Descubre respondiendo este test los 5 puntos clave de la limpieza




Poner orden en nuestros espacios no es algo que solemos hacer con placer o frecuentemente. 

Para que la energía se mueva, se requiere tanto de un espacio libre como la existencia de objetos en el camino. A mayor cantidad de objetos, a mayor desorden y menor espacio disponible, más se ralentiza la energía hasta estancarse.


Es en este punto cuando comienzan los problemas cotidianos que tenemos en nuestras vidas. Dependiendo de dónde exista dicho desorden se genera un bloqueo o estancamiento de algún aspecto que puede ser en el plano económico, de salud, amoroso o de relaciones con nuestros familiares o conocidos.


Es por ello, que hoy te traemos este test que publicó Hogar útil. Descubre ¿Dónde falla tu familia en el tema de la limpieza? 

Toma papel y lápiz y responde a las cinco pregunta. Al final, se encuentra el resultado.

1. ¿Cómo queda tu cocina después de la cena?
A. Inmaculada, por supuesto. Cargo el lavavajillas después de cocinar y pongo enseguida la lavadora. No estoy tranquilo si la cocina no brilla cuando apago la luz. ¿A quién le fusta entrar en una cocina sucia por la mañana?
B. Dejo los platos en remojo hasta el día siguiente. ¿A quién le apetece estropear una buena comida fregando con agua caliente?
C. ¿Cuál es la diferencia? Las encimeras están hasta arriba de platos sucios. Los lavo sólo cuando los necesito para comer.

2. ¿Cuál es tu relación con la aspiradora?
A. ¿A quién le hace falta más cuando tengo mi aspiradora súper rápida? Incluso el gato ha aprendido a quedarse quieto cuando paso.
B. De amor-odio. La paso por la moqueta todas las semanas o cuando vienen amigos a casa, pero me gustaría que no sonara tanto.
C. ¿Qué aspiradora? Aún espero a que me la regalen y me demuestren que da resultado.

3. Vayamos al fondo del problema, ¿con qué frecuencia friegas el inodoro?
A. Siempre que lo uso, naturalmente. ¿A quién le gusta sentarse en uno que no esté limpio?
B. Depende, dos veces a la semana; más a menudo si a alguno le falla la puntería.
C. Sólo si hay algo atascado cuando levanto la tapa.. ¿cada pocas semanas, dice?

4. Para tus dulces sueños, ¿con qué frecuencia cambiar las sábanas?
A. Una vez a la semana, o dos veces si hace calor. Me gusta sentir fresca mi ropa de cama.
B. Cuando me acuerdo o noto que no huelen bien. Más o menos cada dos semanas.
C. Sólo cuando tengo un ligue nuevo, ya me entiendes. ¿Por qué desperdiciar agua y gastar lavadora si duermo bien?

5. ¿Eres maniático o un aficionado? ¿Con qué frecuencia quitar el polvo en tu casa?
A. Cada día, por supuesto, es un ritual. Muchas de mis mejores ideas me vienen cuando acaricio los muebles con mi bayeta.
B. Una vez a la semana, más o menos, o cuando alguien bromea escribiendo con los dedos "límpiame" en la mesa del comedor.
C. Soy fan del método del soplo. Si veo que hay algo cubierto con polvo lo soplo. ¡Qué buen toque! ¿Verdad?


Resultados

Si la mayoría de tus respuestas son A
¡Muchas felicidades! Eres extremadamente limpio y te sientes feliz de serlo. Tu casa brilla y no se ve una mota de polvo. Procura que tu militancia limpiadora no interfiera entre tú y tu familia, que no tiene por qué disfrutar necesariamente con tus métodos.

Si la mayoría de respuestas son B
Eres un limpiador moderado; tu casa está bastante limpia pero aún le falta para ser un hogar. Te sientes bien entre el tiempo empleado en limpiar y los resultados domésticos, pero eres un poco chapucero. Aproxímate un poco más a la limpieza y disfrutarás más.
Si la mayoría de respuestas son C



Eres un sucio tramposo. Te gustan muy poco las cosas del hogar. recuerda esta verdad: si no quieres, no lo harás. Para salir del abismo de la suciedad céntrate en pequeños cambios: limpia las encimeras de la cocina una vez al día y dedica una tarde cada fin de semana a limpiar.