Aunque a veces no lo notemos, los pies juegan un papel fundamental en todas las etapas de la vida de una persona; son los cimientos que sostendrán al resto del cuerpo mientras este tenga la capacidad de mantenerse en pie.
En el momento del nacimiento los pies son como un libro abierto, en el que lo único que hay impreso es el prólogo, el resto de sus hojas están en blanco, esperando ser escritas con cada paso que da el Ser Humano recorriendo el camino de su vida.
Los pies de un bebe sano, son rosados, tienen un perfume natural, no tienen grietas, ni raspaduras, son suaves al tacto, representan la transparencia, la tranquilidad, la felicidad y la armonía de una nueva vida que empieza su desarrollo. Al igual que cada bebé es diferente de otro, sus pies también lo son.
En la medida que el bebé crece y va siendo un niño, sus pies, empiezan a tener marcas diferenciadoras…
Unos tendrán los pies con forma mas cuadrada otros con forma mas triangular, con los talones mas anchos o mas estrechos, con las uñas finas o gruesas, anchas o alargadas, curvadas o planas algo que ya se esbozaba en el momento de nacer y que cada vez se va haciendo mas evidente.
Es fácil encontrar en los pies de un adolescente, mucha humedad, a veces, ésta llega a producir pie de atleta, hongos, mal olor, etc., a pesar de que sean cuidadosos con la higiene. Esto tiene que ver con su inestabilidad emocional, su alteración hormonal, su preocupación por la aceptación en su círculo social, su inquietud ante nuevas experiencias y nuevas responsabilidades.
Según se camina hacia la edad adulta, y se van llenando las paginas en blanco del libro de la vida con los pasos personales, los pies, se van haciendo diferentes en cada individuo, van variando con los cambios internos que la persona realiza, quedando reflejados en los pies; si son vivencias positivas, con signos positivos y si le acompañaron experiencias negativas, también habrá marcas impresas que lo constaten. Si la persona es madura y estable emocionalmente, se irá estabilizando la humedad, si es una persona con vitalidad, con energía positiva, la constitución de sus pies así lo expresará, si su carácter es firme, su estructura también lo será, si es adaptable a los cambios estas serán flexibles, si desarrolla su parte afectiva, la textura de sus pies será suave, si cuida de no intoxicar su organismo, su olor será agradable.
En las personas de edad avanzada podemos observar que los pies reflejan todo el camino recorrido. Ellos nos hablan de su flexibilidad o rigidez mental, a través de la elasticidad de sus músculos, tendones y ligamentos, de su equilibrio o desequilibrio emocional con la humedad o sequedad de su piel. El acolchamiento del pie, la suavidad, la resistencia al igual que la fuerza, el peso, las deformaciones óseas, dejan al descubierto su propio caminar por la vida.
En ese libro abierto que son los pies podemos leer su personalidad, ver descrita su inteligencia, temperamento, carácter, estructura biológica y los aprendizajes más fuertemente adquiridos, por lo general en la temprana infancia y los aprendizajes y adecuaciones comportamentales que el sujeto realiza más tardíamente y en muchos casos conscientemente.
En definitiva los pies nos narran la historia de la vida del ser humano. Toda su madurez o inmadurez, su tipo de consciencia, responsabilidad, dependencia o independencia, rigideces, agotamiento y un sinfín de experiencias vividas, algunas traumáticas y no siempre emocionalmente resueltas, quedan proyectados en sus pies.
Que debe tener en cuenta un buen Reflexólogo?
Que la toma de contacto con los pies de un ser humano, le brinda como terapeuta, la oportunidad de desarrollar la intuición para llegar a ver lo más íntimo: el inconsciente reflejado en los pies.
Que con la observación desapegada y la exploración, el terapeuta puede llegar a los rincones más ocultos de la persona tratada, esto es sinónimo de llegar: a los rincones más ocultos de su alma.
Que los pies dejan al descubierto a la persona sin mascaras, tal como es en realidad, lejos de disimulos o simulaciones.
Que el termino “persona” esconde la palabra “mascara”. La mascara es aquello que oculta el verdadero yo, para crear un personaje.
Que a través de los pies se desenmascaran las raíces de los desajustes y alteraciones, recientes o lejanos en el tiempo que son producto de bloqueos, que están más allá, de lo meramente físico y que en cualquier caso, han dejado su impronta en la persona, y antes o después, aparecerán en forma de alteraciones orgánicas dentro de la triada: mente, órgano, emoción.
El terapeuta aprende a ver más allá del personaje… ve lo autentico de la personalidad del ser que va a tratar. Entiende lo que cuentan los pies con su forma, sus deformaciones, durezas, callos, grietas, sequedad, humedad, flexibilidad, rigidez, marcas, etc.
Acompaña al paciente en su curación, sabiendo que ésta, forma parte sin duda, de ellos mismos y que la Reflexoterapia a través del terapeuta lo que potencia es la aceleración del proceso, ayudando primero que nada a entender lo que esta impreso en sus pies.
Hay que tomar contacto con los pies, para sacar una primera impresión del potencial del paciente, reflejado en estos.
Al mostrárselo al paciente, este puede tomar conciencia de sus partes ocultas, de su “sombra”.
Tras ayudar al paciente a descubrir el origen de los problemas, este empezará a darse cuenta de cosas que antes no podía ver y esto le ayudará a modificar sus hábitos personales.
Después se trabajan zonas y puntos reflejos concretos para que desde estos, se produzca la liberación de bloqueos y toxinas, logrando que sus estructuras, órganos, emociones y mente se equilibren y alcance un grado de armonía y bienestar, que irá conduciendo al restablecimiento de su Salud.
Parámetros para hacer una interpretación psicológica de los pies son:
- Constitución – Estructura – Forma – Textura
- Temperatura –Humedad – Color
Con la observación desapegada y la exploración, el terapeuta puede llegar a los rincones más ocultos de la persona tratada, esto es sinónimo de llegar…
¡A los rincones más ocultos de su alma!
“Los pies dejan al descubierto a la persona tal como es en realidad lejos de disimulos o simulaciones”
Artículo publicado en la revista Espacio Humano. Nº 124. Noviembre 2008.
Reflexóloga – Autora del libro Reflexología Integral.