"Ésta no es la realidad real. La realidad real está detrás del telón. En verdad no estamos aquí; ésta es nuestra sombra." -Rumi |
Te dispones a iniciar un viaje de los más apasionantes y maravillosos de tu vida entera: ir más allá del ego. No es un viaje fácil al principio, pero una vez que llegas a lugares de tu ser maravillosamente insospechados, ya no querrás estar más que en ese viaje, más allá del ego.
Hemos estudiado desde el capítulo 287 que es el ego. Desde su perspectiva freudiana hasta un entendimiento espiritual. Sin embargo, ya que has recorrido en tu lectura un conocimiento extenso, vale la pena simplificar aún más el concepto con el fin de que lo domines.
Nadie ha visto la cara del ego. ¿Y porque qué digo esto? Porque el ego no tiene cara, el ego es una idea. El ego es la idea que tienes de ti mismo. Esa idea resulta ser una mera ilusión, pero suele ser una ilusión que genera una gran influencia en nosotros mismos. Saber esto, saber que es una ilusión, ya te está preparando para el viaje, para ir más allá del ego. Sabe hoy por la que la idea que tienes de ti mismo es una mera ilusión y que en verdad eres mucho más de lo que crees ser. Si tú decides vivir manteniendo la ilusión, te será imposible conocer tu verdadero yo. Si decides salir de la ilusión entonces abrirás la puerta que te llevará más allá del ego.
Durante muchos años has guiado tu vida en virtud de lo que te dicta tu ego. Esa idea que tienes de ti mismo es la que ha regido tu comportamiento durante mucho tiempo. Hoy, te voy a invitar a que te des cuenta de que dentro de ti hay un gran sabio, un guía, e incluso te darás cuenta de que ese sabio, ese guía, eres tú. Es tú verdadero yo. Durante años le has hecho caso a esta ilusión, a quien crees ser, y casi nunca le has puesto atención a quien realmente eres, y ésa ha sido la gran diferencia que ha generado las consecuencias que has vivido hasta el momento presente. Con la invitación que te haré durante todo este y el siguiente capítulo, en lugar de prestar atención a las órdenes de tu ego, empezarás a escuchar mensajes inspirados de sabiduría. Mi intención es que de esa manera te liberes de las trampas del ego y sus funestas consecuencias.
Durante muchos años has guiado tu vida en virtud de lo que te dicta tu ego. Esa idea que tienes de ti mismo es la que ha regido tu comportamiento durante mucho tiempo. Hoy, te voy a invitar a que te des cuenta de que dentro de ti hay un gran sabio, un guía, e incluso te darás cuenta de que ese sabio, ese guía, eres tú. Es tú verdadero yo. Durante años le has hecho caso a esta ilusión, a quien crees ser, y casi nunca le has puesto atención a quien realmente eres, y ésa ha sido la gran diferencia que ha generado las consecuencias que has vivido hasta el momento presente. Con la invitación que te haré durante todo este y el siguiente capítulo, en lugar de prestar atención a las órdenes de tu ego, empezarás a escuchar mensajes inspirados de sabiduría. Mi intención es que de esa manera te liberes de las trampas del ego y sus funestas consecuencias.
No quiero que creas que mi objetivo radical es que desprecies, derrotes o elimines tu ego. No. Incluso no creo que se pueda. No se puede en su totalidad mientras seamos humanos. Soy partícipe de la idea de que debemos honrar todas las partes de nuestro ser, tanto aquella que nos genera la percepción a través de nuestros sentidos, tanto como la que nos lleva a las esencias de las cosas. Ambas son parte de nosotros. Ésta es una pequeña gran paradoja, que mientras seamos humanos, tenemos la libertad de damos cuenta de la existencia del ego, y que le una vez que nos percatamos de ello, podemos elegir siempre entre la opción del ego y del espíritu, sin poder eliminar ninguno de los dos al ser ambos la constitución de nuestra dimensión humana. Ambas opciones siempre te merodearán. Se trata de ir más allá del ego y disfrutar de la opción que nos trae paz y armonía, las recomendaciones de tu yo superior, de ese sabio que en verdad eres, de esa conexión directa con Dios.
Para ir más allá del ego, debes recordar siete de sus trampas y al vedas como tales, te será más fácil librarlas:
1. El ego es tu "yo falso".
2. El ego te quiere aislado.
3. El ego te convence de que eres alguien "especial".
4. El ego se ofende muy fácil y rápidamente.
5. El ego es cobarde porque no le gusta perder.
6. El ego crece al consumir.
7. El ego está loco.
1ª. Trampa. El ego es tu “yo falso”
La primera trampa que nos limita a ir más allá del ego está manifiesta desde que iniciamos nuestro estudio en este tema. Tu verdadero yo, aquel que está destinado al verdadero éxito en la vida, es tu yo eterno. Es la manifestación de Dios que habita en ti y que sólo está arropada por un cuerpo. Creer que sólo eres tu cuerpo es una creencia enteramente falsa.
No es necesario repudiar al ego cuando te das cuenta de que es tu yo falso. Sólo basta con darse cuenta. Al hacerlo, automáticamente no le concederás mucho caso a quien te da consejos y tú ya sabes que es alguien falso. Ahí está, pero ahora ya sabes quién es y ponderarás mucho mejor sus opiniones. Cuando escuchamos y hacemos caso de las opiniones de nuestro yo falso, entramos en los terrenos de la oscuridad. Ahí no vemos, literalmente. Por ello usé la metáfora en este capítulo de las maneras para pasar del lado oscuro a la luz. Cuando le hacemos caso al ego, nuestro yo falso, no vemos quienes somos realmente, entonces estamos a oscuras. Cuando le hacemos caso al espíritu, nuestro verdadero yo, vemos quiénes somos realmente, entonces vemos con claridad gracias a la luz.
Cuando queremos ver en la oscuridad, haciendo caso al ego, hacemos suposiciones en tomo a lo que nos hará felices y acabamos frustrados. Todo lo que hacemos es esforzamos para hacer valer y acrecentar nuestra propia importancia, cuando lo que en verdad anhelamos es una vida más profunda y amorosa. Caemos, por andar a oscuras, en el vacío del egocentrismo, sin saber que lo único que nos daría luz es liberamos de la falsa idea de quiénes somos.
2ª. Trampa. El ego te quiere aislado.
La segunda trampa, donde el ego te quiere aislado, favorece tus estados de soledad. Y con cada dolorosa experiencia de soledad, el ego se hace fuerte. Quien, por ejemplo, se ha sentido solo por alguna decepción amorosa, alberga ideas de venganza donde busca que la otra parte también se sienta sola. Este fenómeno lo veo constantemente en mi consulta privada. Gente que se siente sola y que le gustaría reencontrarse con la persona amada, pero si ésta no lo acepta, empiezan a albergar la ilusión de que la otra persona también se sienta sola. El ego, lugar de oscuridad, empieza a dominar. Cuando la persona se convence de su aislamiento, empieza a ver la vida como una competencia. La competencia aumenta la sensación de estar aislado de los demás.
Surge ansiedad cuando queremos demostrar que somos mejores y queremos ganar. Del lado oscuro, somos incapaces de vemos conectados con la energía de Dios, de sentimos conectados en nuestro interior con todo y con todos. De esa forma, nuestra ansiedad aumenta y nos impulsa a buscar conexiones "externas". Esta búsqueda de falsas conexiones externas es la que nos hace necesitar la demostración de que somos mejores que otros, la necesidad de demostrar mejor aspecto, conseguir más cosas, juzgar a otros, todo ello síntomas de nuestra postura en el lado oscuro, donde no vemos que todos somos uno, donde no alcanzamos a ver la divina conexión interior.
La idea de que estamos aislados comienza a gestarse en un momento muy temprano de nuestras vidas. Si no tenemos la suerte de que alguien nos enseñe la luz, y nos muestre un modelo de vida interior, crecemos experimentando el dolor de la soledad, las heridas del rechazo y las censuras de nuestros semejantes, todo lo cual incrementa nuestra sensación de aislamiento, cerrándose un círculo vicioso. Mi mayor ilusión es que este libro que tienes en tus manos rompa este doloroso círculo. No estás solo. Incluso, pronto descubrirás que esto es imposible, pero tu falso yo (ego) te lo ha hecho creer durante tantos años que ya lo das por cierto. Hoy te digo: no es así. Sé que el ser humano común da por asumido que es un ser aislado en una forma tan arraigada en su esencia, que convencerle de lo contrario implica una empresa de grandes proporciones.
No importa, estoy aquí para esa empresa. Tú, en tu interior, sabes si lo que estoy escribiendo te refleja o no de alguna forma. Puedes tomar la decisión de continuar permitiendo que tu ego te mantenga del lado oscuro, apartado de la luz, o iniciar tu viaje más allá del ego y adentrarte en tu dimensión espiritual. Cuando decidas lo segundo, no tendrás que competir ni ser mejor que nadie. Ya no necesitarás acumular ni perseguir honores. Habrás dejado atrás una falsa idea. En lugar de verte como algo distinto y aparte de Dios y del Universo, vivirás tu vida consciente de que eres parte de Él en todo momento y te percatarás de tu conexión con todo.
¿Y si luego de aceptar ir más allá del ego te siguen los halagos? ¿Si ya decidiste pasar la puerta y adentrarte a una vida más espiritual, qué hacer con los reconocimientos y honores que te pueden seguir prodigando? Aquí una gran noticia: síguelos recibiendo. Síguelos adquiriendo, pero la enorme diferencia es que ahora sabrás que todo esto es un juego. Éste ha sido uno de los más trascendentes despertares en mi vida. Observo en paz. El día que lo hagas tú, sabrás de la paz y el disfrute del que hablo.
Continuará...
Continuará...