Te da miedo el infierno... pero aunque sepa a basura, sigues diciendo, "me gusta".
"Yo tengo un enfoque dionisíaco, soy discípulo de Dionisos: vive y ama la vida.
Disfruta de esta ocasión todo lo que puedas, con totalidad, y esa experiencia vital te hará crecer. Tendrás madurez; serás maduro y desprenderás ese aroma. Ese aroma es el cielo. Nadie va al cielo, para ir al cielo tienes que tener ese cielo dentro de tu corazón. Nadie va al infierno, para ir al infierno tienes que tener ese infierno dentro de tu corazón...
Una persona que vive constantemente infeliz, cargada de culpabilidad y con miedo al castigo, es una persona de tipo infierno.
Te ocurrirá todo lo que temas, porque, cuando temes algo, piensas en ello constantemente y lo estás provocando...
Seis amigos se fueron de caza. Uno de ellos era el encargado de preparar la comida. La persona asignada se quedaba en la cabaña ocupándose de todas las tareas y, por supuesto, no podía asistir a la diversión del día. Este acuerdo se mantenía hasta que alguien se quejara de sus menúes. Entonces, el que se había quejado se convertía en el cocinero.
Estaban muy emocionados echando a suertes quién se iba a quedar con la tarea más desagradable. Desgraciadamente le tocó a Juan. Los dos primeros días los pasó preocupado y del malhumor. El tercer día creía que se estaba volviendo loco. Los otros cinco estaban todo el día de fiesta, disparando y divirtiéndose, mientras que él estaba encerrado en la pequeña habitación de la cabaña.
Decidió que para una situación desesperada había que buscar un remedio desesperado. Así que le echó un pedazo de mierda a la sopa y lo removió hasta que se disolvió.
Por la noche les sirvió una sopa de cebolla marrón. Simón llenó una cucharada y cuando se la acercó a los labios sintió el sabor del asqueroso líquido y exclamó:
- ¡Dios mío! ¡Esta sopa sabe a mierda!
De repente, dándose cuenta de lo que esto suponía, añadió:
- Sabe a mierda, pero ¡me gusta!.
Eso es lo que te ocurre a ti. Te da miedo el infierno... pero aunque sepa a mierda, sigues diciendo, "me gusta".
Sé valiente y deja de hacer tonterías. El cielo y el infierno no existen; tú mismo los estás creando. No hay nadie en ningún lugar que te vaya a castigar o a recompensar...
Ama, disfruta, celebra, y estarás creando un cielo, porque estás compartiendo lo que tienes; si tienes alegría y felicidad eso es lo que compartirás.
Sólo puedes compartir lo que tú eres, y cuando lo compartes revierte en ti. Ésa es la ley. La vida refleja y devuelve todo lo que tú le das; vuelve multiplicado. Sonríe, y toda la existencia te sonreirá. Grita y maltrata, y toda la existencia te gritará y maltratará. Tú eres la causa principal; tú provocas todo el proceso...
Recuerda que las recompensas y los castigos no provienen del exterior, sino que tú los creas. Tú les das la ocasión, tú abonas el terreno. Eres libre, pero con eso no quiero decir que seas irresponsable. De hecho, cuando eres libre te vuelves absolutamente responsable, porque sólo tú eres responsable de ti mismo, nadie más. No hay un dios que sea responsable; sólo tú. Si eres infeliz, recuerda que debes estar provocándolo. Intenta descubrir por qué lo haces. Si buscas motivos los encontrarás. Y si eres feliz, haz lo mismo, intenta ver por qué eres feliz. Sigue provocando esas situaciones que te hacen feliz, y cada vez serás más feliz".
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