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Para el Hinduismo y el Budismo, la experiencia de la vida no se limita a una sola existencia. La rueda de la vida o “samsara”, conectada al concepto de karma, no tiene principio ni fin, y por lo tanto después de la muerte hay otro nacimiento y una nueva vida – una y otra vez. Esto es lo que llamamos reencarnación.
La ley del karma dice que para cada acción, existe una consecuencia, es decir, es la ley de la causa y efecto. El karma se puede manifestar durante un ciclo de la rueda de la vida, o durante el siguiente – durante esta vida, o la próxima.
Para lograr un ‘buen karma’ es necesario vivir de acuerdo al dharma ( buen karma), es decir, actuando correctamente y siguiendo las enseñanzas espirituales más elevadas lo mejor que podamos. Toda acción que beneficie al individuo, a quienes lo rodean y a la humanidad en general, es considerado dharma y generará buen karma. Este dharma tiene el poder de balancear y borrar el mal karma acumulado, y en ese sentido afecta nuestro futuro inmediato al igual que próximas vidas.
Hay diferentes maneras de acumular dharma y de aprender a minimizar el karma en nuestras vidas. Si seguimos cometiendo los mismos errores, seguiremos manifestando los mismos retos en nuestra vida hasta que aprendamos. A medida que seguimos las enseñanzas espirituales podemos aprender las lecciones y balancear la rueda kármica.
• Abrir nuestra consciencia. No hay nada que nos condene más que vivir con los ojos cerrados. Es necesario que entendamos que nuestra existencia tiene un propósito mayor y en ese sentido, toda circunstancia – positiva o negativa – tiene una función importante que cumplir. Esta consciencia nos da perspectiva y nos ayuda a avanzar espiritualmente. Creo que ahora la gente están abriendo los ojos mucho mas que antes, pero aún falta. La mente abierta es muy importante. Como dijo nuestro maestro 'mente abierta, corazón abierto y manos abiertos para ayudar a los demás...'
• Dejar la culpa. Cuando entendemos que todo es una lección y que la ley del karma nos hace cultivar lo que hemos sembrado, la culpa ya no tiene espacio en nuestras vidas. Es importante dejar de culpar a los demás por las cosas que nos suceden. Esto no sólo ayudará a nuestras relaciones sino que especialmente nos ayudará a asumir el control y poder que realmente tenemos sobre nuestra vida.
• Entender el sufrimiento. Algo extremadamente difícil pero útil es comprender que lo que hayamos sufrido en esta vida es algo que primero, hemos sembrado en el pasado, y segundo, es solo una lección – y al aprenderla, levantaremos el karma asociado, y podremos sobrellevar y superar esta situación. Así que agradezca y aprecie tus momentos difíciles porque en ellos se presenta la oportunidad de borrar su karma y avanzar hacia la iluminación. Y si no te gusta lo que estás cosechando, echa un vistazo a lo que estás sembrando. Si te pasas el día quejando porque quieres que salga tomates y solo te salen patatas, pues deja de plantar patatas y siembra tomates...
• Respeto hacia ti mismo y hacia los demás. Al igual que tú, todos los demás estamos en nuestro camino espiritual. Hemos cometido errores, hemos aprendido y hemos fracasado muchas veces. Independientemente de cómo los demás se porten contigo, aprecie el hecho de que ellos son también su oportunidad de redención. Evite herir a otros con palabras y acciones – y sobre todo con intención. No hables de nadie a sus espaldas, no mienta, no traicione. Es más fácil de lo que parece. Concéntrate en tu propio destino. Acuérdate que cada cosa que haces en este minuto tendrá una consecuencia tarde o temprano. Si optas por obrar de mala manera, el único que realmente pagará por ello serás tú.
• Purificación. Viva una vida pura. Elija muy bien tus acciones, pensamientos y palabras. Ellos crean tu realidad. Cada vez que te das cuenta que estás cultivando negatividad, empieces por reflexionar por qué sientes la necesidad y impulso negativo. Agradezca la consciencia que te hizo darte cuenta a tiempo de dicha negatividad. Y finalmente, cancele esta negatividad con dos acciones: envíe energía de amor hacia ti mismo y la otra persona o situación involucrada en la negatividad, y empieces un pensamiento o acción nueva que sea positiva y pura.
• Dile adiós al miedo. No hay nada que temer. Tu tienes control sobre tu vida – esta y las que siguen. Tu formas parte de algo mucho más grande. Asume el control, dedícate a aprender las lecciones y superalas con consciencia y dharma/buen karma.
• Humildad y perdón. Al analizar todo en perspectiva, y entender que todos somos parte de un todo, sabremos que hemos pasado y pasaremos por las mismas etapas que los demás. En ese sentido, no hay seres “mejores” que otros – simplemente aquellos que tienen más experiencia pero que igual corren el riesgo a cada momento de estancarse o atrasarse en el camino espiritual – y la arrogancia y falta de humildad es una de las razones por las cuales esto puede suceder. En esa misma reflexión, aquellos que nos han herido están simplemente enfrentando sus propias lecciones y retos. Perdona y olvida... Libérate de esa carga y deja que los demás aprendan sus lecciones mientras tú aprendas las tuyas sin juzgar, porque nosotros no tenemos derecho de juzgar a nadie.
• Servicio. La generosidad y gratitud, compasión y bondad hacia los demás es esencial para nuestro avance espiritual. Es así de sencillo!! 'Manos, mente y corazón abiertos...'