El poder de la paz


Cuando el ego se enfrenta a un aspecto de la situación que parece  ser difícil, trata de trasladarlo  a otro lugar  y resolverlo allí. Y parecerá tener éxito, salvo que ese intento entra en conflicto con la unidad, y  no puede por menos que enturbiar el objetivo de la verdad. Y no se podrá experimentar paz, salvo en fantasías. (T‐17.VI.7.1‐3)
Muchas personas pasan la mayor  parte  de  su  vida dándole significado a lo que ven en el mundo físico de la ilusión con el propósito de  entender aquello que, en primer lugar, no puede ser entendido. Y esto  es  así  ya  que  cualquiera que sea la  cosa que estamos viendo con los ojos del cuerpo no es real. Un Curso de Milagros dice que: El cuerpo es el personaje  central  en  el  sueño del  mundo. Sin  él  no hay sueño, ni él  existe sin el sueño en el que actúa   como si fuese una persona digna de ser vista y creída. (T‐27.VIII.1.1‐2)

Y a pesar de que las respuestas se encuentran en el  interior, aun  seguimos buscando   maestros que nos guíen a respuestas que nos alejan aún más de la Verdad. 
De acuerdo a Un Curso de Milagros, las  fases iniciales de la inversión de nuestra percepción  desde la ilusión a la verdad, son generalmente dolorosas. 

La razón  se debe a que el ego sabe que una  vez que la Verdad es revelada, su muerte es certera. Por lo tanto, el  ego hará  todo lo posible para que evitemos reconocer la Verdad de quienes somos.


Buscar que maestros nos den respuestas, ya que ellos también son ilusiones creadas por el  ego, significa  que  las  respuestas dadas no están orientadas a la libertad, sino hacia la   liberación del miedo. 

Si bien he mencionado esto con anterioridad, bien vale la pene repetirlo: al  liberarse  temporalmente el miedo, confundimos la liberación del miedo con la realidad.  

Y  una vez más, la  liberación del dolor no es sino una ilusión empleada por el  ego  para  ayudarnos  a recordar la ilusión de que somos cuerpos y que el mundo de la forma es nuestro hogar. 
Dado que no podemos buscar maestros para escapar del sueño que hemos creado, necesitamos buscar algo o alguien que nos conduzca desde la ilusión en dirección a  la Verdad. Ese algo o alguien sería el Espíritu Santo.

Un Curso de  Milagros  dice que: Tener a la verdad por objetivo requiere fe. La fe está implícita  en  la aceptación del propósito del Espíritu Santo, y esta fe lo abarca todo. Allí donde se ha  establecido el objetivo de la verdad, allí  tiene que estar la fe. (T‐17.VI.6.1‐3)

Si  bien  siempre  tenemos acceso  al  Espíritu Santo porque es  parte nuestra, es generalmente difícil de escuchar porque el mundo de la  ilusión parece muy real y su voz muy fuerte.

Y puesto que la cualidad del Reino de Dios es la paz, debe ser comprendido que la única forma de entrar al reino, es logrando la paz mental. 

Este es el porqué el Curso dice que la verdad es simple y el ego complicado. 

Entonces, en realidad, el trabajo que estamos haciendo no es recordar quienes somos, sino   más bien eliminar las interferencias que hemos creado y que se encuentran en el camino  de  esta conciencia.

Un Curso de Milagros dice que: El Espíritu Santo, que lo recuerda por ti, te enseña sencillamente a eliminar los obstáculos que se interponen entre tú y lo que sabes. Su memoria es tuya. (T‐14.IV.9.5‐6) 

El  Curso  también nos recuerda que el camino de regreso a nuestro hogar es realmente simple. 

Y que no necesitamos descubrir nada por nosotros mismos, lo  único necesario es escuchar  y tener fe en el  Espíritu Santo, sabiendo que está obrando para nosotros. Este es el por qué el Curso dice que: No te olvides de Él y Él tomará todas tus decisiones por ti, las cuales serán en  favor de tu salvación y de la paz de Dios en ti.  (T‐14.III.14.7)

La forma de saber que estás soltando las cosas y permitiendo que Dios las haga, es tu experiencia de paz.  
Si el  miedo está presente, estás escuchando al ego. Sólo la paz puede asegurarte que estás  escuchando la Voz correcta. 

Y la única forma de tener tal experiencia, es soltando todos los juicios, ya que todo lo que  juzgues, te parecerá real a ti. Al soltar nuestros juicios, nos abrimos a ver la Verdad, la  experiencia de la Unicidad. 

Esa experiencia parece estar fuera de nuestro actual nivel de conciencia, ya que estamos dormidos; el sueño de la separación parecerá  real  para nosotros. Por lo tanto, no busques juzgar, sino  experimentar el amor y la presencia de Dios, que es exactamente la  experiencia hacia la cual te conduce el Espíritu Santo.



Un Curso de Milagros dice: Tú juzgas los  efectos, pero Él  ha juzgado su causa. Y  mediante Su juicio, se eliminan los efectos. (T‐27.VIII.9.4)

Comprender esto es muy importante, porque cuando reaccionas a algo, te encuentras a  merced de la ilusión. En otras palabras, eres su efecto. 

El Espíritu Santo no se ocupa de efectos, ya que sabe que ninguno de ellos es real. Su propósito  es obrar en la  causa que creó la ilusión. No tenemos acceso a la causa mientras estemos dormidos porque, en primer lugar,  nosotros mismos creamos la ilusión. El Espíritu Santo, por  su parte, como sí sabe de causas, simplemente nos ayudará a reemplazar nuestras ilusiones     por otras más placenteras, guiándonos suavemente hacia nuestro despertar. 
  
Un Curso de Milagros nos recuerda lo siguiente en cuanto a resolver aquello que perturbe nuestra paz, por ello dice: Únicamente en el altar de Dios podrás encontrar paz. Y este altar está en ti porque Dios lo puso allí. Su Voz  todavía te llama a retornar, y le oirás cuando dejes    de anteponer otros dioses a Él. (T‐10.III.11.1‐3) 

No anteponer ningún dios ante Él es básicamente no darle ningún poder a todo aparente  desafío que la ilusión pueda ofrecernos. Cualquier cosa que dispare el miedo en ti es una forma de entregar poder. El miedo o falta de paz es un símbolo de un dios menor. Si supieras  Quien es tu verdadero Dios y tuvieras la certeza de que Él está ahí para ti siempre, ¿podrías  pensar en algo que te diera miedo? ¿Y si supieras que tú y Dios sois uno?


Mejor aún, ya que todo lo que ves no es sino una proyección que proviene de ti, ¿qué tal si supieras que eso a lo que tanto temes eres tú mismo? 

Ya sea que la ilusión consista en no tener el dinero suficiente, sentir que no tienes aprobación,  miedo a morir, cualquiera que sea el temor, al encauzar tu conciencia en dirección a la  paz,  estás permitiendo que la voz del Espíritu Santo te guíe hacia tu despertar.  

Un Curso de Milagros dice que: Antes de decidir hacer algo, pregúntame si tu elección está de acuerdo con la mía. Si estás seguro de que lo está, no tendrás miedo. (T‐2.VI.4.9) 

Veamos este fácil proceso: Si te encuentras preocupado por algo, haz lo siguiente de acuerdo  a Un Curso de Milagros: Dile únicamente al Espíritu Santo: «Decide por mí», y está hecho. (T‐14.III.16.1)

Un Curso de Milagros también recomienda la siguiente oración: Te  entrego esto para que lo examines y juzgues por mí. No dejes que lo vea como un signo de pecado y de muerte, ni que  lo  use para  destruir. Enséñame a no hacer de ello un obstáculo para la paz, sino a dejar que Tú lo uses por mí, para facilitar su llegada. (T‐19.IV(C).I.11:8‐10)

Otra hermosa plegaria del Curso es: Debo haber decidido equivocadamente porque no estoy  en paz. Yo  mismo tomé esa decisión, por lo tanto, puedo tomar otra. Quiero tomar otra decisión porque deseo estar en paz. No me siento culpable porque el Espíritu Santo, si  se lo permito, anulará todas las consecuencias de mi decisión equivocada. Elijo permitírselo, al dejar que Él decida en favor de Dios por mí. (T‐5.VII.6.7)

Después de esta plegaria y habiendo entregado tus problemas al Espíritu Santo para que los interprete por ti, sigue adelante con tu vida y confía en que todo está manejándose. 

No tienes que utilizar exactamente las palabras que la oración sugiere. Simplemente observa  qué proponen las plegarias y luego sustituye las  palabras por aquellas que sientas más adecuadas para ti. Yo generalmente digo: «Espíritu Santo, te entrego esto para que lo interpretes por mí porque sé que yo no sé. Lo único que te pido es paz mental». ¡Y eso es todo! Luego sigo meditando, estando en paz, o sigo haciendo lo que estuviera haciendo o me sienta llamado a hacer, confiando en que todo está siendo resuelto. 
Cuando rezas y entregas, recuérdate siempre que nada de este mundo es real, que es una ilusión. Repítete esto una y otra vez. Como puedes ver, el proceso es realmente simple. Un Curso de Milagros dice:  Es fácil entender las razones por las que no le pides al Espíritu Santo  que resuelva todos tus problemas por ti. Para Él no es más difícil resolver unos que otros. Todos los problemas son iguales para Él, puesto que cada uno se resuelve de la misma manera y con el mismo enfoque. Los aspectos que necesitan solución no  cambian, sea cual sea la forma que el problema parezca adoptar. Un problema puede manifestarse de muchas maneras, y lo hará mientras el problema persista. De nada sirve intentar resolverlo de una   manera especial. Se presentará una y otra vez hasta que haya sido resuelto definitivamente y   ya no vuelva a surgir en ninguna forma. Sólo entonces te habrás liberado de él. (T‐26.II.1.1)

Entrégale al Espíritu Santo todas tus decisiones, juicios e interpretaciones, ya que el Curso dice: Sus decisiones reflejan lo que Dios sabe acerca de  ti y ante esa luz cualquier clase de error es imposible. ¿Por qué luchas tan frenéticamente por tratar de prever lo que no puedes saber, cuando tras cada decisión que el Espíritu Santo toma por ti se encuentra el conocimiento? 

Has escuchado bien. ¿Por qué adivinar? Todo lo que tienes que hacer es hacerte a un lado y dejar a Dios que haga lo suyo.

Nick Arandes, antes de publicar su libro "Lo Que Pasa Cuando Dejas Ir", el cual ha sido muy bien recibido, e incluso recomendado por autores como Gary Renard, autor de "La Desaparición del Universo", y Nouk Sanchez & Tomas Vieira, co-autores de "Take Me To Truth", Nick fue parte del movimiento de auto ayuda por aproximadamente 20 años, enseñando cómo cambiar su vida y manifestar todos nuestros sueños. Publicó 4 libros, produjo CDs y DVDs, escribió muchísimos artículos, los cuales se han publicado a través del mundo e inspiró a miles de personas antes de encontrarse sin hogar, sin dinero, y diagnosticado con un tumor en la tiroide. Poco después, en el año 2007, una cadena de eventos y experiencias espirituales transformaron su vida de forma que descubrió que para vivir una vida llena de paz, amor y felicidad no se requiere ningún tipo de sacrificio o sufrimiento. 
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Publicado en “Boletín Mensual de Milagros en Red” Nº 95 - Marzo 2010, por Patricia Besada de Milagro en Red, escrito por Nick Arandes    


Para más información relacionada con Nick Arandes, por favor visita su página en el internet: Un curso de Milagros con Nick