, pero ya no lo atará.
De ahí que el último propósito del mundo no esté dentro de él sino en la trascendencia del mundo. Lo mismo que usted no sería consciente del espacio si no hubiera objetos en él, el mundo se necesita para que lo No Manifestado sea realizado. Puede que usted haya oído el dicho budista: "si no hubiera ilusión no habría iluminación". En últimas lo No Manifestado se conoce a sí mismo a través de usted. Usted está aquí para permitir que el divino propósito del universo se despliegue. ¡Esa es su importancia!
De ahí que el último propósito del mundo no esté dentro de él sino en la trascendencia del mundo. Lo mismo que usted no sería consciente del espacio si no hubiera objetos en él, el mundo se necesita para que lo No Manifestado sea realizado. Puede que usted haya oído el dicho budista: "si no hubiera ilusión no habría iluminación". En últimas lo No Manifestado se conoce a sí mismo a través de usted. Usted está aquí para permitir que el divino propósito del universo se despliegue. ¡Esa es su importancia!
LA MUERTE CONSCIENTE
Además del dormir sin sueños, que ya he mencionado, hay otra puerta involuntaria. Se abre brevemente en el momento de su muerte física. Incluso si usted ha desaprovechado todas las demás oportunidades de realización espiritual durante su vida, se le abrirá una última puerta inmediatamente después de la muerte del cuerpo.
Hay innumerables relatos de personas que han tenido una impresión visual de esta puerta como una luz radiante y después regresaron de lo que se conoce comúnmente como una experiencia cercana a la muerte. Muchos hablan también de una sensación de dichosa serenidad y de profunda paz. En el Libro Tibetano de los Muertos, se describe como el "luminoso esplendor de la luz sin color del vacío", que dice que es "su propio verdadero ser". Esta puerta se abre sólo brevemente y a menos que usted haya encontrado ya la dimensión de lo No Manifestado durante su vida, probablemente se lo perderá.
La mayoría de las personas cargan demasiada resistencia residual, demasiado miedo, demasiado apego a la experiencia sensorial, demasiada identificación con el mundo manifestado. Así que ven la puerta, dan la vuelta llenos de miedo y después pierden la conciencia. La mayor parte de lo que pasa después de esto es involuntario y automático. Eventualmente, habrá otra ronda de nacimiento y muerte. Su presencia no era lo suficientemente fuerte como para acceder a la inmortalidad consciente.
¿Así que cruzar esta puerta no significa la aniquilación?
Como con todas las otras puertas, su verdadera naturaleza radiante permanece, pero no la personalidad. En cualquier caso, cualquier cosa que sea real o de verdadero valor en su personalidad es su verdadera naturaleza que brilla a través de ella. Eso nunca se pierde. Nada que sea de valor, nada que sea real se pierde nunca.
Como con todas las otras puertas, su verdadera naturaleza radiante permanece, pero no la personalidad. En cualquier caso, cualquier cosa que sea real o de verdadero valor en su personalidad es su verdadera naturaleza que brilla a través de ella. Eso nunca se pierde. Nada que sea de valor, nada que sea real se pierde nunca.
Estar cerca y llegar a la misma muerte, la disolución de la forma física, es siempre una gran oportunidad para la realización espiritual. Esta oportunidad se desaprovecha trágicamente la mayoría de las veces, puesto que vivimos en una cultura que es casi totalmente ignorante de la muerte, así como es casi totalmente ignorante de cualquier cosa que importe verdaderamente.
Toda puerta es una puerta hacia la muerte, la muerte del falso ser. Cuando la cruza, usted deja de derivar su identidad de su forma psicológica, hecha por la mente. Entonces usted comprende que la muerte es una ilusión, así como su identificación con la forma era una ilusión.
El final de la ilusión, eso es todo lo que es la muerte. Es dolorosa sólo en la medida en que usted se aferre a la ilusión.
Ver capítulos anteriores del Taller de Autoestima
Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capítulo 315 Volumén 7: Puertas de Entrada a lo No Manifestado