Deepak Chopra basa su sistema de curación en la medicina Ayurvédica. El Ayurveda, que se originó en la India hace más de 4 mil años, significa en sánscrito “la ciencia de la vida”. Esta medicina hace referencia a una visión integral del ser humano, donde el cuerpo y la mente están estrechamente relacionados y se influencian mutuamente.
El cuerpo se moldea a partir de la conciencia, ya que ésta tiene un potencial enorme para producir cambios en el organismo, como curar enfermedades y retardar el envejecimiento.
Nuestro sistema actual de vida está regido por la gran ilusión de la materia: creemos que ésta, es lo único que existe y que la conciencia es un subproducto de ella.
Pero esa concepción está basada en una interpretación sensorial, y está claro que nuestros sentidos físicos no nos permiten percibir la verdadera naturaleza de la realidad. Pensamos que es sólida y estática, cuando en verdad está en permanente cambio. Esto también es válido para el cuerpo humano, que experimenta un cambio permanente. En menos de un año, se reemplaza el 98% de los átomos del cuerpo, la piel se renueva cada cinco meses, el esqueleto cambia cada tres meses e incluso el ADN, que es donde se inserta nuestro código genético, se reemplaza cada seis semanas: “Uno parece ser el mismo por fuera; sin embargo, es como si se cambiaran continuamente los ladrillos del edificio”.
Pero no debemos confundir el instrumento con el usuario del instrumento. El cuerpo cambia y se renueva, no es el mismo y, sin embargo, mantiene su identidad, ya que la base de su existencia está más allá de la materia y pertenece al dominio quántico, donde no hay materia, sino sólo inteligencia que organiza la información y es capaz de identificarse y comunicarse con el resto del Universo. La mente, que es el movimiento de la conciencia -o alma-, utiliza energía electromagnética para crear el cuerpo.
Ciertamente, no es posible retroceder la edad cronológica, pero sí es posible revertir el proceso de envejecimiento. Esto significa actuar sobre la edad psicológica (cómo nos sentimos y cómo ejercemos la edad cronológica) y sobre los 15 marcadores biológicos de ésta: presión sanguínea, tasa metabólica, densidad ósea, regulación de la temperatura, contenido de grasa, capacidad aeróbica, nivel de colesterol, masa muscular, fuerza muscular, niveles de hormonas sexuales, tolerancia al azúcar, sistema auditivo, visión, inmunidad y estado de la piel.
Investigaciones científicas que se han venido realizando desde hace ya más de 30 años, a partir de la década del 70, han descubierto que cada uno de esos marcadores puede revertirse hasta 15 años. Al igual que en el universo, todo es reciclable en el ser humano: las moléculas y células del cuerpo, las emociones y los pensamientos. El cambio de uno de los marcadores biológicos de la edad produce el cambio de todo el resto de ellos, pero cuando todos éstos cambian a la vez… ¡el cambio ya es exponencial!
Chopra explica que existen diversas técnicas para modificar los marcadores biológicos. Para esto, hay que actuar a nivel del cuerpo físico (conexión, energía o materia, prana o ki en otras tradiciones); del cuerpo sutil (mente, intelecto, ego, ideas, emociones, conceptos, personalidad, auto imagen, etc.) y del cuerpo causal (genera causas y hace que se creen los otros cuerpos, aquí se ubican el alma y el espíritu). Así, desde el cuerpo físico hasta el causal, vamos del tiempo a la eternidad.
Uno de los mejores métodos para conservarse joven y vital es la práctica regular de la meditación, que permite que los niveles hormonales se mantengan altos y no decaigan. La meditación permite conectarse con la fuente primordial de energía del universo -Dios- y realizar algo tan importante como retornar a la memoria del Amor, que es propia del ser humano.
El contacto directo con lo sagrado -por ejemplo, a través de la meditación o la comunión con la naturaleza- proporciona la experiencia máxima de Amor. Se irradia como luz y plenitud, que transforman el cuerpo y las emociones y, por tanto, el mundo que nos rodea.
10 consejos para retardar el envejecimiento:
1. Cambio de la percepción: Pasar de una visión materialista del universo a una visión integral y espiritual de la vida y la materia.
2. Tiempo: Dejar de vivir preocupados por el mañana o de vivir de los recuerdos y aprender a estar presente y vivir del ahora.
3. Sueño: La mala calidad de sueño acelera el envejecimiento. Lo que importa no es la cantidad, sino la calidad del sueño. La medicina ayurvédica aconseja acostarse sobre las 10:00 de la noche. Estas dos horas antes de la medianoche tienen un efecto reparador mucho mayor que las 6 horas siguientes. Es bueno dormir unas 8 horas y no excederse, si no se obtiene el efecto contrario, debilita.
4. Vigila tu alimentación: De acuerdo con el Ayurveda, el cuerpo se siente satisfecho y en equilibrio cuando tiene acceso a los seis sabores básicos (astringente, dulce, amargo, salado, agrio y picante). Los alimentos deben ser lo más frescos y naturales posibles, porque así aportan mayor cantidad de prana o energía. Además, se deben tomar suplementos nutricionales (multivitamínicos con minerales), ya que aunque tengamos una buena dieta, los necesitamos debido a la gran cantidad de toxinas y de tensiones a las que estamos expuestos diariamente.
5. Haz deporte: El yoga, el tai-chi o cualquier deporte que nos mantenga activos será bueno para recuperar la relación mente-cuerpo. La mejor forma de integración de ambos es a través de la respiración consciente, que facilita el movimiento energético de lo físico a lo mental.
6. Aprovecharse de los beneficios del Sol. Mirarlo, tomar baños de Sol, etc. Contrariamente a lo que dicen las empresas que venden protectores solares el cuerpo, hay más enfermedades de la piel en países donde casi no sale el Sol.
7. Eliminar las toxinas: Se deben eliminar las drogas, el alcohol y el humo del cigarrillo, pero también las toxinas emocionales, como miedo, depresión, culpa, enojo e ira, que actúan al nivel del cuerpo sutil. Desintoxica tu hígado, riñones y colon habitualmente.
8. Amor: Dar y recibir amor estimula el sistema inmunológico. Los tres niveles en que se expresa el amor son verbal (“te quiero”), atencional (escuchar al otro ininterrumpidamente) y afectivo (tocar, acariciar).
9. Creatividad: Aplica tu creatividad. Pinta, escribe, cocina, canta, etc, pero expresa tu creatividad de un modo libre y natural.
10. Mantén tu mente alimentada con lecturas que te hagan crecer interiormente. Ayuda a tu Alma día a día a que se eleve de la materia con lecturas inspiradoras.
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Fuente: Pensamiento Consciente.com