Una Poderosa Fuente de Bienestar parte 3/3


"Quiero conocer los pensamiento de Dios...  el resto son detalles".  
Albert Einstein 

Con todo lo que te he comentado el día de hoy, es curioso darse cuenta de que cuando queremos ver a alguien para pasar un momento agradable, muchas veces hacemos todo lo necesario para que ese encuentro no se dé o sea desagradable. ¡Hey! ¡Hay que despertar a una Nueva Conciencia y entender que no funciona así! Si quieres recibir algo bueno del Universo, primero has de elegir vibrar a esa frecuencia alta y veloz, para que luego por lógica, por ley, lo atraigas al sintonizar con lo deseado. No funciona de otra forma. Te insisto, te presente que todo inicia contigo, por como elijas sentirte. Esta es la forma en que creas tu propia realidad. Por ello no dejaré de decirte: lo normal es estar bien. Deja ya de creer que la vida es sufrimiento y que las cosas se obtienen con dolor.

5 poderosas palabras que pueden transformar tu vida cuando las aceptas y vives según su intrínseca verdad. Hay una enorme tentación allá afuera para elegir sentirse mal, hallarás mil razones por las cuales justifiques sentirte mal (preocupado, con miedo, angustiado, triste) y todas esas razones son solo tentaciones del lado oscuro para bajar tu frecuencia vibracional. Por plena experiencia propia te diré algo hoy: incluso en la más amenazante circunstancia, incluso en el mayor mal que se te quiera proferir, incluso ahí, puedes elegir la paz, puedes elegir sentirte bien. Así elevas tu frecuencia vibratoria, y todo aquello que resultaba amenazante o preocupante (de vibración lenta) nunca puede llegar a ti, pero tan solo si tú te elevas por sobre esa baja frecuencia vibracional. ¿Cómo elevarte? Intenta sentirte bien en todo momento, ¡elígelo!, claramente es una opción que tenemos siempre e independientemente de las circunstancias.

Debido a que todo tiene su propia vibración, y debido a que tú desarrollas una relación vibracional con todo lo que te rodea en tu vida, tus pertenencias personales tienen un impacto en la manera en que te sientes y en tu capacidad de atracción y permisividad. Esto sucede siempre y en todo momento.

Si estás rodeado de desorden, ya sea en tu habitación, oficina, automóvil, mochila, bolsa, o portafolio, ese desorden y varias de las cosas inútiles que guardas tiene una energía que afecta tu bienestar, seas consciente de ello o no. En cambio, un ambiente ordenado elimina muchos obstáculos vibracionales para permitir que las cosas que deseas lleguen a ti. En el Orden y limpieza existe una alta frecuencia vibratoria que genera un poderoso bienestar y claridad mental, y sintiéndose así de bien, las cosas que pensamos y deseamos, llegan más rápidamente a nosotros.

Algunas de las principales barreras para empezar a ordenar las cosas, son:
  • Si empiezo, nunca voy a acabar, mejor no empiezo.
  • No sé ni por dónde empezar.
  • No sé cómo hacerlo.
  • No tengo más espacio para acomodar estas cosas.
  • No tengo tiempo.
  • En el desorden que se ve, yo tengo un orden muy personal y si lo acomodo se me van a perder las cosas.
En varios de estos pretextos existe el mismo trasfondo: pereza, desidia. ¡Dos de las emociones con más baja frecuencia vibratoria! Y si a estas emociones le aunamos el desorden circundante con su también baja frecuencia vibracional, ¡es tremendamente generador de confusión y malestar una circunstancia así! Por eso la gente que vive en desorden tiene tantas dificultades para atraer abundancia y bienestar a su vida. Se rodea de muy bajas frecuencias vibratorias (propias del desorden y de cosas inútiles) y se siente mal en su interior (pereza, apatía, o frustración por nunca encontrar lo que busca). Y para colmo, muchos humanos así no detectan sentirse mal, pero no porque no lo estén, sino porque ya son muchos años en que se acostumbraron a vivir rodeados de un ambiente de desorden con sus debilitantes emociones que genera el mismo, y ya no lo sienten. Creen que vivir así es normal. No lo es.

Vivir cada vez en forma más simple y sencilla, rasgos característicos de un ambiente ordenado, resulta cada vez más atractivo para la gente que desea sentirse bien. Con el tiempo te das cuenta de esto llegas a comprender que menos es más. Menos posesiones materiales resultan en más libertad y tranquilidad. ¿Por qué resulta tan difícil para muchas personas el dejar de adquirir y adquirir cosas que luego de los años ya no saben ni donde ponerlas, generando desorden? 

Dos razones: 

1) Porque en nuestro inconsciente colectivo basado en el ego, se ha desarrollado la idea de que tener más cosas es símbolo de éxito; y 

2) Pues porque nosotros los humanos, al desenvolvernos en un ambiente físico, desarrollamos el vicio de querer llenar un vacío interior con elementos precisamente del mundo físico: cosas. Por eso es tan claro y evidente que alguien que se llena de “cosas”, suele ser alguien que tiene un gran vacío en su interior. En el mundo de la psicología es muy conocido el hecho de que cuando alguien se siente mal, se va de compras o a comer, para así sentirse mejor “momentáneamente”. Es muy común este comportamiento en los humanos, comprar o comer. El fenómeno es el mismo, consiste en llenar un vacío. Por eso ves, en cambio, que la gente más rica en su interior, tiene casas u oficinas o automóviles muy ordenados, limpios, solamente con las cosas que más necesita, y nada más; de hecho, les pesa ir de compras por ejemplo. Son seres que han despertado al conocimiento de que entre más orden haya en su alrededor, más claridad y bienestar experimentan. Y el orden se suele dar cuando solo te rodeas de lo que verdaderamente necesitas, y si no, lo mejor es desecharlo. Te recomiendo que en la primera oportunidad revisen las diferentes habitaciones y cuartos de tu casa y deposites en la basura, regales, vendas lo que tiene más de 6 meses sin uso.

Te quiero invitar a que programes un día en tu vida (que se puede convertir en un fin de semana o varios) para poner orden en tu ambiente. ¡Esto es más importante de lo que te imaginas! Verás que algo de lo primero que pasa es que te vas a deshacer de muchas cosas que ahí tenías y hace años que ya ni usas ni necesitas. Ropa, revistas, papeles, cajas, discos, peluches, antigüedades, “recuerditos”, etc. Una de las trampas para que no te deshagas de estas cosas, es que tu ego en tu interior te diga: “¿…y si luego lo buscas y ya no lo tienes, y si luego lo necesitas y ya lo tiraste?”. Y de esa manera en lugar de poner orden, solo vas a cambiar las cosas de lugar. Fíjate que he aprendido que parte del poderoso bienestar de poner orden consiste en deshacerse de un sinfín de cosas, no tan solo en reacomodarlas por tamaño o color. Vamos, acomodar las cosas ya es ganancia, pero se trata de acomodarlas y liberarte de muchas otras que solo estorban para que lo que realmente deseas llegue a ti. Se trata de experimentar el placer de simplificar tu vida a niveles de eficiencia.

Aunque desarrollar este tema sería extenso, aquí solo te voy a dar el santo y seña que te podrá servir para empezar, es una ley de calidad: Si hay algo que usas diario, consérvalo cerca, si no, aléjalo de ti. Así de fácil es la referencia para poner orden. Es decir, por ejemplo, si hay algo en tu recámara que usas muy poco, “acomódalo” en un lugar lejano a tu habitación; puede ser el cuarto de los triques o tu almacén. Aligera tu ambiente teniendo cerca solo lo que más usas y nada más. Y luego, si han pasado 3 meses sin que lo necesites y ni visitas el cuarto de triques para nada en todo ese tiempo, es la señal más clara de que puedes deshacerte de todo ello, donándolo a una institución de beneficencia, vendiéndolo o regalándolo. Lo que sea. Pero deshazte de cosas inútiles para elevar la frecuencia vibratoria de tu ambiente. ¿Cuánta ropa tienes en tu clóset que no te queda y que tienes ahí guardada para cuando bajes de peso…, y ya tiene más de un año guardadita? ¡Mejor regálala o véndela! Hay tanta gente allá afuera con la necesidad de esa ropa que tú tienes ahí esperando un turno que no llega. Te garantizo que si logras bajar de peso, será más motivante irte a comprar ropa nueva que usar la que tenías. Deja que fluya a través de ti la abundancia dando lo que no usas a los que lo necesitan. Eso hará que en su mejor momento lleguen más cosas a ti, cosas que realmente necesitarás.

Para terminar este proceso del poderoso bienestar del orden, una vez que hayas acomodado hermosa y funcionalmente tu habitación, oficina, automóvil, bolsa, mochila o portafolio…, no te pierdas uno de los más sublimes momentos para un ser humano: sentarse plácidamente a contemplar el hermoso ambiente que creó con su orden. ¡Esto es uno de los más grandes placeres que uno puede experimentar! Manejar tu auto limpio y sin que parezca oficina de gobierno móvil, lleno de papeles o comida tirada, es un placer que “se siente”…, y créeme, esto eleva tu frecuencia vibratoria. Contemplar un jardín recién podado y arreglado por ti, es un placer que te puede llevar a las lágrimas de emoción. Contemplar tu habitación limpia y sintiendo la exquisita seguridad de saber dónde están las cosas es sublime. Trabajar en una oficina con cajones perfectamente acomodados y que tienen solo lo necesario para trabajar, con un escritorio libre de “recuerditos”, te da una amplitud que te invita a trabajar con más gusto y eficiencia.

Imagínate a ti mismo en un ambiente de gran claridad, en un espacio de inmenso orden; imagínate que sabes en dónde está todo, imagínate que las cosas están acomodadas de tal manera que hay gran confort. ¿Te sentiste bien tan solo de imaginarlo? Apuesto a que sí. Pues ahora… ¡hazlo! Te garantizo que si pones orden, disfrutarás más de tu vida, y saber que puedes generarlo y vivir en él es una poderosa fuente de 
¡Emoción por Existir!

Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capitulo 73 Volumén 2