Hace muchos años, un joven soñaba con llegar a ser un músico famoso, así que abandonó el instituto y se echó a la calle. Encontrar trabajo era algo realmente duro para un estudiante de bachillerato rebotado y sin ninguna experiencia. No tuvo más remedio que tocar el piano y cantar en algunos de los garitos más sórdidos de la ciudad, entregándose con los cinco sentidos a actuar para individuos con tal intoxicación etílica encima que ni siquiera podían percatarse de que el muchacho estaba en la sala. ¿Te imaginas la frustración y humillación que debía de experimentar? Estaba deprimido y destruido emocionalmente. Como se encontraba sin blanca, dormía en lavanderías. Lo único que le impulsaba a seguir era el amor de su novia, para él la chica más bonita de la Tierra.
Pero un día, la muchacha le dejó... y el aspirante a la celebridad musical creyó que la vida se le había acabado. Decidió suicidarse. Pero antes de cometer ese acto definitivo intentó conseguir ayuda ingresando en una clínica mental. En ese centro hospitalario, su vida cambió, no porque le «curasen», ¡sino porque le aterró ver con sus propios ojos hasta qué punto podían ir mal las cosas! Comprendió que él no tenía verdaderos problemas. Y aquel día se prometió que nunca jamás volvería a dejarse abatir. Trabajaría tan duro como tuviese que hacerlo, y durante todo el tiempo que hiciese falta, para convertirse en el músico de éxito que sabía podía llegar a ser. Ninguna persona, ninguna desilusión valía lo suficiente para suicidarse por ellas. La vida siempre merece la pena vivirse. Siempre hay algo que agradecer.
De modo que siguió adelante. Las recompensas no llegaron enseguida, pero al final empezó a obtenerlas. La verdad es que su música se conoce hoy en todo el mundo. El muchacho se llama Billy Joel.
Tú y yo necesitamos tener presente que LOS RETRASOS DE Dios NO SON NEGATIVAS DE Dios, que Dios aprieta, pero no ahoga, que el fracaso no existe y que, si pruebas algo y no te da resultado, pero de ello sacas la enseñanza que te ayudará a ser más efectivo en el futuro, entonces en realidad has triunfado.
Lo cierto es que hay un proverbio que me ha ayudado a lo largo de los años:
Insiste! Si continuamos esforzándonos en hacer mejor las cosas y en aprender de nuestros «errores», alcanzaremos el éxito.
Pero un día, la muchacha le dejó... y el aspirante a la celebridad musical creyó que la vida se le había acabado. Decidió suicidarse. Pero antes de cometer ese acto definitivo intentó conseguir ayuda ingresando en una clínica mental. En ese centro hospitalario, su vida cambió, no porque le «curasen», ¡sino porque le aterró ver con sus propios ojos hasta qué punto podían ir mal las cosas! Comprendió que él no tenía verdaderos problemas. Y aquel día se prometió que nunca jamás volvería a dejarse abatir. Trabajaría tan duro como tuviese que hacerlo, y durante todo el tiempo que hiciese falta, para convertirse en el músico de éxito que sabía podía llegar a ser. Ninguna persona, ninguna desilusión valía lo suficiente para suicidarse por ellas. La vida siempre merece la pena vivirse. Siempre hay algo que agradecer.
De modo que siguió adelante. Las recompensas no llegaron enseguida, pero al final empezó a obtenerlas. La verdad es que su música se conoce hoy en todo el mundo. El muchacho se llama Billy Joel.
Tú y yo necesitamos tener presente que LOS RETRASOS DE Dios NO SON NEGATIVAS DE Dios, que Dios aprieta, pero no ahoga, que el fracaso no existe y que, si pruebas algo y no te da resultado, pero de ello sacas la enseñanza que te ayudará a ser más efectivo en el futuro, entonces en realidad has triunfado.
Lo cierto es que hay un proverbio que me ha ayudado a lo largo de los años:
EL ÉXITO ES EL RESULTADO DE UN JUICIO CERTERO. EL JUICIO CERTERO ES EL RESULTADO DE LA EXPERIENCIA. LA EXPERIENCIA ES A MENUDO EL RESULTADO DE UN JUICIO ERRÓNEO.
Insiste! Si continuamos esforzándonos en hacer mejor las cosas y en aprender de nuestros «errores», alcanzaremos el éxito.
Fuente: "Mensaje a un amigo" - Anthony Robbins