La vida moderna con su ritmo acelerado y sus innumerables desafíos, nos empuja a menudo hacia la búsqueda de soluciones inmediatas y exhaustivas.
Sin embargo, el enfoque meditativo de Juan XXIII nos ofrece una perspectiva distinta: la de vivir el día a día con una serenidad y una finalidad que abarcan nuestro ser integral.
«Solo por hoy» no es solo una frase, es una filosofía de vida que nos invita a centrarnos en el presente, abrazando nuestras actividades, encuentros y hasta nuestros propios pensamientos de una manera consciente y deliberada.
Esta reflexión propone un cambio significativo en las pequeñas acciones diarias.
Se trata de un compromiso personal para mejorar gradualmente la propia vida, respetando al mismo tiempo la propia naturaleza y la de los demás.
Por más difícil que parezca en la rutina de la existencia cotidiana, Juan XXIII nos recuerda que es posible moldear nuestra realidad a partir de la autodisciplina, la caridad silenciosa y una fe inquebrantable en la providencia divina.
1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mi mismo.
3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en este también.
4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.
5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos procuraré que nadie se entere.
8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
9. Sólo por hoy creeré firmemente aunque las circunstancias demuestren lo contrario- que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.
10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.
Juan XXIII
👍 COMPARTE lo positivo {+} en tu red social favorita 💡 ¡Asegúrate de guardarlo en tu tablero de Pinterest! Aprende a expandir tu consciencia y observar los cambios positivos en tu vida! Si llegaste hasta aquí, muchas gracias por leernos.