Escribir un nuevo guión
Digamos que quisieras construir un nuevo patio en tu casa, que te costaría alrededor de 25,000 dólares, y digamos que piensas en ese costo de 25,000 dólares, una y otra vez, sin la más remota idea de cómo conseguirlos. Finalmente, deprimido y frustrado, exclamas: "iOh, al diablo, olvídalo!".
Estás actuando como el resto de nosotros, batallando contra esas viejas creencias limitantes que han estado cerrando tus válvulas toda la vida, que te desesperan, y que acabas de cerrar definitivamente.
Tu deseo de tener dinero para construir el patio te hace sentir tan mal, que dejas de pensar en el asunto.
No necesito decirlo, esto fue antes de que supieras acerca del flujo de energía. Así que digamos qué piensas en ese nuevo patio, ¡ahora! Con seguridad, todavía te quedan algunos sentimientos de energía negativa de los de antes; sólo que en este momento puedes detectarlos porque estás prestando atención a cómo te hacen sentir tus pensamientos.
Esta vez, en lugar de estancarte en ese viejo pensamiento de "¡olvídalo!", crea un nuevo guión con vibraciones renovadas y positivas para suplir el anterior.
Crear un nuevo guión no es sino hacer realidad un pequeño "sueño", que a la vez es grandioso, e introducirse en él emocionalmente. Sin embargo, lo importante es que emocionalmente te induzca en tu sueño, o sólo estarás perdiendo el tiempo.
Estás confeccionando en tiempo presente una narración enigmática acerca de lo que quieres, expresada en voz alta (y después por escrito) como si charlaras con un amigo. Nunca, jamás, debe ser sobre lo que va a suceder..., sólo sobre lo que haocurrido o está ocurriendo ahora. Y haz tu historia lo suficientemente real como para que puedas probar la satisfacción, el placer, la plenitud y la alegría en todos y cada uno de sus matices mientras la relatas.
Sólo recuerda que debes sentirla pasión que hay detrás de cada palabra. Si no la sientes, no obtendrás lo que deseasporque sin esos nuevos sentimientos, no habrá un cambio en tus vibraciones. Son esas enriquecedoras, excitantes, embriagantes emociones que hay detrás de tus palabras, las que causan las vibraciones positivas, necesarias para permitirte lograr lo que anhelas. Aunque-tú-no-lo-creas, estás creando un nuevo remolino magnético dentro de ti, con nuevas imágenes y sentimientos apasionados. Simplemente, no escribas tu guión de forma tan rebuscada que no seas capaz de sentirlo, o le habrás dado al traste a tu propósito.
Cuando el tornado empieza a crecer después de los dieciséis segundos de feliz relato, de los siguientes dieciséis segundos y de los que siguen, las vibraciones elevadas que fluyan de ti, comenzarán a eliminar las vibraciones negativas que han estado fluyendo, para contrarrestar completamente tus actuales "qué es". Cuando se realice ese cambio a una frecuencia más alta, que es todo lo que necesitas para traer a la realidad ese pequeño sueño que habías estado contando -incluso a ti mismo- éste será atraído entonces hacia el nuevo tornado.
Por supuesto, al principio tal vez te sientas un poco loco al hablar en voz alta con una persona imaginaria -contigo mismo- sobre la fantasía que estás viviendo, pero ése es sólo un pequeño precio que tienes que pagar por los grandes dividendos que recibirás.
Sólo empieza a hablar, y describe todas las satisfacciones y alegrías que te han traído esos 25,000 dólares. Hazlo con lentitud, dándote el tiempo suficiente para seeentir las palabras y las imágenes conforme vayas avanzando, y date tiempo,- también, para permitir que surjan más ideas sobre cómo aprovechar el dinero. Aunque todo esto es "pretende-como-si" por el momento, si tu narración es tan real como para saborearla, olerla, sentirla, tocarla y vivirla, muy pronto será una realidad.
Hay dos formas para hablar de tu enorme fantasía. La primera es similar a conversar con un amigo, y la segunda es una suerte de susurro para ti mismo. Así, una conversación sobre los 25,000 dólares podría parecerse a una plática con un amigo mientras toman una taza de café (en voz alta, pero suave). "Tú sabes, mi esposa y yo estamos encantados con el patio que acabamos de terminar. Teníamos años de estarlo deseando, aunque nunca habíamos considerado que debíamos gastar ese dinero. Pero, bueno, decidimos que ya era tiempo de darnos ese gusto, y tan pronto como tomamos esa decisión, el dinero llegó como por arte de magia."
"Ya está completamente construido y, ¡oh!, de verdad que nos fascina. Nos encanta disfrutarlo después de cenar. Nos sentamos ahí afuera los dos solos (tú estás... sintieeendo cada frase..., saboreando cada detalle, mientras... lo... vas... diciendo...) bajo las estrellas. ¿Y sabes que esto nos ha hecho sentir más cerca uno al otro? ¡Oh!, fue un desastre al principio, pero ahora hasta los niños lo están usando después de la escuela. Les compramos su propia mesa y sus sillas, así que se sientan afuera a hacer su tarea. Te aseguro que ese patio es lo mejor que hemos hecho en muchos años". Y así..., una y otra vez, sintiendoleeentamente cada nuevo detalle del mismo tema, que revele cada delicioso momento de tus descripciones.
Si quieres cambiar el guión, aunque no el enfoque, di en voz alta, para ti mismo: "Estoy ansioso de que llegar a casa esta noche. Mi esposa tendrá lista su cena favorita para que comamos en el nuevo patio. ¡Vaya!, estoy taaan feliz de cómo disfrutamos convivir en familia ó con amigos reuniones en el patio. Adoro en especial las magníficas losetas que encontramos para el piso. Y mañana, por fin, voy a salir a buscar las nuevas plantas... Creo que iré a..." (sí, estás describiendo algo nuevo que vas a hacer, pero que está dentro y forma parte de tu fantasía completa -el patio terminado- que estás viendo ahora, en este momento).
Tienes que dirigir ese dinero a algún lugar hacia donde fluir, así que mañana habla sobre cómo te sientes cuando estás sumergida en la bañera, y al día siguiente, habla sobre las nuevas plantas que acabas de comprar, etcétera. Deléitate y disfruta de cada nuevo detalle del que hablas y siente, habla y siente
Has tomado el antiguo guión de "sentirte mal", los 25,000 dólares requeridos para tu patio, y has creado una flamante y nueva historia acerca de donde colocarlos, una auténticamente inundada con toda clase de creencias de "sentirte bien", aun cuando todavía sea sólo una fantasía.
Sí, puedes jugar este juego con tu pareja, siempre y cuando ambos estén sintonizados en la misma frecuencia, deseando el mismo tipo de cosas. El que ambos estén haciendo eso, multiplicará diez veces la energía y hará brotar muchas nuevas ideas de las cuales hablar, en todas las formas posibles, para lograr tus propósitos.
Desde luego, elaborar guiones no se limita a escribir de cosas materiales. Tú puedes crear una historia acerca de cualquier cosa, desde una relación amorosa que necesita mejorarse, hasta cómo deshacerse de una plaga que ha invadido tu jardín.
Mi perra Lucy me estaba volviendo loco, subía y bajaba a todo correr la larga barda del frente y ladraba a cuanta cosa se movía. Era irritante para mí, molesto para las personas que pasaban junto a mi casa y crispante para mis vecinos. Probé cuanta maniobra sugería el instructivo para educar perros, pero nada parecía funcionar. Finalmente, cansada y realmente preocupada (lo cual sólo causaba más ladridos) decidí cambiar mi forma de hablar al respecto:
"Me encanta ver la libertad de espíritu con la que esa perra corre, desenfrenada como el viento, cómo sube y baja por la cerca del frente. Y casi no puedo creer cuando parece que pisa el freno y se sienta en la orilla de la barda, muy quietecita, viendo pasar a la gente, callada, atenta, bien portada. Francamente, me asombra, después de la forma en que solía actuar. Lo mejor del asunto es que puedo ver que Lucy todavía se encarga de cuidar la casa, y eso es lo que hace ahora, sentada, vigilando todo en silencio. ¡Caramba, cómo me gusta eso!".
Repetir eso se convirtió en mi rutina de todos los días, me seeentía alabando realmente a Lucy por subir y bajar corriendo por la barda para detenerse bruscamente cuando veía algo en la calle, y después sentarse para contemplar en silencio lo que ocurría.
Transcurrieron cinco semanas antes de que viera la primera señal. ¡Lucy no corría! Estaba sentada en el sendero de la entrada, contemplando en silencio a una persona que pasaba trotando. ¡Se quedó sentada ahí, sin moverse! En total, el proceso tomó aproximadamente tres meses, lo que demuestra lo arraigadas que estaban mis viejas creencias de que no podría reeducar a aquella perrita testaruda. Pero no me di por vencida, insistí, y hasta este momento al menos, somos dos seres muy felices.
Sin embargo, en lo que se refiere al dinero, mis primeros intentos por reescribir el guión no tuvieron, ni remotamente, ese éxito. Intentaba con tal intensidad obtenerlo a través de imágenes surrealistas acerca de proyectos que producirían muchísimos dólares, que me encontraba hundida bajo una montaña de historias totalmente increíbles. Podía sentir a mis viejos sistemas de creencias asomar sus vacilantes cabezas con argumentos como: "¿Me puedes decir cómo vas a lograr eso? ¿De dónde vas a sacar el tiempo que se necesita? ¡Ni en sueños, olvídalo!". Dudas y más dudas, dudas.
Gradualmente me di cuenta de que no necesitaba crear una súper producción multimillonaria, al estilo de Steven Spielberg, sino sólo una pequeña historia, moderadamente creíble, de la que pudiera hablar conmigo misma, o quizá con algún "amigo". Así que empecé de nuevo, con una narración mucho más modesta, menos ambiciosa y mucho más creíble para mí. En lugar de hablar del dinero que debía llegar, lo coloqué en un sitio hacia el cual fluyera. Hablé sobre lo fácil que era para mí pagar mis cuentas, lo maravillosamente bien que estaban marchando mis proyectos y la excelente acogida que habían tenido mis programas de hipotecas en el mercado. Eso sí que me hacía sentir bien.
Me conté a mí misma nuevos giros de las mismas historias, durante semanas enteras, creando nuevos personajes y nuevas circunstancias para mantener vivos los relatos. Cuando nada de lo que deseaba parecía estar sucediendo, me sentí desalentada..., me pregunté qué era lo que me había ocurrido..., comprendí que estaba de regreso a lo negativo..., suspiré profundamente..., y comencé a escribir una nueva historia.
De repente irrumpieron algunas asombrosas -de hecho, revolucionarias- nuevas ideas para cuadruplicar mi negocio, con la mitad del esfuerzo acostumbrado. Surgieron nuevas personas para ayudarme, y en aproximadamente seis meses estaba de nuevo en el buen camino, ganando una cantidad razonable de dinero. En año y medio, mi ingreso pasó de cómodo a estratosférico, aumentando un increíble ¡830 por ciento! Los viejos sentimientos habituales son difíciles de eliminar, pero, ¡oh, día feliz!, ¡los liquidé!
Así que si tienes la inquietud de viajar, no te preocupes sobre cómo vas a obtener el dinero para hacerlo; sólo empieza a hablar (o a escribir) sobre tu fantasía y a lanzar corrientes de energía de "sentirte bien" hacia el lugar al que quieres ir, como si ya estuvieras ahí ahora. Siente la brisa, saborea la comida, siente tu nuevo bronceado. Si siempre deseaste tener un caballo de carreras, no te preocupes de cómo vas a conseguir el dinero para comprarlo. Empieza a hablar en voz alta de tu historia (la del caballo) y a fluir energía de "sentirte bien" hacia el tipo de caballo que quieres..., como si ya lo tuvieras ahora, junto con el entrenador, el lugar donde vas a tenerlo y los aplausos del público que te verá correr. Siente su crin, el olor del caballo mismo, ponte la corona de laureles.
Si tú y tu cónyuge siempre han deseado llevar una vida más sencilla, administrando un hotelito de "cama y desayuno" en el campo, entonces sueña con el lugar perfecto, recorre los caminos vecinales, maravíllate del aire fresco, habla con el contratista que los está ayudando a remodelar la casa, selecciona el lindo papel tapiz, busca antigüedades, disfruta a tus felices huéspedes, prepara para todos un regio almuerzo.
Eso es todo lo que tienes que hacer. Sustituye las viejas vibraciones negativas de tu guión de: "No puedo, no sé cómo, estoy en la ruina", con las de una nueva y positiva historia que te lance al disfrute de tenerla ya. Ahora.
Habla de ello y siéntelo, tal como quisieras que sucediera si estuvieras viviendo tu fantasía en este mismo momento, desarrollando una aún más amplia variedad de la historia, saboreando nuevas descripciones hasta que sientas que todo el asunto hace una especie de click y se vuelve real. Te has involucrado tanto en tu fantasía, en tu ensueño, que es como si lo estuvieras viviendo ya, en este momento. Has dejado de reaccionar sólo a las condiciones que se te presentan; te has convertido en creador de condiciones.
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Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capítulo 99 Volumén 2