Alivios naturales para la Fibromialgia





Fibromialgia quiere decir: “dolor en los músculos, ligamentos y tendones.”

La Fibromialgia es una enfermedad reumática crónica que se presenta en unos puntos repartidos en zonas como: el cuello, los hombros, la espalda, las caderas, los brazos y las piernas.

Síntomas de la Fibromialgia

Algunos de los síntomas que aparecen son tan variados como: dolor muscular, cansancio, incapacidad de conciliar el sueño, problemas de concentración, sensación de no haber dormido bien al levantarse, dolor en la cabeza, dolor en el cuello o mandíbula, problemas de respiración, problemas digestivos con periodos de estreñimiento que alternan con otros periodos de fuertes diarreas, problemas en la piel con la aparición de manchas o picor, sensación de mala circulación, hipersensibilidad a la luz, dolores en la penetración, necesidad constante de orinar, etc.

Quien padece esta enfermedad debe adoptar unos hábitos de vida sanos que le ayuden a mejorar su calidad de vida.

Terapias Manuales para la Fibromialgia. El Masaje

El masaje es muy beneficioso para quienes sufren de Fibromialgia porque reduce el ritmo cardíaco, aumenta la elaboración de analgésicos naturales del cuerpo, bajan el dolor sin pastillas, relaja los músculos y mejora el movimiento en las articulaciones.

El masaje también puede tener una intención preventiva. Podemos utilizar presiones de 60 a 90 segundos, en puntos no dolorosos. La Fibromialgia se caracteriza por tener de 11 a 18 puntos dolorosos en el cuerpo. El masaje, debe trabajar todo el cuerpo, presionando cada punto, unos segundos, hasta que el dolor disminuye.

El masaje debe respetar el umbral de dolor de cada paciente. Comenzaremos con una presión suave, que gradualmente aumentaremos hasta llegar a un umbral soportable de dolor. Siempre debemos adaptarnos a cada paciente ya que cada uno de ellos presentará diferentes síntomas y diferentes niveles de tolerancia al dolor, nada de manipulaciones fuertes, enérgicas ni vigorosas. Podemos verlo como un masaje normal pero con poca presión, evitando las manipulaciones fuertes, haciendo del masaje una maniobra general envolvente y relajante.



Las personas con Fibromialgia son muy sensibles a los cambios de temperatura, por ello debe expresar cualquier incomodidad para adaptar el masaje a cada necesidad.



Teniendo en cuenta que la Fibromialgia es una enfermedad de origen desconocido y compleja no se puede pretender aliviar todos sus síntomas con el masaje, pero si podemos aspirar a ganar calidad de vida con un alivio de los síntomas.

Otro tratamientos naturales

Otros elementos que nos ayudan a aliviar el dolor de esta enfermedad son las plantas y debemos utilizar aquellas que tienen como finalidad:



• Aliviar la tensión
• Aliviar el dolor
• Purificar el cuerpo
• Ayudar a conciliar el sueño



Las hay para uso interno:
• Sauce• Hipérico, Tila• Valeriana• Flor de la pasión
• Plantas depurativa
O de uso externo:


  • • Romero
  • • Tomillo
  • • Salvia
Algunas plantas contra el dolor:

• El romero• El aceite esencial de lavanda
• El sauce• El laurel

Magensio, Silicio y Selenio

En cuanto a la alimentación, una que sea rica en verduras, que contengan magnesio y silicio para cuidar los músculos y los tendones. También alimentos que contengan selenio ayudan reducir el dolor.

Plantas con abundante magnesio están: las espinacas, la lechuga, el espárrago o la verdolaga.

Plantas ricas en silicio son: el perejil, las ortigas o las nueces.

Plantas con selenio son: las cebollas, los ajos, las coles, las naranjas, los pepinos, las calabazas o las manzanas.

Estos son solo unos breves consejos, hay muchos más y que pueden variar según el grado de la enfermedad y cada persona en particular.

Alimentos recomendados en la Fibromialgia

Alimentos Alcalinizantes

  • Ricos en potasio, calcio, magnesio y sodio: lechuga, las endibias, la escarola, el perejil, el plátano, el mijo, las almendras, el maíz o las castañas.
  • Ricos en ácidos grasos omega 3: pescados azules, aceite de linaza, de cánola, de nuez, de soja, de germen de trigo y de avellana.
  • Ricos en antioxidantes, calcio y ácidos grasos omega 3: frutas frescas, frutos secos y semillas, manzana, pera, almendras, avellanas, sésamo, etc. Contrariamente a lo que se piensa, las frutas ácidas –el limón, por ejemplo- no suelen ser acidificantes, ya que su digestión deja como residuos minerales alcalinos.
  • Ricas en calcio, vitamina C, ácido fólico y betacarotenos: Verduras y hortalizas: zanahoria, cebolla, apio, col, etc.
  • Ricos en selenio, vitaminas del grupo B y fibra: Cereales integrales: trigo, avena, centeno, etc.
  • La soja y sus derivados aportan proteínas, calcio, hierro, yodo, magnesio, potasio, fósforo, ácido fólico y vitaminas del grupo B.
  • Ricas en calcio, magnesio y otros oligoelementos que facilitan su la absorción: Algas.

Alimentos Acidificantes, desaconsejados en la Fibromialgia

  • Ricos en fósforo, azufre y cloro. Entre los más destacados están los que contienen aditivos y edulcorantes, las harinas refinadas, las conservas, etc.
  • Ricos en oxalatos: espinacas, acelgas, remolachas, etc.
  • Ricos en grasas saturadas: carnes grasas, embutidos, mantequilla, lácteos enteros, etc.
  • Ricos en purinas: vísceras, carnes rojas y mariscos.
  • Vegetales que contienen solanina, una toxina que actúa sobre los enzimas formadores de los músculos aumentando la inflamación y causando dolor-: tomate, patata, pimiento, berenjena, etc.
  • El alcohol, la cafeína, la sal y los azúcares refinados.
  • Cuando hay acidosis por el abuso de estos alimentos aparecen síntomas como la falta crónica de energía, sabor agrio y viscoso al despertar, propensión a la fatiga y el frío, mayor tendencia a la depresión, encías inflamadas y sensibles, caries, cabello sin brillo y su caída, piel seca y agrietada, uñas frágiles y quebradizas, calambres y espasmos musculares, problemas osteoarticulares, aumento en el depósito de cristales en las articulaciones y su inflamación, propensión a sufrir infecciones y músculos doloridos.

Consejos para una alimentación saludable:

  • Fraccionar la ingesta diaria en 4 o 5 comidas para un buen reparto de las calorías.
  • No saltarse ninguna comida ni “picar” entre horas.
  • Comer en un ambiente relajado, sin prisas.
  • Aumentar el aporte de fibra alimentaria a través del consumo de un mínimo de 5 raciones diarias de verduras y frutas. No abusar de los alimentos más flatulentos en caso de meteorismo: legumbres, col, coliflor, coles de bruselas, alcachofas, nabos, cebolla y manzana cruda, melón, sandía, chocolate, frutos secos y setas.
  • Optar por carnes blancas (pollo, pavo, conejo) y pescados (mínimo dos veces a la semana pescado azul) frente al abuso de las carnes rojas o muy grasas.
  • Utilizar cocciones ligeras como el horno, la plancha, el vapor, el papillote o el hervido y limitar las más grasas (fritos, rebozados, empanados) a ocasiones especiales.


  • Reducir el aporte de azúcares refinados presentes en caramelos, pasteles, azúcar de mesa, bebidas azucaradas, etc. y aumentar el consumo de los azúcares complejos presentes en los cereales, legumbres y patatas.
  • Utiliza como fuente principal de grasas el aceite de oliva virgen.
  • Bebe suficientes líquidos (alrededor de 2 litros diarios).
  • No consumas alcohol.
  • Mantente en un peso adecuado.
  • Realizar ejercicio físico moderado y adaptado a tus características personales 
Naturópata