El hombre podrá percibir sus cualidades "Divinas" hasta que su campo alcance vibraciones cada vez más elevadas y logre un mayor grado de coherencia.
No importa lo que nos esforcemos en recibir orientación espiritual, no podremos hasta que nuestro campo esté sintonizado con ese sistema vibratorional
Johann Wolfgang von Goethe, un genio creador de principios del siglo diecinueve, hizo esta observación:
"Si tratas al hombre por su apariencia, lo haces más de lo que es. Pero cuando lo tratas como si ya fuera lo que potencialmente podría llegar a ser, haces de él lo que debe ser". Su consejo es pertinente en el mundo de hoy y específicamente iluminador acerca del crecimiento de tu energía espiritual si aplicas esta sabiduría al modo en que te tratas a ti mismo.
En primer lugar ¿quién aparentas ser? Tus condicionantes, tu historia y tus sentidos te proporcionan multitud de respuestas. Aparentas ser una persona con un cuerpo, que tiene ciertas limitaciones evidentes.
Aparentas ser de una etnia en particular, tener una cierta edad y unos antecedentes que te han conducido a este punto de tu vida. Ve y mira en un espejo qué es lo que aparenta ser tú.
Ahora ve más allá de esas apariencias, mira profundamente dentro de tus ojos y contémplate a ti mismo como un ser espiritual que está teniendo una experiencia humana. Imagínate lo que potencialmente podrías llegar a ser si todas esas apariencias no te restringieran.
Debajo o dentro de lo que aparentas ser está la imagen de la magnificencia y de la alegría ilimitada que verdaderamente eres y que te pido que consideres. Lo que potencialmente puedes ser es la base para formar un campo de energía espiritual. Es el cimiento del que surge la energía espiritual para resolver los problemas. Me encanta la descripción de Shakespeare: "Estás lleno de material celestial y albergas en tu mente el inventario de tus mejores dones".
Deja que esta idea se asiente en tu interior: estás hecho/a para prosperar y vas a elegir identificarte a ti mismo de acuerdo con esas potencialidades, en vez de identificarte con lo que aparentas ser para los demás y para ti mismo. Reconociéndote como un niño de la más elevada y divina presencia, facilitarás el crecimiento de tu campo de energía espiritual, lo mantendrás más elevado y conseguirás hacerlo cada vez más rápido. Y desde este nuevo campo de energía atraerás los destellos de la divinidad que anulen esos problemas y los erradiquen de tu vida.
La Elevación de las Vibraciones de tu Energía
El siguiente principio representa el punto de vista acerca del modo en que tu mente y tu conducta subsiguiente pueden llevarte desde los niveles de energía tóxica del mundo material al nivel del espíritu, en el cual reside la solución a todos y cada uno de tus problemas. Todas estas ideas se presentan con la intención de inspirarte a que tomes conciencia de tu capacidad para pasar de los modelos de energía inferior y más lenta a las vibraciones más elevadas y rápidas del mundo del espíritu.
Practica la Presencia del Espíritu
Practica el darte cuenta de la imposibilidad de ser fuera del espíritu omnipresente. Algunas maneras de hacerlo es recordarte a ti mismo nada más despertarte que este es un día en el que Dios estará contigo todo el tiempo. Recuérdate que todos los lugares donde estés son lugares santos. En cada comida que comas sé consciente de lo que le costó a cada alimento llegar hasta tu plato. Cuando hagas una llamada telefónica, cuando conduzcas tu coche o entres a tu lugar de trabajo, empieza por tomar esta conciencia de Dios. A medida que practiques el ser consciente de la presencia del invisible espíritu divino, sentirás cada vez más paz, un fuerte sentimiento de seguridad y de estar a salvo, un conocimiento de que estás sano y de que vives con un sentido interior de integridad. Estos sentimientos son simplemente el resultado de una práctica silenciosa, y recalco lo de silenciosa.
No prediques ni conviertas a los demás para que piensen como tú.
Limítate a darte cuenta de la presencia de tu fuente, de la que nunca estuviste verdaderamente separad@ excepto en tu propia mente. Sólo con ser consciente de la presencia divina, elevas las vibraciones de tu campo energético. Eso quería decir la breve cita de la Dra. Hunt al comienzo de este artículo. Tienes que sintonizar el campo de energía vibratoria de Dios para ser capaz de recibir orientación espiritual.
Cuando te sientas alterado, asustado o ansioso, ejercita tu mente invitando a que la conciencia de la omnipresencia del espíritu se dé a conocer, ya. Haz esto en medio de ese temor o ansiedad y siente como se hace mucho menos preocupante. Algunos maestros se refieren a esto como la práctica de la plenitud mental.
Es una manera segura de elevar las frecuencias del campo energético hacia los reinos más elevados. Cuando dejas de acordarte de cosas y practicas la presencia de Dios en tu interior y a tu alrededor, literalmente te aplicas un tratamiento a ti mismo.
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Extracto del libro "Reiki Usui en la nueva era" de Antonio Huertas