La excusitis es una enfermedad
que se agrava si no se ataca. Al principio la víctima de la excusitis se da
cuenta de que la "excusa que le mueve a no hacer para conseguir el éxito,
es una mentira.
Pero como los pensamientos fortalecen más y más a medida que se ven fertilizados por la repetición, la pobre persona llega al fin a convencerse de que sí en verdad esa excusa es la razón de sus fracasos. Y acepta como verdad esa gran falsedad. Por eso, procedimiento número uno: Vacúnese contra la excusitis; enfermedad de los fracasos.
Pero como los pensamientos fortalecen más y más a medida que se ven fertilizados por la repetición, la pobre persona llega al fin a convencerse de que sí en verdad esa excusa es la razón de sus fracasos. Y acepta como verdad esa gran falsedad. Por eso, procedimiento número uno: Vacúnese contra la excusitis; enfermedad de los fracasos.
23. HAY MUCHAS EXCUSAS. PERO LAS PRINCIPALES SON CUATRO: Mi salud no es buena. Es la razón
para que muchas personas no hagan lo que les va a traer los éxitos que necesitan. Piense en
las personalidades que podían haber usado estas excusas para no actuar y no las
han usado. San Pablo sufría de Paludismo y nadie lo detenía en sus grandes
actividades por extender la religión. Pasteur tenía medio lado casi paralizado,
y no descansó un momento hasta que logró descubrir las vacunas. San Juan Bosco
sufría dolores continuos de cabeza, en las muelas y sus piernas muy hinchadas y
así fundó 40 colegios. Roosevelt tenía poliomielitis y gobernó la nación más
poderosa: los Estados Unidos.
Los médicos dicen: "El tipo
perfecto de salud completa, no existe. Cada uno falla en algo". Las
personas exitosas no se
rinden ante estas fallas". Shlinder escribió uno de los más provechosos y
hermosos libros de este siglo: "Como vivir 365 días". Se lo
recomendamos. Hace más bien su lectura que tomarse un tratamiento de vitaminas.
Y allí dice: Tres de cada cuatro camas en el hospital están ocupadas por
personas que padecen IEACE: "Inclinación
Emocional A Creerse Enfermas". No estarían en el hospital si se
hubieran acostumbrado a no hacer caso a la excusa de la mala salud. Amigo:
Usted no vive para estar enfermo. Diga como aquel optimista: "Me
propongo vivir hasta que me muera. No voy a permitir que la vida y la muerte se
mezclen en mí. Mientras viva en esta tierra no me voy a creer muerto".
O como aquel mutilado, a quien le cortaron un brazo en la guerra: "Más vale tener un solo brazo y vivir contento,
que tener dos brazos y vivir siempre tristes". ¡Piénselo por un largo rato!.
Vacunas contra la excusitis de salud:
1. Nunca hable de su mala salud. Es una mala
costumbre. Mientras más hable de sus achaques, más se le agravan. Y eso aburre
a la gente. Lo hace parecer como centrado en sí mismo. Como un niño viejo.
Captará un poquito de compasión pero ninguna admiración. La próxima vez cuando
le pregunten: ¿Cómo está?, Responda alegre: "Muy bien, gracias a Dios". Eso le hará sentirse más
sano, y su pensamiento alegre le fortifica.
2. Agradezca a Dios esa buena
salud que usted tiene. No la aprecie cuando ya la haya perdido. Muchos bienes dejaron
de recibirse porque no se le agradecieron al buen Dios. "Me sentía triste
-decía uno-, por mis zapatos rotos, hasta que vi uno sonriendo y ese no tenía
pies". Mejor que andar quejándose de lo que a su salud le falta, viva
agradeciendo la salud que si tiene. El agradecer a Dios lo que él le ha dado,
es una vacuna contra nuevas enfermedades. Piense en el valor inmenso de esos
ojos, esos oídos, esos pies, ese cerebro y corazón que usted tiene, y alabará
al cielo por los tesoros que le ha regalado
24. LA EXCUSITIS DE LA FALTA DE INTELIGENCIA: "Yo no soy tan inteligente, por eso
no puedo obedecer esos triunfos". Esta excusa la decimos en silencio. Casi
nunca en público. Pero la aceptamos. Creemos en este mal, por dos razones:
1. Subestimamos nuestro propio
poder cerebral.
2. Sobrestimamos el poder
cerebral de los que si triunfan. Nos vendemos a muy bajo precio. Renunciamos a
emprender obras importantes porque "eso requiere un poderoso cerebro",
y viene luego otro, que no es más inteligencia que nosotros, pero que si se
atreve, que no tiene ese miedo y hace esas obras y triunfa.
Lo que importa no es cuanta
inteligencia tiene usted, si no como la emplea. Ojalá vuelva a leer esta frase
tan importante. El sabio Teller decía: "Lo importante para triunfar en el
estudio no es tener súpermemoria o superinteligencia, si no tener un gran
interés y entusiasmo para el estudio". Interés y entusiasmo. ¡Recuérdelo
amigo¡.
Trabajar, proyectar, perseverar,
sin desanimar trae más premio que tener una poderosa inteligencia, pero no
atreverse a actuar. Porque la constancia es el 95% de lo que después se llama
habilidad. No sea usted uno de esos suicidas que gastan todo su poder cerebral
en averiguar: "¿Porqué y como se
puede fracasar?".
Tiene la misma inteligencia que
los demás, pero no se atreven a hacer uso de su inteligencia. Uno no es más
porque es más inteligente, si no porque hace trabajar más la inteligencia que
tiene.
Remedios: nunca crea que usted
vale poco. Nunca crea que los demás valen mucho más que usted. Eso es mentira.
Cuando usted vea a alguien que triunfa, piense enseguida: "El vale mucho. Eso es verdad. Pero yo no valgo menos que él.
¡Bendito sea Dios¡.
25.LA EXCUSITIS DE LA EDAD. Usted
solamente tiene la edad que cree tener. Algunos creen que pasados los 50 o 60
años ya se acabó la edad de los triunfos. Olvidan que la vejes verdadera antes
de los 80. Hoy la sicología divide la vida humana así: Niñez: hasta los 12;
juventud hasta los 25; edad adulta de 25 a 50 y edad madura (Madurez, lo mejor
de la vida) desde los 50 a los 70.
Piense en los que obtuvieron
grandes éxitos después de los 60. Juan XXIII fue Papa a los 80 y que gran
Pontífice. León XIII escribió el más famoso documento a favor de los obreros a
los 90 años. Adenauer levantó Alemania de su máxima miseria a superpotencia
mundial, cuando el ya tenía 70 años. Churchill ganó la 2da guerra mundial
cuando ya había cumplido 70.
Recuerde:
Usted solo tiene la edad que cree tener. Créase joven y se sentirá joven y
actuará como joven, solamente será demasiado tarde cuando piense que ya es
demasiado tarde para dedicarse a actuar.
26. EXCUSITIS DE LA SUERTE. Fulano sí triunfó porque tuvo suerte, en cambio yo... Suerte no
es, en el mayor número de los casos, sino:
trabajo cuidadosamente planeado y pacientemente ejecutado. Esa es la
"suerte" que ha hecho triunfar al Vaticano, a la General Motors, al
Kremlin, y a esas grandes compañías que usted conoce.
No busque usted suerte en los que
triunfan. Busque las causas que han producido ese buen efecto: preparación,
planeación, optimismo, lucha. Tuvieron contrariedades pero no hicieron como el
fracasado que desiste ante la dificultad. Ellos la aprovecharon para aprender,
y no se desanimaron ni desistieron.
Continuará...