Si andas en busca de pareja, te sugiero que hagas una lista de todas las cualidades que te gustaría que tuviera esa persona. No te limites a «alto, moreno y guapo» o «simpática, rubia y bonita». Anota «todas» las cualidades que deseas en esa persona. Después repasa la lista y ve cuántas de esas cualidades las posees tú. ¿Estás dispuesto o dispuesta a cultivar las que te faltan? Después pregúntate también qué ideas hay en tu interior que podrían estar impidiendo o retrasando que atraigas a esa persona hacia ti. ¿Realmente quieres cambiar esas creencias?
¿Hay todavía una parte de ti que cree que eres indeseable o que no mereces que te amen? ¿Tienes algún hábito o creencia que te aleja del amor? ¿Hay una parte de ti que dice: «No deseo tener jamás un matrimonio como el de mis padres, y por lo tanto no me enamoraré»?
Tal vez tienes una sensación de soledad o aislamiento. Es muy difícil que nos sintamos conectados con otras personas cuando en gran parte estamos desconectados de nosotros mismos. En este caso es necesario que nos dediquemos un tiempo a nosotros mismos, inmediatamente. Conviértete en tu mejor amigo o amiga. Redescubre lo que te hace feliz, lo que te gusta hacer; mímate. Muchas veces buscamos a otras personas para que nos hagan sentir amados y conectados, cuando lo único que estas personas pueden hacer es reflejar nuestra relación con nosotros mismos.
¿Qué crees que te mereces en una relación íntima? Cuando se trata de sentimientos, si nunca logramos obtener lo que verdaderamente deseamos, en general eso quiere decir que nuestras creencias nos dicen que «no nos lo merecemos». ¿Es eso lo que realmente crees de ti y por ello no logras tener lo que de verdad deseas? Esa determinada pauta mental ya no tiene por qué seguir siendo cierta para ti. Puedes comenzar a cambiarla hoy mismo.
Haz unas cuantas listas de tus creencias, por ejemplo: Lo que creo de los hombres; de las mujeres; del matrimonio; del compromiso; de la fidelidad; de la confianza, y de los niños. Estas listas te mostrarán cualquier creencia negativa que necesites cambiar. Tal vez te sorprenda descubrir algunos de los mensajes que están ocultos en tu conciencia. Elimínalos, y te maravillará lo distinta que será tu siguiente relación.
Es interesante observar que muchísimos videntes dicen que la mayoría de las personas que acuden a ellos les hacen por lo menos una de estas tres preguntas, que las escuchan una y otra vez: ¿Cómo puedo tener una relación de pareja? ¿Cómo puedo librarme de esta relación? ¿Cómo puedo aumentar mis ingresos?
Si tienes una relación que realmente deseas que se acabe, usa el poderoso método de Bendecir con Amor. Afirma: «Te bendigo con amor y te liberó de mi vida. Eres libre y yo soy libre». Repite esta afirmación con frecuencia. Después has de tener muy claro qué deseas en una relación. Haz una lisia si es necesario. Mientras tanto trabaja sin cesar en amarte a ti. Ama y acepta a la otra persona totalmente, tal como es. A medida que cambies y crezcas en tu interior, verás que una de estas dos cosas ocurre automáticamente. La otra persona cambia y se adapta a tus deseos o desaparece de tu vida. En el segundo caso, la transición será apacible. Siempre comienza por amarte y valorarte tú, y todo lo demás cambiará. Haz esta afirmación: «Ahora descubro el ser maravilloso que soy Elijo amarme y disfrutar conmigo».
Es muy importante limpiar y resolver las relaciones pasadas para comprometerse en una nueva. Si te pasas el día hablando y pensando en tu último amor, aún no estás libre para iniciar una nueva relación. A veces idealizamos a un amor anterior para protegernos de ser vulnerables en el momento presente. En su libro Volver al amor,* Marianne Williamson nos ofrece este maravilloso barómetro para nuestras decisiones; afirma que en todas nuestras relaciones «o bien nos acercamos al amor o nos alejamos de él». Para estar plenamente vivos y felices, es necesario que tomemos decisiones que nos acerquen al amor.
Mientras trabajas en resolver los obstáculos que se interponen entre tú y tu relación de pareja, ejercítate en ser tu propio amante. Invítate al romance y al amor. Demuéstrate lo especial que eres. Mímate. Recompénsale con pequeños actos de amabilidad y aprecio. Cómprate flores, rodéate de los colores, texturas y aromas que más te complacen. La vida siempre refleja los sentimientos que tenemos dentro. A medida que aumente tu sensación de amor y romance, la persona ideal para compartir Cu creciente sentimiento de intimidad se sentirá atraída hacia ti como si fueras un imán. Y lo más importante es que no tendrás que renunciar a ninguna parte de tu intimidad para estar con esa persona.
Autor: Louise L. Hay