Vivimos desconectados de nuestro verdadero ser, de la fuente que produce el verdadero amor, estamos desconectados de la fuente divina, de las energías naturales que son las que nos hacen sentir en lugar de creer.
El mundo que conocemos gira en torno a dos clases de energía que nacen de la misma fuente: La dualidad Positivo-negativo, pero sucede que ninguna de las dos produce el amor, es por ese motivo que el mundo que creó la mente es imperfecto, porque no fue creado con las energías del amor, las cuales conforman lo que es la conciencia divina Universal, nacen de la esencia del creador.
Hay innumerables energías mentales obstruyendo el camino hacia la realización espiritual, son muchos los bloqueos que se encuentran en nuestros cuerpos, haciendo que estos sufran, se enfermen, y tengan miedo, estas energías vienen desde el mundo exterior y nos inundan con sus malas influencias.
Si se desea ir eliminando este tipo de energías, no se debe hacer con los llamados pensamientos positivos que se encuentran en el mundo exterior, esas energías nunca podrán desbloquear al ser humano, de por sí esos pensamientos positivos también mantienen a nuestro cuerpo enfermo y bloqueado, no permitiendo que evolucionemos de la manera correcta, allí se encuentra la codicia, el egoísmo, los deseos materiales, también causan el estrés y enferman a las personas del corazón, al afanarse en mucho por conseguir riquezas, también les produce miedo de perder lo que tienen, y otra infinidad de cosas que obstaculizan que seamos seres divinos en la práctica.
La limpieza que se debe realizar, debe hacerse de adentro hacia afuera, inundando nuestro cuerpo con ese tipo de energías, las cuales son puras y divinas, el amor nace en nuestro interior, todo lo que está afuera ya ha sido creado, desde el interior podemos crear un mundo mejor.
Nos acostumbramos a traer energías venidas del exterior a través de innumerables prácticas y artículos de toda especie para tratar de armonizar lo que hay desajustado en nuestro cuerpo, y hemos ignorado que las energías que pueden sanarnos y que pueden transformar nuestras vidas, se encuentran dentro de nosotros mismos, esta es la sabiduría natural que tiene cada ser humano, pero no se utiliza por ir tras los conocimientos de la mente, que son los que les dicen que utilicen las energías externas, cada uno de nosotros somos sanadores, somos sabios, maestros, somos quienes podemos manifestar en nuestras vidas al ser divino que todos llevamos dentro.
Comparto esta pequeña oración de protección como un simple ejemplo, la cual se puede modificar para acomodarla a la situación que queremos ver mejorada en nuestras vidas, usando estas energías divinas para limpiar nuestros cuerpos de cualquier mala influencia que tengamos, la cual nos mantiene bloqueados, no permitiendo que conectemos con nuestro verdadero ser, y que son las causantes de muchos de los problemas de nuestra vida diaria.
Nota: Cuando digo pido a la esencia de lo divino que hay en mí, hablo de las energías puras nacidas de la esencia del creador, la entidad divina es el reflejo o una pequeña chispa de nuestro Padre Universal, es parte de su sabiduría, por medio de la cual debemos guiar nuestras vidas.
Oración de Protección:
Pido a la esencia divina que hay en mí, que elimine al instante todos los demonios terrestres y no terrestres, los que se encuentren en mis pensamientos o fuera de ellos, y otras entidades de energías, dispositivos, conexiones oscuras de mi cuerpo, de mi aura, de mi alma, de mis células y también los elimines de mi casa, de mi trabajo, de mis finanzas, de mi auto, de mi familia, de los lugares de recreación y alrededor mío a grandes distancias.
Pido a la esencia de lo Divino que hay en mí, para que limpie mi alma, la sane y la lleve de vuelta al espíritu.
Pido a la esencia de lo divino que hay en mí, para que recorra todo mi cuerpo, y lo sane eliminando cualquier tipo de energía que se esté manifestando a través de cualquier enfermedad.
Pido a la esencia de lo Divino que hay en mí, para que sea mi escudo protector y brille su Luz eterna sobre todo lo que me rodea y sobre toda la Humanidad.
Yo me imagino en este instante, como una columna deslumbrante, brillante y vibrante de Luz Divina procedente del interior de mi cabeza, va llenando todo mi cuerpo, lo va limpiando, va curando cada parte, cada célula y cada órgano de mi cuerpo.
Yo me imagino esta Luz Divina propagándose a mí alrededor y hacia todas las direcciones, creando un gran capullo de Amor.
Yo me imagino que este capullo de Luz Divina está cubierta con espejos, reflejando lo espiritual hacia todo el mundo exterior.
Yo me imagino la Luz divina que hay en mí, propagándose por todas partes, limpiando, blanqueando, purificando todo con su brillante, blanca y clara Luz.
Pido a la esencia de lo divino que hay en mí, para que permanezca siempre en guardia en todo mi entorno, mientras mi alma esté en este cuerpo.
Pido a la esencia divina que hay en mí, que proteja a todos los miembros de mi familia, a cada uno de los miembros de esta red y a sus familias, a mis amigos, compañeros de trabajo y de todas las personas que conozco, pido la protección de toda la Humanidad.
Pido a lo divino que hay en mí, para que limpie, sane y equilibre todos mis centros de energía cuando sea necesario.
Pido a la esencia de lo divino que hay en mí, para que limpie, sane y proteja todos mis canales de comunicación con la Luz divina.
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Autor: Rubén Darío Aristizabal L. - Mensajes del Universo