No juzgues ni critiques. En cambio, encuentra en cada momento una oportunidad para amar.
Los milagros son creaciones de amor, provienen del amor y los magnetizas con el amor. Cada persona es un generador de energía afectiva, capaz de crear todo lo que desee. Los milagros son el resultado de tu amor. Si quieres abrir tu corazón, amarte a ti mismo y a los demás, la vida será siempre un milagro.
Cuando quieras hacer o recibir milagros y amor, todo lo que hace falta es tu auténtica intención de que así sea. Crea las visiones más grandes y elevadas posibles. Cada persona es un generador de energía afectiva, capaz de crear todo lo que desee. Los milagros son el resultado de tu amor. Si quieres abrir tu corazón, amarte a ti mismo y a los demás, la vida será siempre un milagro.
En la medida en que te abres y transmites amor, los milagros se cruzarán en tu camino. Si hay algo que deseas, emplea tu mente para visualizarlo y luego abre tu corazón. Cuanto más amor transmitas al mundo... más abundancia y milagros recibirán a cambio. Para acelerar el proceso y crear milagros después de magnetizar algo, abre tu corazón. Confía y ten fe en ti mismo, ama a los demás y demuestra tu amor en los actos cotidianos. Ama a la gente todo lo que puedas, sé amable y cariñoso, pronuncia palabras afectuosas, perdona a los que no supieron respetarte y piensa con amor en los demás, honrándoles en todo lo que haces.
No juzgues ni critiques. En cambio, encuentra en cada momento una oportunidad para amar. Tratando a los demás con amor y compasión, atraes hacia ti oportunidades, dinero, personas, milagros y aún más amor. El amor te introduce en una órbita superior y atrae cosas buenas hacia ti. Los milagros son sucesos inesperados, que te aportan mucho más de lo que pensabas. Son acontecimientos sincronísticos que suelen producirse cuando olvidas tus apegos y confías en los consejos de tu interior.
No es inusual que se produzcan milagros en situaciones de crisis, porque éstas hacen aflorar en tu conciencia la parte más profunda de tu alma. Recogiéndote y concentrándote en tu interior, conectas aquella parte de ti que tiene las respuestas. Cuando te adentras en ti mismo, buscas a tu alma y pides ayuda, las respuestas afloran y se producen los milagros.
Tienes que aprender a sumergirte en tu ser sin necesidad de una crisis. Los milagros son el resultado de esta inmersión en tu alma. Cada vez que aceptas el amor de los demás... cada vez que te abres para recibir amor del universo. Pones en movimiento la creación de milagros en tu vida.
¿Existe en este momento algún milagro que desearías se produjera en tu vida? ¿Estás abierto para recibirlo?
Pide al universo, a tu alma, a tu Yo Superior, o a la Divinidad de cualquier forma como tú le llames, que este milagro se manifieste en el aquí y ahora en tu vida. Así sea.
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