No transija cuando apunte sus objetivos
Emerson dijo que hay que tener cuidado con las cosas con que soñamos, porque las acabaremos teniendo. La mente se lanza hacia delante tan pronto como tiene algo a lo que tender, y cuesta lo mismo fijarse objetivos muy ambiciosos. Si tiene usted objetivos increíbles, obtendrá resultados increíbles. Si no tiene ningún objetivo, su primer objetivo es fijarse objetivos. Escriba objetivos extraordinarios y establecerá relaciones extraordinarias y creará resultados extraordinarios.
Presentamos a continuación una lista de posibles objetivos para una persona que esté empezando. Le dará a usted una idea de lo que queremos decir:
1. Salvar una vida.
2. Encontrar un remedio contra el cáncer.
3. Ganar una medalla de oro olímpica.
4. Pasar momentos agradables y sin prisa con los amigos y la familia.
5. Ver programas de televisión enriquecedores.
6. Irse de vacaciones: Caminar por los Campos Eliseos en Paris, Subirse a la
Estatua de la Libertad; viajar en un crucero alrededor del mundo; jugar ruleta
en Montecarlo, ir a un safari en África.
7. Aprender un idioma europeo, un lenguaje de ordenador y chino.
8. Volar en globo aerostático y en ala delta.
9. Hacerse más atractivo/ atractiva.
10. Desarrollar un mayor sentido del humor.
11. Desarrollar la memoria.
12. Aprender lectura rápida hasta poder leer 3.000 palabras por minuto.
13. Alcanzar y mantener su peso ideal.
14. Pagar todas las facturas y quedarse sin deudas.
15. Ahorrar 25.000 dólares.
16. Hacerse económicamente independiente.
17. Encontrar su pareja ideal.
18. Tener dos hijos.
2. Encontrar un remedio contra el cáncer.
3. Ganar una medalla de oro olímpica.
4. Pasar momentos agradables y sin prisa con los amigos y la familia.
5. Ver programas de televisión enriquecedores.
6. Irse de vacaciones: Caminar por los Campos Eliseos en Paris, Subirse a la
Estatua de la Libertad; viajar en un crucero alrededor del mundo; jugar ruleta
en Montecarlo, ir a un safari en África.
7. Aprender un idioma europeo, un lenguaje de ordenador y chino.
8. Volar en globo aerostático y en ala delta.
9. Hacerse más atractivo/ atractiva.
10. Desarrollar un mayor sentido del humor.
11. Desarrollar la memoria.
12. Aprender lectura rápida hasta poder leer 3.000 palabras por minuto.
13. Alcanzar y mantener su peso ideal.
14. Pagar todas las facturas y quedarse sin deudas.
15. Ahorrar 25.000 dólares.
16. Hacerse económicamente independiente.
17. Encontrar su pareja ideal.
18. Tener dos hijos.
No vaya divulgando sus objetivos
Cuando uno empieza a fijarse objetivos, es mejor no hacérselo saber al mundo porque entonces los demás se cebarán en ellos. Al principio 'es preferible, como hemos dicho, contar los sueños sólo a una o dos personas de mentalidad afín que nos apoyen total e incondicionalmente. A medida que vaya consiguiendo objetivos y empiece a formarse un historial de éxitos y consecuciones, entonces puede hablar de ello al mundo y aparecerán otras personas que podrán ayudarle a realizar sus sueños.
Ueberroth dice que «autoridad es dar el veinte por ciento y recibir el ochenta».
Una vez que empiece usted a lograr sus objetivos y los demás vean lo que hace, comenzarán a llamarle extraordinario, insólito y diferente. La cuestión es no invitar prematuramente al desánimo divulgando lo que se propone hacer. Hágalo y deje que los resultados hablen por usted.
Cuando logre sus objetivos
Cuando logre sus objetivos, no los tache. Nosotros, cuando logramos nuestros objetivos, escribimos: « ¡Victoria!» Tachar significa que se trata, simplemente, de una lista de la compra que se ha despachado sin dificultades, pero escribir «i Victoria! » indica al inconsciente que se trata de un verdadero logro. Además, nuestros grados de entusiasmo tienen sus altibajos. Cuando caemos en un pozo de desánimo, podemos volver la vista hacia victorias pasadas como estímulo para nuevas hazañas, más grandes y excitantes.
Los objetivos son para toda la vida. Son nuestra tarea voluntaria, pero imperativa.
Walt Disney tenía objetivos a cincuenta años vista. A su muerte, en 1966, Michael Eisner se hizo cargo de la empresa Disney y creó parques temáticos en Florida, Japón y Francia. Eisner amplió todos los elementos integrantes de Disney. Disney la concibió y Eisner la ha hecho realidad.
Tener una finalidad
Los objetivos están muy bien, pero por sí solos pueden ser indiscriminados y carentes de orientación. Las hojas caídas de un árbol yacen dispersas por el suelo. Pero las hojas unidas a un árbol viviente tienen la finalidad de mantener a ese árbol vivo y sano.
La diferencia estriba en tener una finalidad fundamental. Una finalidad es la dirección subyacente que da sentido a nuestros objetivos. Puede que tengamos centenares de objetivos, algunos de los cuales estamos consiguiendo continuamente, pero puede que sólo tengamos una única finalidad a la cual dedicar nuestra vida.
La diferencia estriba en tener una finalidad fundamental. Una finalidad es la dirección subyacente que da sentido a nuestros objetivos. Puede que tengamos centenares de objetivos, algunos de los cuales estamos consiguiendo continuamente, pero puede que sólo tengamos una única finalidad a la cual dedicar nuestra vida.
"La vida no es la suma de lo que hemos sido, sino lo que anhelamos ser." - JOSÉ ORTEGA y GASSET
Con frecuencia, las finalidades son de naturaleza espiritual.
El mejor ejemplo a este respecto nos lo proporciona Cristo. Su finalidad espiritual era sencilla, tal como se expresa en San Juan 10:10: «Yo he venido para que tengáis vida y la tengáis abundante.»
Según leemos en las biografías y autobiografías de grandes personajes, he aquí cómo expresaron algunos de ellos sus finalidades. La finalidad de Disney: «Hacer feliz a la gente.» La del doctor Buckminster Fuller: «El bienestar de la humanidad en la nave espacial Tierra.» La finalidad de Henry Ford: «Producir en masa, distribuir en masa y hacer consumir automóviles en masa.» Andrew Carnegie: «Fabricar y vender acero.»
Nuestro propósito podría ser humanitario. Recientemente, Mark abrió la ceremonia de graduación en el Life Chiropractic College de Atlanta, Georgia. Recibió a la doctoranda de más edad; tenía 72 años. La abrazó, la besó y dijo:
-Doctora, ¿a qué se dedicaba usted antes de matricularse en la Facultad de Medicina?
-Hasta los sesenta y cinco años -respondió ella- fui monja y en mi comunidad era obligatorio retirarse a esa edad.
-Pero ¿por qué decidió a esa edad pasarse los siete años siguientes estudiando medicina? -insistió.
-Porque no estaba completa –respondió ella humildemente-. Mi finalidad es servir.
En la actualidad, esta mujer admirable atiende a 150 pacientes cada día.
Todos necesitamos una finalidad y necesitamos plasmarla por escrito para no tener la menor duda al respecto. Si no tiene usted ninguna finalidad, su primera finalidad es tener una.
Nosotros también tenemos una finalidad.
Ésta es capacitar, instruir, entretener e ilustrar al mayor número posible de personas sin sacrificar nuestra integridad personal ni nuestra libertad.
Encontrar la finalidad
Para encontrar su finalidad, le sugerimos que penetre profundamente en su propio interior. Utilice la meditación si puede. Entre en el compartimiento secreto de su mente y pregúntese: «Si yo conociese la finalidad de mi vida, ¿cuál sería?»
No deje de preguntárselo y finalmente se le aparecerá con claridad. Entonces podrá escribirla con toda facilidad. Para ayudarle, le presentamos a continuación un esquema que pone de manifiesto la relación entre finalidad y resultados:
FINALIDAD = Por qué
OBJETIVO = Qué
ACCIÓN-ESTRATEGIA = Cómo
OBJETIVO = Qué
ACCIÓN-ESTRATEGIA = Cómo
Abrir nuestra mente hacia nuevas fronteras de lo que es posible, es el inicio la forma de tener ¡Emoción por Existir¡
Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capitulo 68 - Volumén 2