El poder de un deseo de corazón con toda su energía proviene de conectarte al motivo, el intento ahí fluye a través de ti y sorpresivamente empiezas a crear tu universo de la forma en que deseas. Para tener acceso a esta alta dimensión del ser, a esta espectacular experiencia de la vida, necesitas recorrer un camino perfectamente posible para cualquiera de nosotros, un camino de verdadero crecimiento interior con sorprendentes manifestaciones externas y que puedes iniciar mediante…
- Saber que existe una fuerza en el universo que actúa en la creación de todo. Es fundamental que te des cuenta de que existe otra realidad muy diferente a la que has estado acostumbrado durante quizá toda tu vida, pero que esa misma realidad superior influencia a la que tus sentidos ven. El intento existe, esa fuerza del universo que afecta nuestra tercera dimensión. Hoy debemos comprender la enorme dicha y oportunidad de conectar con su sabiduría y hacer uso de ella para el bien que estamos destinados a hacer. El primer gran paso es darse cuenta de que una realidad superior a la que estamos acostumbrados a percibir, existe. Una vez que sabes que existe, debes…
- Saber que puedes conectarte con esa fuerza. Tú eres parte de esa fuerza del universo que crea constantemente. Eres capaz de unirte a esta poderosa fuerza y manifestar lo que desees de corazón en tu vida. Aquí me atrevería a planteártelo de otra forma diciéndote lo mismo: tú eres parte de Dios. Cuando te das cuenta de esta gran verdad, es cuando te puedes conectar a Él y co-creas por y a través de Él. Tengo la idea de que Dios, esta energía creadora y vivificante siempre está conectada con nosotros, siempre, pero nosotros haciendo uso de nuestro libre albedrío, podemos conectar con El o no. Una de las creencias que más te desconectan de Dios, de esta inconmensurable e infinita energía creadora, es la que algunas religiones dan: tu estás aquí y Él allá, tu eres el hijo y Él el Padre, tú aquí abajo y Él allá arriba, todas estas ideas que favorecen poderosamente la conciencia de separación. Y la conciencia de separación es útil para justificar la existencia de un mediador que te puede re-unir, apuntándose como la única vía para volver a ligar lo que con sus creencias separó, y es así como entiendo que surge el papel de la religión. De hecho, la misma palabra ‘religión’ proviene de raíces que significan re-ligar, religión. En determinados estados de conciencia, la religión es extremadamente útil y buena, pero cuando avanzas hacia nuevos estados de conciencia comprendes que la religión es una institución mientras que la espiritualidad es una experiencia.
Propongo vivir la experiencia más que hacerse miembro de alguna institución. Si te atreves a dar el brinco de conciencia, podrás eliminar la previa idea de separación e iniciarte en una Nueva Conciencia de conexión directa con la energía creadora del universo. Vamos, explico de nuevo así: Dios siempre está conectado con nosotros, pero nosotros no siempre estamos conectados a Él. Si quieres vivir una Nueva Conciencia de la realidad, debes saber que puedes conectar con esta fuerza del universo y permitir que así fluya a través de ti creando milagros por, para y a través de ti. Estos son los momentos en que dejas de esperar un milagro y mejor te conviertes en uno. Claro que la pregunta se antoja: ¿Cómo me puedo conectar? Para ello, lo primero que debes hacer es…
- Desprenderte de tu ego. Como ya te lo he dicho, nuestro ego, la instalación foránea, es la falsa idea que tienes de ti y que favorece constantemente la conciencia de separación. Palabras como mejor, superior, diferente, más, etc., son comunes en el lenguaje del ego, y todo ello favorece la separación. Así es imposible conectarte. Pero si decides desprenderte de tu ego, surge naturalmente tu verdadero yo. Ese ser que realmente eres está constantemente conectado con la Energía del universo, ese ser que en verdad eres, lo que yo identifico como tu espíritu, es la forma de conexión directa y pura con la Energía universal, con Dios. Para desprenderte de tu ego se requiere un cambio profundo en tu estado de conciencia, cambiar la necesidad de ganar y competir a la dicha de vivir en paz y compartir. Se cambia del miedo al amor, del odio al perdón, del control y dominación a la tolerancia y aceptación, de la maldad a la bondad. En una palabra, de la oscuridad a la luz. Todos los seres humanos estamos destinados a ese cambio. Solo que algunos deciden iniciar ya y otros todavía no. Pero una vez que decides desprenderte de tu ego, cuando decides identificarte plenamente con tu espíritu, descubres sorprendentemente que tienes
- El poder de un deseo de corazón. En este nivel, conectado ya con el motivo, descubres asombrosamente que tu fuerza de voluntad es mucho menos efectiva que tu imaginación, misma que es precisamente tu puerta de entrada al poder de un deseo de corazón. Durante años nos acostumbraron a creer que para lograr las cosas se requería de fuerza de voluntad acompañada de una férrea disciplina. Pero luego te das cuenta de que no es así y que de hecho, la fuerza de voluntad ya poco cuenta. Descubres que lo único que necesitas para obtener algo es simple y sencillamente desearlo, y se aparece. Empiezas a darte cuenta de que todo aquello que imaginas se te cristaliza frente a ti, empiezas a descubrir tu poder para manifestar, empiezas a llorar de la emoción al ver lo que eres capaz de crear en beneficio de los demás. Surgen fuerzas latentes, facultades y talentos cobran vida, y te descubres por ti mismo como una grandiosa persona mucho más allá de lo que alguna vez hallas podido imaginar llegar a ser, tal cual lo afirmó Patanjali, un gran pensador de la antigüedad y gran maestro de Yoga mental. Cuando vives la gran facilidad para ser feliz manifestando lo que tus deseos de corazón querían en verdad, vives asombrado de esta Nueva Conciencia que nunca pensaste existiera y solo resta mantenerse en esta dicha y felicidad cuando continuamente…
- Agradeces. Es la más lógica consecuencia luego de lo que has sido capaz de experimentar. No se puede hacer otra cosa que agradecer infinitamente a la vida, a Dios, a todo y a todos, por la oportunidad de estar vivos y en esta vida haber tenido el tiempo de darse cuenta de que se trata precisamente. Se agradece la iluminación. Todos vamos hacia allá. Solo que algunos ya se dieron cuenta y hacen algo para lograrla. Vale la pena. A todos los seres humanos les llega su momento de despertar, y tan solo espero que Nueva Conciencia favorezca el tuyo. Agradezco la oportunidad que me das al leerme, agradezco la inspiración que llegó a mí para escribirte, agradezco la oportunidad de estar vivos en forma de humanos para encontrarnos aquí. Verás que pronto, al agradecer todo lo que llega a ti y fluye a través de ti para los demás, te transforma en alguien amable. Y amabilidad dada es amabilidad recibida. Y ahora esa misma amabilidad en la que te has convertido deseas agradecerla. Se cierra un hermoso círculo virtuoso.
Sé que mucho de lo que hoy he expuesto aquí, varios de mis lectores del taller de autoestima no lo creerán, aquellos que todavía solo alcanzan a ver lo que su ego les permite. ¡Yo mismo no creería en nada de lo que escribí aquí si lo hubiera leído hace tan solo unos años! Pero también sé que hoy ni siquiera escribo yo. Todo lo que está escrito aquí fluyó a través de mí. Desde hace tiempo me queda claro que el que escribe no soy yo, que el que correos con dudas y comentarios no soy yo, que el que da consulta no soy yo. Es Dios. Pero de que lo disfruto eso sí, y el que disfruta creo que ese sí soy yo.
Quizá esta sea una de las mayores bendiciones que Dios nos da a los humanos, cuando nos hacemos a un lado (nuestro ego) y permitimos que Él se manifieste a través de nosotros, así el que disfruta somos precisamente nosotros. Él es el disfrute en Sí Mismo, entonces cuando conectamos con Él, el disfrute más pleno y el gozo más auténtico se sucede a través de nosotros. He llegado a pensar que en esencia nosotros no hacemos nada, todo lo hace Él mientras nosotros podemos elegir tan solo la divina experiencia de ser testigos. Es cuando se comprende que la forma más eficiente de hacer es el no hacer, esto significa cuando no hacemos con nuestro ego, sino que permitimos que se haga a través de nosotros al conectar con el motivo, el motivo llamado Dios.
Qué claro me queda hasta hoy que Dios es mi motivo. Y si Dios es el gozo y disfrute en Sí Mismo, entonces cuando conecto con el motivo, cuando hago lo que más me gusta hacer en la vida, cuando conecto con el intento, cuando hago lo que más me apasiona, lo disfruto inmensamente porque estoy experimentando a Dios a través de este hacer. ¡Nunca lo había entendido así y tan solo ha surgido esta explicación mientras escribía! No te imaginas lo emocionado que estoy de que, literalmente hablando, descubramos esto juntos tú y yo aquí al mismo tiempo. Qué claro me queda apenas hoy lo que leí hace tiempo en un poema de Jelaluddin Rumi: “Vende tu inteligencia y compra perplejidad”. Y es que todo lo que me pasa hoy en día no obedece a procesos inteligentes (lo que mi ego quisiera explicarse), sino que suceden maravillas que sin palabras solo me dejan perplejo ¡Por Dios! Date tiempo en esta vida para conectar con el motivo y juro que vivirás una Nueva Conciencia de constante… ¡Emoción por Existir!
Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capitulo 57 - Volumén 2