Parte anterior
Procura ser realista al establecerte un plazo. Debes saber que para que una cosa se materialice se requiere tiempo.
Procura ser realista al establecerte un plazo. Debes saber que para que una cosa se materialice se requiere tiempo.
Date un tiempo, ni tan corto que te acarree preocupación, tensión excesiva, ni tan largo que te deje sin motivación.
Sé ambicioso. Aspira a grandes objetivos, capaces de motivarte constantemente.
Normalmente un objetivo no puede ser alcanzado de forma directa.
Para llegar a él hay necesidad de pasar por objetivos intermedios y direccionados para el principal. Estos objetivos intermedios son las metas.
No debemos pretender llegar al objetivo con un solo paso. Van a ser necesarios muchos, pero a cada paso dado estaremos más cerca de ese objetivo.
Confunden una cosa con otra.
No saben que el tiempo es un factor fundamental para la consecución de cualquier cosa.
Si has pasado al papel tu objetivo y te has puesto un plazo para alcanzarlo, tu decisión es ya un hecho y va a empezar a actuar como un imán, atrayendo todo lo que venga a ser útil para alcanzarlo.
Ahora, sólo falta… ¡actuar!
PUNTOS PARA RECORDAR
1- Si queremos llegar a algún lugar, conseguir algo, tenemos que saber a donde queremos ir, que queremos conseguir.
2- Después de la decisión, el objetivo es el punto de partida de todo.
¿Tienes un objetivo? Si todavía no lo tienes, no dejes pasar este momento. Coge una pluma y un papel y dedica todo el tiempo que necesites para encontrar el objetivo por el que iras a luchar. Será el momento del día mejor aprovechado.
3- Cuatro grandes ventajas de tener un objetivo:
2- Después de la decisión, el objetivo es el punto de partida de todo.
¿Tienes un objetivo? Si todavía no lo tienes, no dejes pasar este momento. Coge una pluma y un papel y dedica todo el tiempo que necesites para encontrar el objetivo por el que iras a luchar. Será el momento del día mejor aprovechado.
3- Cuatro grandes ventajas de tener un objetivo:
3.1- El subconsciente empieza a trabajar porque sabe lo que tiene que hacer.4- Todo éxito implica un cierto ciclo natural:
3.2- Sabiendo lo que se quiere se empieza a actuar de forma consciente.
3.3- El trabajo pasa a ser placentero.
3.4- Se empieza a ver oportunidades que, de otra manera, pasarían desapercibidas.
Objetivos
Metas
Persistencia Planos
Miedo Acción
Problemas
¡Levántate! Mira de frente a la vida. ¿Qué quieres de ella? Decídete. Escribe tu objetivo y el mundo será tuyo.
MOTIVACIÓN
MOTIVA EL SUBCONSCIENTE
De nada sirve tener un objetivo y querer trabajar por él, si no tenemos el poder de motivarnos, si no tenemos un deseo ardiente.
Saber motivarse es uno de los grandes secretos de la materialización del deseo.
Para que exista una auténtica motivación es imprescindible una unión interna básica entre nuestro subconsciente y nuestro consciente. Mantener esta unidad interna es muy difícil. Pero el pensamiento sólo tiene fuerza si se apoya en la emoción.
Nuestra parte racional, la mente no consigue sustentar lo que no es objeto de la emoción.
En el instinto y en la emoción está toda la energía vital que necesitamos para vivir y para materializar nuestros objetivos.
Decíamos que por más maravilloso y por más espiritualmente profundo que sea un objetivo, si el subconsciente no lo sirve como algo deseable, no va a encontrar eco en el interior de la persona y, por tanto, no va a tener fuerza para materializarse.
Va a ser muy difícil alcanzarlo.
Recuerda que no es suficiente que la razón vea el motivo; es fundamental que la emoción lo viva y lo prefiera a los otros como el mejor y el más deseado bien.
Nuestra naturaleza emocional es nuestra debilidad y nuestra fuerza. Todo va a depender de que vivamos o no en armonía con ella.
Esto ocurre con mucha frecuencia en la familia, particularmente en el matrimonio.
Cuando la emoción deja de quererlo como un bien y empiezan a tener peso sólo la razón, los hijos, la sociedad o un motivo espiritual como “el matrimonio” es indisoluble, por ser una institución divina” (¿?), y por este motivo no se puede pensar en separación… comienza a surgir un problema tan grande que, si no se tiene cuidado, el resultado va a ser la tensión, el nerviosismo, la enfermedad, el resentimiento… la autodestrucción.
Se puede tener una gran fuerza de voluntad y un gran espíritu cristiano y sustentar el matrimonio por tales motivos, pero la felicidad y la vida irán desapareciendo del corazón de esas personas pues la emoción no está motivada para continuar alimentando esa unión y/0 se mata la emoción, muriendo con ella una parte fundamental de nuestro ser, la parte donde está la motivación para la propia vida, o se busca en otros lugares en la tentativa de encontrar una motivación para seguir viviendo.
He dado este ejemplo porque es muy común y para que comprendas lo que quiero decir cuando afirmo que es en la unión interna donde reside el equilibrio, la fuerza, la realización, el logro de cualquier cosa que deseemos. La motivación mayor para conseguir lo que queremos es aquella que tiene el apoyo de nuestro ser en su totalidad, o sea, el apoyo de nuestro consciente, y de nuestro inconsciente y que además recibe el refuerzo de nuestro superconsciente.
Cuando se habla de educación, se de aprendizaje se menciona mucho la motivación, pero sin saber como motivar.
Se piensa que motivar es dar las razones lógicas que permiten ver la necesidad del estudio, de la buena conducta…
Aquí esta uno de los grandes fallos de la educación: no dar importancia a lo más importante.
¿Te acuerdas del carruaje del que hablamos en el primer capítulo, y, de cómo nosotros nos podemos comparar con él?
¿Qué juicio hiciste de aquel cochero que, por considerarse superior al caballo, lo dispensó y después tubo que arrastrar él mismo el carruaje?
¡Una buena humorada sin duda!
Si cayésemos en la cuenta de lo que hacemos a todas horas con nosotros mismos o de lo que hacen la educación y la enseñanza con la colectividad, quedaríamos espantados, con certeza. Nos sentiríamos tan torpes que, a partir de ese momento –así pienso yo- podría empezar a surgir un mundo nuevo: un mundo más humilde, menos dogmático, más realizado, más feliz, más sensato, más sabio.
Saber motivarse es uno de los grandes secretos de la materialización del deseo.
Para que exista una auténtica motivación es imprescindible una unión interna básica entre nuestro subconsciente y nuestro consciente. Mantener esta unidad interna es muy difícil. Pero el pensamiento sólo tiene fuerza si se apoya en la emoción.
Nuestra parte racional, la mente no consigue sustentar lo que no es objeto de la emoción.
En el instinto y en la emoción está toda la energía vital que necesitamos para vivir y para materializar nuestros objetivos.
Decíamos que por más maravilloso y por más espiritualmente profundo que sea un objetivo, si el subconsciente no lo sirve como algo deseable, no va a encontrar eco en el interior de la persona y, por tanto, no va a tener fuerza para materializarse.
Va a ser muy difícil alcanzarlo.
Recuerda que no es suficiente que la razón vea el motivo; es fundamental que la emoción lo viva y lo prefiera a los otros como el mejor y el más deseado bien.
Nuestra naturaleza emocional es nuestra debilidad y nuestra fuerza. Todo va a depender de que vivamos o no en armonía con ella.
Esto ocurre con mucha frecuencia en la familia, particularmente en el matrimonio.
Cuando la emoción deja de quererlo como un bien y empiezan a tener peso sólo la razón, los hijos, la sociedad o un motivo espiritual como “el matrimonio” es indisoluble, por ser una institución divina” (¿?), y por este motivo no se puede pensar en separación… comienza a surgir un problema tan grande que, si no se tiene cuidado, el resultado va a ser la tensión, el nerviosismo, la enfermedad, el resentimiento… la autodestrucción.
Se puede tener una gran fuerza de voluntad y un gran espíritu cristiano y sustentar el matrimonio por tales motivos, pero la felicidad y la vida irán desapareciendo del corazón de esas personas pues la emoción no está motivada para continuar alimentando esa unión y/0 se mata la emoción, muriendo con ella una parte fundamental de nuestro ser, la parte donde está la motivación para la propia vida, o se busca en otros lugares en la tentativa de encontrar una motivación para seguir viviendo.
He dado este ejemplo porque es muy común y para que comprendas lo que quiero decir cuando afirmo que es en la unión interna donde reside el equilibrio, la fuerza, la realización, el logro de cualquier cosa que deseemos. La motivación mayor para conseguir lo que queremos es aquella que tiene el apoyo de nuestro ser en su totalidad, o sea, el apoyo de nuestro consciente, y de nuestro inconsciente y que además recibe el refuerzo de nuestro superconsciente.
Cuando se habla de educación, se de aprendizaje se menciona mucho la motivación, pero sin saber como motivar.
Se piensa que motivar es dar las razones lógicas que permiten ver la necesidad del estudio, de la buena conducta…
Aquí esta uno de los grandes fallos de la educación: no dar importancia a lo más importante.
¿Te acuerdas del carruaje del que hablamos en el primer capítulo, y, de cómo nosotros nos podemos comparar con él?
¿Qué juicio hiciste de aquel cochero que, por considerarse superior al caballo, lo dispensó y después tubo que arrastrar él mismo el carruaje?
¡Una buena humorada sin duda!
Si cayésemos en la cuenta de lo que hacemos a todas horas con nosotros mismos o de lo que hacen la educación y la enseñanza con la colectividad, quedaríamos espantados, con certeza. Nos sentiríamos tan torpes que, a partir de ese momento –así pienso yo- podría empezar a surgir un mundo nuevo: un mundo más humilde, menos dogmático, más realizado, más feliz, más sensato, más sabio.
Ver capítulos anteriores del Taller de Autoestima
Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capítulo 272 Volumén 2: Objetivos, Motivación y Fé
Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capítulo 272 Volumén 2: Objetivos, Motivación y Fé