En sincronía o sin ella.
Así, pues, ¿qué hacemos con todo esto? ¿Cómo cambiar? Seguramente no podremos controlar todas y cada una de las cosas que decimos, hacemos o pensamos a lo largo del día, por pequeñas que éstas sean, nos volveríamos locos tratando de hacerlo.
No te preocupes, ésa no es la idea. Todo lo que necesitamos hacer es volver a nuestro genio mágico, los sentimientos, y aprender a reconocer cómo se siente vibrar con "esta" y con "aquella" energía, e identificar cuándo estamos en alta o en baja frecuencia, cuándo nos sentimos mal o bien, y sintonizados con sentimientos negativos o realmentepositivos.
Ahora, volvamos al asunto de las vibraciones. Absolutamente todo en el universo responde a las vibraciones; eso es una ley. Así como los sentimientos de alegría, pasión, amor o cuaquier otro tipo de auténtica felicidad, son nuestra interprtación de ciertos tipos particulares de vibraciones, cuando sentimos ansiedad, culpa o resentimiento, también estamos interpretando cierta clase de vibraciones. Y no olvides por qué con un tipo de vibración te sientes mejor que con otro: uno está más cercano a nuestra fuente; el otro, no.
No te preocupes, ésa no es la idea. Todo lo que necesitamos hacer es volver a nuestro genio mágico, los sentimientos, y aprender a reconocer cómo se siente vibrar con "esta" y con "aquella" energía, e identificar cuándo estamos en alta o en baja frecuencia, cuándo nos sentimos mal o bien, y sintonizados con sentimientos negativos o realmentepositivos.
Ahora, volvamos al asunto de las vibraciones. Absolutamente todo en el universo responde a las vibraciones; eso es una ley. Así como los sentimientos de alegría, pasión, amor o cuaquier otro tipo de auténtica felicidad, son nuestra interprtación de ciertos tipos particulares de vibraciones, cuando sentimos ansiedad, culpa o resentimiento, también estamos interpretando cierta clase de vibraciones. Y no olvides por qué con un tipo de vibración te sientes mejor que con otro: uno está más cercano a nuestra fuente; el otro, no.
Todos y cada uno de nosotros somos extensiones físicas de muchísimo más de lo que vemos, extensiones de un ser más amplio, un ser no físico (nuestra fuente de energía), que se está expresando a sí mismo justo ahora, en un cuerpo humano. Cuando vibramos en sincronía con esa energía, nos sentimos bien; y, al contrario, cuando nos sentimos deprimidos y mal, significa que estamos vibrando fuera de sincronía, aunque lo hagamos con esa misma energía pura y positiva.
Los "no quiero" significan que estamos fuera de sincronía. Cuando vemos algo y decimos: "No quiero esto", suceden dos cosas. Primero, no hay la menor posibilidad de que el "no quiero" sé vaya, porque lo estamos reteniendo en nuestra vibración al centrar la atención en él. Y segundo, nos sentimos mal, deprimidos, abatidos, vacíos, o con cualquier otro tipo de sentimiento, menos el de felicidad.
Por tanto, cuanto más estemos en sincronía con la energía de nuestra fuente original, mejor nos sentiremos. Y cuanto más alejados estemos de esa sincronía, peor nos sentiremos. En otras palabras: sentirse bien es lo que debe ser natural, aunque no es lo normal para nosotros, al menos por el momento. Cualquier situación diferente a ésa no es natural, pese a que por ahora, lamentablemente, sea lo normal para nosotros.
Los "no quiero" significan que estamos fuera de sincronía. Cuando vemos algo y decimos: "No quiero esto", suceden dos cosas. Primero, no hay la menor posibilidad de que el "no quiero" sé vaya, porque lo estamos reteniendo en nuestra vibración al centrar la atención en él. Y segundo, nos sentimos mal, deprimidos, abatidos, vacíos, o con cualquier otro tipo de sentimiento, menos el de felicidad.
Por tanto, cuanto más estemos en sincronía con la energía de nuestra fuente original, mejor nos sentiremos. Y cuanto más alejados estemos de esa sincronía, peor nos sentiremos. En otras palabras: sentirse bien es lo que debe ser natural, aunque no es lo normal para nosotros, al menos por el momento. Cualquier situación diferente a ésa no es natural, pese a que por ahora, lamentablemente, sea lo normal para nosotros.
Pero, ¡cuidado!
Nuestro principal problema con las emociones negativas es que muy pocas veces somos conscientes de que las tenemos.Sin embargo, si estuviéramos emitiendo la alta frecuencia de la alegría todo el tiempo, en lugar de vibraciones más bajas que no tienen nada que ver con la alegría, tendríamos tal prosperidad, lujos y éxitos -para no mencionar felicidad, salud perfecta y bienestar-, que nada de esto nos importaría.
Ésta es, pues, la clave de ese estado que llamamos normal, el cual ocupa aproximadamente el 99 por ciento de nuestro tiempo, y que no es otra cosa más que vibraciones negativas. Las vibraciones negativas de cualquier tipo, de cualquier intensidad, con cualquier excusa, significan que nosotros mismos nos hemos alejado de la vida.Estamos existiendo, pero no viviendo.¡Una gran diferencia!
Las vibraciones negativas significan que nos hemos desconectado de nuestra fuente.
Las vibraciones negativas se presentan cuando nos negamos a permitirnos siquiera pensar en todo aquello que nos hace felices.
Las vibraciones negativas surgen de vivir con los "no quiero". Y ése es el único lugar de donde provienen. Las vibraciones negativas significan que hemos cerrado las puertas de nuestra "juguetería".
Ninguno de nuestros más acariciados anhelos puede manifestarse mediante vibraciones de "no quiero". Estos "no quiero" forman parte de una frecuencia diferente llamada "alegría", que permanece lejos de nosotros, muy distante, hasta que la llamamos por medio de las vibraciones más altas del "sentirse bien".
Así de simple: nuestros "quiero" sólo se sincronizan con las vibraciones positivas de nuestro "Ser interior/Ser expandido", y no con nuestras vibraciones negativas. Debido a que nuestros "quiero" nos traerán placer -de cualquier tipo-, la única vibración con la que coinciden es con la de nuestra "intención original" de estar en armonía.
No podemos pensar en lo que noqueremos y esperar obtener lo que síqueremos. Es como tratar de mezclar aceite y agua: mezclar frecuencias bajas con frecuencias altas es imposible, unas siempre superarán a las otras, dependiendo de cuál sea el sentimiento dominante en un momento determinado. Incluso el sentirse moderadamente preocupado (que es más o menos la constante en nuestra vida) cierra la puerta a la abundancia y al bienestar, a los cuales Dios nos dio derecho al nacer.
Por tanto, básicamente hemos estado destruyendo nuestros propios propósitos durante todo el tiempo. Al pensar que era importante preocuparse por cualquier cosa, como las cuentas por pagar, los niños, la abuela, la situación mundial, lo que hemos estado haciendo ha sido generar un constante flujo de energía de baja frecuencia, que retiene la mayor parte de lo que deseamos para nosotros mismos, para otros y, también, para el mundo.
Ésta es, pues, la clave de ese estado que llamamos normal, el cual ocupa aproximadamente el 99 por ciento de nuestro tiempo, y que no es otra cosa más que vibraciones negativas. Las vibraciones negativas de cualquier tipo, de cualquier intensidad, con cualquier excusa, significan que nosotros mismos nos hemos alejado de la vida.Estamos existiendo, pero no viviendo.¡Una gran diferencia!
Las vibraciones negativas significan que nos hemos desconectado de nuestra fuente.
Las vibraciones negativas se presentan cuando nos negamos a permitirnos siquiera pensar en todo aquello que nos hace felices.
Las vibraciones negativas surgen de vivir con los "no quiero". Y ése es el único lugar de donde provienen. Las vibraciones negativas significan que hemos cerrado las puertas de nuestra "juguetería".
Ninguno de nuestros más acariciados anhelos puede manifestarse mediante vibraciones de "no quiero". Estos "no quiero" forman parte de una frecuencia diferente llamada "alegría", que permanece lejos de nosotros, muy distante, hasta que la llamamos por medio de las vibraciones más altas del "sentirse bien".
Así de simple: nuestros "quiero" sólo se sincronizan con las vibraciones positivas de nuestro "Ser interior/Ser expandido", y no con nuestras vibraciones negativas. Debido a que nuestros "quiero" nos traerán placer -de cualquier tipo-, la única vibración con la que coinciden es con la de nuestra "intención original" de estar en armonía.
No podemos pensar en lo que noqueremos y esperar obtener lo que síqueremos. Es como tratar de mezclar aceite y agua: mezclar frecuencias bajas con frecuencias altas es imposible, unas siempre superarán a las otras, dependiendo de cuál sea el sentimiento dominante en un momento determinado. Incluso el sentirse moderadamente preocupado (que es más o menos la constante en nuestra vida) cierra la puerta a la abundancia y al bienestar, a los cuales Dios nos dio derecho al nacer.
Por tanto, básicamente hemos estado destruyendo nuestros propios propósitos durante todo el tiempo. Al pensar que era importante preocuparse por cualquier cosa, como las cuentas por pagar, los niños, la abuela, la situación mundial, lo que hemos estado haciendo ha sido generar un constante flujo de energía de baja frecuencia, que retiene la mayor parte de lo que deseamos para nosotros mismos, para otros y, también, para el mundo.
Continuará...
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1.-¡No, eso no!.
2.-La juguetería es toda tuya, toma todo lo que deseas
3.-Ley de atracción: ¿No has notado que cuando empieza a salir mal una cosa todo lo demás sale igual de mal?