El aura es el campo energético que rodea a todas las cosas vivas. Los ocultistas y los brujos han hecho toda una ciencia de leer el tamaño, color y forma del aura para determinar el carácter o el estado de salud mental o física. El aura está considerada como una proyección del cuerpo astral o sutil, algo así como un doble etérico de nuestra persona física.
Se ha demostrado que podemos influir de forma temporal y a voluntad en las características de nuestra aura forzando un cambio en nuestro estado emocional o enviando energías mágicas a nuestro cuerpo con el objeto de alterar la apariencia del aura. Cuando se sienta vulnerable a los ataques psíquicos, como por ejemplo una proyección astral, puede aumentar el tamaño de su aura para reforzar su capa protectora.
Para hacerlo, genere energías mentalmente y visualice cómo son transferidas a su aura. Véalas y siéntalas cómo se expanden para crear un capullo ovoide que le acuna y protege, y a través del cual no pueden pasar las entidades no deseadas.
También puede añadir color a su aura para aumentar su poder protector. Hágalo visualizando mentalmente el color elegido y concentrándose para expandirlo. Los colores de fuego como el dorado, el naranja o el rojo son los más recomendados. Y tampoco correrá el riesgo de equivocarse si escoge el blanco puro.
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