La gran mayoría de
los seres humanos aprendemos a mentir desde pequeños, muchas veces por
imitación de los mayores, o por librarse de castigos o enfados, es un
comportamiento aprendido, y a medida que se va consiguiendo beneficios con la
mentira, la integramos en nuestra personalidad con fuerza y con el tiempo,
según las circunstancias que queremos dominar, la vamos perfeccionando hasta
convertirse en una costumbre continua.
En ocasiones hay
adultos que llegan a creerse sus propias mentiras porque las han forjado en su
mundo interior y para ellos son verdad, se miente por presión social, para
recibir reconocimiento, para quedar bien, para evitar consecuencias
desagradables o responsabilidades, para ser convincente, por timidez, para
parecer gracioso, por albergar sentimientos de culpabilidad, para evadirse de
un entorno desagradable, se utiliza mucho cuando hay un nivel bajo de
autoestima para evitar burlas, sarcasmos, desprecios o humillaciones, por miedo
al ridículo, al fracaso o a no ser valorado, también se utiliza como medio de
manipulación por interesas propios, el ego lo domina sin ser totalmente
conscientes del daño que pueden hacer. En definitiva las mentiras están movidas
por el miedo, inseguridad, autoestima baja, temor o llamar la atención.
Para aprender a dejar
de mentir tenemos que amarnos, valorarnos y respetarnos a nosotros mismos,
tener confianza en nosotros, aceptarnos y sentirnos satisfechos con nuestras
cualidades y nuestras limitaciones, con nuestras virtudes y nuestros defectos,
admitir nuestros propios errores y pedir perdón, eliminar creencias limitantes,
sanar conflictos emocional, perdonar en nuestro corazón a quienes nos hicieron
sufrir. Es un proceso de cambio interior que uno debe desear hacer y a medida
que vamos haciendo cambios la mentira va dejando de formar parte de nuestra
vida, porque nos sentimos capaces de decir lo que sentimos de verdad, vamos
siendo auténticos, quitándonos la máscara que nos hemos forjado durante años.
De ésta manera vivimos en libertad, dejamos de sufrir y en consecuencia dejamos
de hacer sufrir a los demás.
¿QUÉ HACER CUANDO ALGUIEN CERCANO A NOSOTROS MIENTE MUCHO?
Si la persona no
tiene la intención de hacer un trabajo interior consigo misma nosotros no
podemos hacer nada para cambiarla, esa seguirá siendo su forma de actuar una y
otra vez.
Podemos sentarnos
tranquilamente y hablar con serenidad sobre el tema en cuestión, hacerle saber
que sus mentiras son movidas por el miedo por circunstancias del pasado y eso
es lo que debe empezar a Sanar, empezar a tener confianza en si mismo,
ofrecerle ayuda, Amor para acompañarlo/a en ese proceso de cura interior, pero
si la persona no tiene la intención de cambio, poco podemos hacer por ella.
Autor: Montse y Javi