"El hombre puede porque cree que puede." - Virgilio
Muchos de nosotros llevamos mucho tiempo en la búsqueda por encontrar la felicidad en la vida, devoramos libros sobre el pensamiento positivo, autoayuda y motivación personal. Pero, si en ellos estuviera encerrado el secreto de una vida de abundancia y dicha total, ¿seguiríamos comprando nuevos títulos? Desde luego, algunos se acercan más a darnos las claves para alcanzar esa "buena vida", un tanto esquiva, que no nos han convertido en verdaderos triunfadores; en nuestras vidas, no ha habido grandes cambios. Pensamos que "tal vez era el libro equivocado", deducimos: "Probamos con otro". O lo intentamos con otra religión, otro tipo de meditación, otro guía, otro psíquico, otro médico o, quizá, otra relación esperando en cada nueva opción que ésa sea “la buena”.
Tratamos de alcanzar de todas las formas posibles, en todas partes, alivio para el tedio y la lucha por la vida cotidiana; y, sin embargo, la mayor parte de nosotros continuamos en la búsqueda. ¿Por qué? ¿Cómo es posible que no hayamos encontrado el secreto de llevar una buena vida, sin importar lo que eso signifique para nosotros? ¿Cómo es que continuamos "rasgándonos las vestiduras" para obtener lo que deseamos, si desde siempre la clave para hacer realidad nuestros deseos ha sido tan elemental como la vida misma?
Llevamos 90 capítulos tratando del valor humano, nos hemos acompañado de grandes autores como Norman Vincent Peale, Deepak Chopra, Alejandro Ariza, Leir Ribeiro, Joe Vitela, Wayne Dyer, Ramtha, Carl Jung, Anthony Robbins entre otros. Se ha planteado la invitación a ver la vida con una manera diferente de enfocarla, con una nueva conciencia, cambiar las viejas creencias que las cosas llegan por un golpe de suerte, buena o mala, por accidente o coincidencia, o porque te has dedicado a "picar piedra", que para obtener algo que valga en la vida requiere gran cantidad de esfuerzo y muchas veces acompañada con sufrimiento. En los últimos capítulos aprendimos que somos energía y cómo manejamos nuestros pensamientos concientes e inconcientes. He recibido testimonios de lectores que su vida ha tenido cambios, se han manifestado sus deseos, descubrieron que la magia de la vida esta en ellos. Y vaya que la disfrutan.
Sin embargo muchos se encuentran después de leer los 90 capítulos de hacer ejercicios propuestos, con que no ha cambiado nada. Como si Dios dijera tú si, tú no. Pero la pregunta flota desesperadamente en el aire ¿Qué falta? Deseo que este capítulo conecte en tu interior lo que falta para que en tu vida se manifieste todo lo que deseas.
Esa tontería de la "condición humana"
¿Alguna vez te ha parecido grotesco que nuestras vidas sean tan difíciles, aunque seamos tan talentosos? Aquí estamos, esta especie tan inteligente, capaz de desintegrar átomos, de volar a la Luna y crear a los Picapiedra; y sin embargo, todos andamos corriendo de un lado a otro, sufriendo ataques al corazón o muriéndonos de hambre. Eso no tiene sentido. ¿Cómo nos metimos en este lío? ¿O se trata, simplemente, de la condición humana?
Todo empezó de manera inexplicable, hace una eternidad, con la primera declaración falsa de aquellos que deseaban el poder, quienes proclamaban que nuestras vidas giraban en torno y eran resultado de circunstancias sobre las cuales no teníamos ningún control, incluyendo ser dominados por otros. Puesto que esto es lo que todos creyeron durante una eternidad, es lo que seguimos creyendo en la actualidad.
Así es como nuestros padres, antes de nosotros, y los suyos antes de ellos, y sólo Dios sabe hace cuántos cientos de años, hemos luchado, nos hemos esforzado y nos hemos atormentado, hasta morir antes de tiempo a causa de las exigencias innecesarias de la vida. Creemos que todo eso forma parte de la condición humana, de la desafortunada aflicción que hemos dado en llamar "realidad". Pero la condición humana es un mito y, por tanto, también lo es eso que llamamos realidad. La verdad, en simples y sencillas palabras, es que nosotros tenemos la sagrada habilidad de manejar eso que llamamos "nuestra vida" para que sea lo que queramos que sea. ¡De cualquier modo! ¡Sin que importe nada! Desde una familia feliz hasta la capa de ozono.
Entonces, ¿por qué no han servido de mucho los millones de libros que se han publicado sobre cómo tenerlo todo, cómo hacerle para volverse rico o cómo visualizar el camino hacia el éxito, y cómo, mediante el pensamiento positivo, lograr salir por nosotros mismos del lío en que estamos metidos? ¡Muy sencillo! Todos esos libros dejaron fuera la clave más importante para lograr todo en la vida:
¡Creamos al tener congruencia, no solo al pensar!
Esto es cierto, logramos lo que tenemos por la forma en la que sentimos, y no tratando de poner las cosas en su lugar o de controlar nuestra mente. Todo accidente automovilístico, ascenso en el trabajo, amante sensacional o desastroso, cuentas bancarias llenas o vacías, nos llegan por medio de la más elemental ley de la física: “Lo semejante atrae a lo semejante”. Y como por lo general no sentimos gran entusiasmo por lo que hemos tenido al alcance la mayor parte de la vida, nos hemos vuelto verdaderos maestros, dotados en el arte de atraer hacia nosotros circunstancias que preferiríamos no tener. ¿Quieres un automóvil nuevo? ¡Lo puedes tener! ¿Quieres trabajar con éxito por tu cuenta? ¡Puedes hacerlo! ¿Deseas cerrar ese negocio? ¿Ganar más dinero? ¿Tener una relación' fuera de serie? ¿Vivir sin temor? ¿Llevar una vida espiritualmente satisfactoria? ¿Gozar de buena salud? ¿Disfrutar de tu libertad e independencia? Puedes tenerlo, si sabes como atraerlo a tu vida.
Continuará...
Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capitulo 91 Volumén 2