Encuentra formas para ser feliz...


Nuestro interruptor de bienestar

La conclusión de todo esto es que, después de todo, no tenemos por qué estar enfermos, tener accidentes, envejecer, ni siquiera morir; pero mientras continuemos apagando nuestro interruptor de bienestar e impidamos que nuestras células reciban su abastecimiento vital, debido a nuestras emociones negativas, siempre ocurrirá algo. Y lo más grave es que hay gente, ¡mucha gente! ¡Que piensa que esto en la vida es normal que suceda.!

Así que tal vez quieras analizar cómo te estás expresando de ti mismo. Si estás diciendo: "Quiero estar bien", pero tu vibración predominante está diciendo: "¡Socorro! No quiero estar enfermo", ¿qué es lo que estás atrayendo?
Si estás enfermo y dices: "¡Por Dios!, voy a vencer esta enfermedad, voy a ganar esta batalla" desde una posición defensiva, ¿en qué crees que te estás enfocando?
Sin importar cuántas personas te amen, sin importar cuánto dinero des a los pobres, sin importar qué tan bien manejes tu negocio, ni lo encantador y agradable que seas como persona, ni que te sientas merecedor, ni lo que hayas sufrido, si tienes vibraciones negativas de cualquier tipo, incluso en tu modo de hablar, irremediablemente vas a atraer algún tipo de problema.
Por más que las vibraciones fundamentales de la conciencia masiva están alrededor de nosotros, y son una fuente interminable de poderosa energía negativa que permitimos que nos gobierne, que nos golpee como una tormenta a un barco sin timón y que haga difícil la navegación, eso no tiene por qué ser" así. Tú no tienes por qué ser una víctima de la conciencia de las masas o de la energía negativa de otra persona, ni la de tu médico, tu familia, tus amigos, tu pareja o los grupos que te rodean.

Limítate a declarar tus "quiero" todos los días, escribe (y después habla) nuevos guiones o historias acerca de tu cuerpo, tu salud, tu apariencia, tu vida. Y desea. Introdúcete en el lugar del sentimiento de lo que estás deseando, y vuélvete decididamente uno solo con quien estás deseando ser, haciendo fluir tu propia energía y vibrando en la frecuencia de la alegría, de tal modo que puedas vencer lo que tú -y cualquier otro- pueda haber estado fluyendo antes. No sólo tu cuerpo responderá gozosamente, sino que no habrá más accidentes.

¿Es fácil? No, no es nada fácil cambiar de enfoque, alejarnos de la enfermedad que estamos padeciendo, o de un dolor, o de un peso indeseado, de las viejas creencias de una vida. Pero puedes hablar contigo mismo para convencerte un poco cada vez. Puedes abrir esa válvula un poco cada vez, e invertir la dirección de tu cuerpo.
Tú eres mucho más poderoso que tu cuerpo, así que nunca dudes de que puedas hacer eso. Ríete más por cualquier cosa y sé menos solemne. Hay una sola cosa que necesitas hacer para tener el cuerpo que deseas: encontrar formas de ser feliz; al principio, será poco a poco, hasta que no importe nada más en tu mundo -ni tu cuerpo, ni tu familia, ni tus viejas dudas-, sólo tu enfoque en ser feliz. En eso, en última instancia, es en lo que consisten la salud y el bienestar.

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