La Clave de la Vida 1/8



"La vida es lo que pasa a tu lado, cuando solo estas enfocado en tus problemas" 

-Alejandro Ariza


Siempre quise saber el por que de las cosas. Cuando era niño, mi mayor alegría era descubrir como funcionaba un  juguete. Después vinieron otras preguntas: ¿Por qué aquel gesto? ¿Por qué aquellos acontecimientos?

UNA CIUDAD EXTRAÑA
Nunca acepté aquello de “la vida es así, tiene que ser así”.

Esto me recuerda el cuento del hombre que fue a una ciudad donde todos cargaban una piedra en  la espalda.

Al llegar a la ciudad, el forastero quedó estupefacto ante esa costumbre y preguntó:

-  ¿Por qué llevan esa piedra en la espalda?

-  Porque tiene que ser así. Siempre fue así, le dijeron.

Insatisfecho con la explicación, insistió:

-  Pero debe haber algún motivo.

-  No sabemos. Sólo sabemos que tú también debes llevar la piedra… Tal fue la respuesta que recibió.

Para no llamar la atención, el forastero empezó a llevar también una piedra a la espalda, y así fue bien recibido por la comunidad.

Pero la piedra pesaba y además era algo absurdo para quien venia de un mundo diferente.

Ellos habían nacido, prácticamente, con una piedra en la espalda, pero él venia de otra realidad.

Hasta que un día, cansado, empezó a decir:

-  La piedra dejó de ser necesaria. No tenemos que cargar más la piedra. Prueben.

Algunos, de hecho, empezaron a dejarla y sintieron enseguida que era mucho mejor: Experimentaron una sensación de bienestar y el dolor de la espalda, que era permanente, desapareció.

Pero algunos de los más viejos empezaron a poner miedo en estas personas de vanguardia. Les dijeron que, al dejar la piedra, estaban contrariando la ley de Dios y con esto despertaron en ellos miedo y sentimientos de culpa.

¿Qué hacer? Librándose de la piedra, ofendían a Dios y a los demás. Estos los verían como traidores y los perseguirían y condenarían.

NADIE SABÍA EL POR QUÉ
¡Qué situación! Nadie sabía decir por que debían continuar cargando la piedra, pero no podían librarse de ella, sencillamente porque había que cargarla.

Quien había hecho la experiencia de dejarla, había sentido, por unas horas, que era estupendo andar sin ella, pero debían continuar cargándola aunque ya empezaban a convencerse de que no había ninguna explicación, ningún motivo para hacerlo, a no ser lo que decían los que no habían tenido el valor de quitársela de encima:

Es necesario… Siempre fue…

El forastero acabó casándose y dejo la ciudad.

Esta continuó con su costumbre milenaria de andar con una piedra en la espalda.

Nadie se sentía bien. Pero todos pensaban que la culpa era de la vida. Nadie se atrevía a preguntar:

¿Por qué tenemos que continuar cargando piedras?

¿Estas piedras tienen alguna relación con ese dolor continuo que sentimos en la espalda?

¿POR QUÉ ES ASI LA VIDA?
Muchas veces, al mirar nuestro mundo, tengo la impresión de estar viendo la ciudad de la que hablamos. La gente se queja de todo, reivindica hospitales, ambulancias, pues la enfermedad esta invadiendo la tierra, en vez de buscar la vida. La agresión es algo permanente, la violencia esta arraigada en todos los sectores.

¡Cuantas personas en estado de tensión, nerviosas, inseguras, deprimidas, indignadas, sin conseguir ver un sentido en la vida y sin realizarse!

¿Por qué?

Este por qué fue siempre uno de los que más me inquietaron. ¿Por qué, siendo como es una dádiva divina y tan maravillosa, en teoría, la vida, en la práctica resulta tan difícil y absurda?

¿Por qué, teniendo una mente que puede conseguir todo lo que queramos, no conseguimos prácticamente nada?

Cargamos piedras y nos quejamos de que la vida, o Dios, nos castigue, sin merecerlo, con dolores en la espalda; sin merecerlo, pues somos buenos, tan buenos (…¿?…) que perseveramos pacientemente en llevar nuestra piedra.

Parece mentira que seamos tan inteligentes para algunas cosas y tan cerrados para otras, en especial, para aquellas que están relacionadas con la vida, con su crecimiento, su desarrollo y su realización.

A las personas les parecen normales la enfermedad, la violencia, la desilusión, la infelicidad y lo máximo que hacen es preguntar por qué ellas, que son tan buenas, tienen que sufrir de esa manera. Nunca se preguntan por qué están llevando una piedra en la espalda, por qué tienen que hacer lo que hace todo el mundo, a pesar de que no ven ningún sentido en eso.

¿Por qué sufren y no consiguen realizarse las personas?
Me hice esta pregunta durante muchos años, sobre todo, al ver que también los buenos, los que son responsables, los que se dedican a los otros, sufren y no consiguen ver un sentido en sus vidas.

Ha dedicado prácticamente toda mi vida a ayudar a los demás en sus problemas, a través, fundamentalmente, de la terapia, y ese hecho siempre me4 ha llamado la atención. Nunca he conseguido acostumbrarme o conformarme con él.

Fue un por qué de respuesta difícil. La respuesta estaba tan cerca que no la veía.

Tarde años en descubrirla. Pero, por fin, la encontré.

Voy a intentar pasarte lo que descubrí. Es la clave de la vida.

Quizá te parezca una cosa tan sencilla que no le des importancia. Tal vez, viendo que es algo que ya conocías y que no cambió tu vida, pienses que estoy exagerando.

Reflexiona sobre lo que voy a decir y ponlo en práctica. Puedes creer. Tu vida va a cambiar completamente.

Continuará...

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Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capítulo 273 Volumén 2: La Clave de la Vida