Fui criada con principios morales comunes:
Cuando era niña, madres, padres, profesores, abuelos, tíos, vecinos eran autoridades dignas de respeto y consideración.
Cuanto más próximos o más viejos, más afecto.
Inimaginable responder maleducadamente a los más ancianos, maestros o autoridades.
Confiabamos en los adultos porque todos eran padres , madres o familiares de todos los chicos de la cuadra, del barrio, de la ciudad.
Teníamos miedo apenas de lo oscuro, de los sapos, de las películas de terror.
Hoy me dio una tristeza infinita por todo lo que perdimos.
Por todo lo que mis nietos un día temerán.
Por el miedo en la mirada de los niños, jóvenes, viejos y adultos.
Derechos humanos para criminales, deberes ilimitados para ciudadanos honestos.
No tomar ventaja, es ser idiota.
Pagar deudas al día es ser tonto... Amnistía para los estafadores...
¿Qué pasó con nosotros?
Profesores maltratados en las aulas, comerciantes amenazados por traficantes, rejas en nuestras ventanas y puertas.
Autos que valen más que abrazos,
Hijas queriendo una cirugía como regalo por pasar de año.
Celulares en las mochilas de los jovencitos
¿Qué vas a querer a cambio de un abrazo?
La diversión vale más que un diploma.
Más vale una pantalla gigante que una conversación
Más vale un maquillaje que un helado.
Más vale parecer que ser...
¡Quiero sacar las rejas de mi ventana para tocar las flores!
Quiero sentarme en la vereda y tener la puerta abierta en las noches de verano.
Quiero la honestidad como motivo de orgullo.
Quiero la rectitud de carácter, la cara limpia y la mirada a los ojos.
Quiero la vergüenza, y la solidaridad.
Quiero la esperanza, la alegría, la confianza
Quiero callarle la boca a quien dice: "tenemos que estar a nivel de...", al hablar de una persona.
Abajo el "TENER", viva el "SER"
Y viva el retorno de la verdadera vida, simple como la lluvia, limpia como un cielo de abril, leve como la brisa de la mañana!
Y definitivamente bella, como cada amanecer.
Adoro mi mundo simple y común.
Vamos a volver a ser "gente".
Construir un mundo mejor, más justo, más humano, donde las personas respeten a las personas.
¿Utopía?
¿Quién sabe?...
Hagamos el intento:
Empecemos a caminar creyendo primero y después transmitiendo este mensaje.
Nuestros hijos se lo merecen y nuestros nietos nos lo agradecerán.
Desconozco el autor