Unos amigos me preguntaron (como sucede casi siempre) cómo llegar a ese lugar del sentimiento de "estar delgado", cuando puedes ver claramente que estás gordo. Fue otro caso de "pretendamos", sabiendo que no puedes pensarte delgado -mucho menos llegar ahí-cuando te estás sintiendo gordo. Una amiga había querido perder demasiados kilos, hizo todas las acostumbradas dietas y bajó, pero volvió a recuperar su antiguo peso varias veces, como nos ha pasado a todos los que hacemos dietas. Finalmente, entró en un programa de visualización, pues le pareció una buena idea; pero no llegó a ninguna parte, hasta que decidió poner algo de emoción detrás de las imágenes. Entonces empezaron a suceder todo tipo de cosas.
Ante todo, se le ocurrió la idea de realizar ejercicios en el gimnasio. Fue un buen comienzo, pero le asombró descubrir que no podía siquiera fingir el deseo de ir al gimnasio en tanto se permitiera a sí misma sentirse gorda. Lo que era más importante, descubrió, que en tanto se enfocaba en su peso, cualquier idea de ceñirse a una dieta, después de perder los primeros kilos, era desechada. Así que volvió a las visualizaciones y a los juegos de "pretender". Al principio, casi se había obligado a sí misma en forma agresiva a seeentir el peso en el que quería estar. Funcionó. En tanto continuó pretendiendo que era delgada, y se sintió delgada y mantuvo alejado su enfoque del sentimiento de gordura, pudo seguir con su dieta, no demasiado estricta, con relativa facilidad y dejó de luchar consigo misma para ir al gimnasio. No sé cuál era su peso antes, pero esta encantadora jovencita era la imagen perfecta de una talla 12 cuando la conocí.
Este no es un simple" querer" estar delgada o bien. No se puede simplemente querer y esperar que suceda. Se trata de volver a enfocar, y volver a sentir constantemente. Tu cuerpo responderá a la imagen que le des, siempre y cuando vaya acompañada del sentimiento adecuado: gordo o delgado, enfermo o saludable.
El secreto para revertir cualquier cosa dentro del cuerpo es desviar tu enfoque de lo que no quieres, encontrar la forma de poder introducirte en el sentimiento de lo que quieres, y saber con certeza que las leyes del universo están funcionando, y que deben llevar la visión sentida a la realidad, siempre y cuando tú no la aplastes.
Lo que está mal, nunca está bien
No tiene sentido realmente mantenerte alejado de los médicos, si tus creencias dicen que los médicos funcionan. Aunque yo le he dado un giro completo de manera drástica a la salud y a la forma de mi cuerpo, sé lo que mi mente permite o no en este momento; así que todavía hago visitas ocasionales a un médico, o a un dentista. Pero piensa en esto un minuto: ¿para qué se preparan los médicos? ¿Para curarte? Por supuesto, ése es el objetivo, tan pronto como descubren lo que está mal en ti.
"Lo que está mal" es su negocio, su razón de ser. Sí, quieren ayudar, pero si no encuentran algo malo, ¿cómo pueden, ayudarte? Puesto que lo que están buscando es "lo que está mal" -y es lo que tú esperas que encuentren- eso es precisamente lo que ellos -y tú- van a atraer: algo que está mal. ¿No has notado que con los médicos siempre estamos a punto de contraer algo, o tenemos ya un pie en la tumba? Somos o precancerosos, o no tenemos la menor posibilidad de salvación. No estoy atacando a la profesión médica; son un enorme y formidable grupo, que precisamente ahora está empezando a entender el proceso de la manera adecuada, muy lentamente por desgracia. Pero no debemos unirnos a ellos en atraer más de lo que queremos deshacernos, y, sin duda, no tenemos que visitarlos con ese temor que cierra nuestras válvulas.
Si a ti te han dicho que estás en algún tipo de "pre" condición, y eso te ha asustado mucho, tranquilízate y echa una mirada a lo que estás creando. Has cerrado tu válvula al volverte temeroso; estás atrayendo cosas en forma negativa y ahora vas directamente hacia el inevitable cumplimiento del dictamen del médico. Todo médico que se encuentra en la faz de este planeta sabe que la enfermedad remonta, una vez que se da 'el diagnóstico. ¡Imagínate!
De todas maneras, acude a tu médico, pero vigila tus reacciones, tus temores, tus creencias, tu negativa, lo que significa que vigiles tu válvula. Haz a un lado el diagnóstico de las enfermedades llamadas incurables, junto con todas las otras estadísticas lúgubres que existen sobre la enfermedad. De esta forma, puedes recurrir a tu médico como un medio para llegar al fin que deseas, en lugar de hacerlo la causa de que tus temores se agudicen.