Este monje budista, de origen francés, es una eminencia en la meditación y en el desarrollo espiritual de la felicidad. Ha convivido con grandes maestros de su religión y se desempeña como asesor del Dalai Lama. El también escritor nos da algunos secretos para alcanzar la paz y la armonía interna
Matthieu Ricard, es doctor en Genética Celular, lleva 40 años como budista y trabaja como asesor del Dalai Lama, pero también ostenta el título del “hombre más feliz del mundo” tras ser evaluado neurocientíficamente por la Universidad de Wisconsin en sus estados de meditación y compasión. Su actividad cerebral asociada al bienestar y a las emociones positivas le valieron dicha denominación.
Oriundo de Francia, pero retirado hace años a las alturas de Asia, constantemente viaja por todo el mundo llevando palabras de aliento y bienestar a toda la gente.
¿Cuál es su secreto para ser feliz y qué es la felicidad?
— El secreto es hacer cosas buenas y ser una persona íntegra. Así de simple. Hay que tener compasión por los demás.
La felicidad no se puede definir como una sucesión de momentos de placer; es un estado donde debemos tratar de tener un espíritu y una mente fuerte. Hay que lograr una mente tranquila.
¿Qué significa para usted trabajar con el Dalai Lama?
— Soy su discípulo; es mi líder espiritual y he tenido la suerte de viajar con él a varias conferencias. Hago lo mejor que puedo como su intérprete.
Meditación y altruismo...
— La palabra meditación al final sólo quiere decir el entrenamiento de nuestra mente; es una experiencia que se puede ejercitar desde que nos despertamos hasta que nos acostamos. Dicho estado transforma nuestra relación con el mundo.
Para muchos el altruismo (sacrificio personal por el beneficio de otros) puede parecer una utopía, pero se puede usar para enfrentar los conflictos diarios de la vida. La única manera de cambiar los paradigmas es empezar por tener más consideración hacia los demás. Necesitamos más justicia social e igualdad.
¿Qué piensa del celibato?
— No soy especialista en mujeres (risas...), pero amo a toda la humanidad y la mitad del mundo está poblado por ellas.
¿Presente o futuro?
— Tenemos que vivir el presente, aprender del pasado y proyectar ese aprendizaje en el futuro. Hay que alcanzar una mente tranquila, no caótica.
Fuente: Publimetro