"Toda la teoría del universo está dirigida infaliblemente
hacia un solo individuo, y ése eres Tú."
Walt Whitman
|
A estas alturas del taller te propongo que contestes las veinticinco preguntas siguientes, que han sido elaboradas para medir tu capacidad de elegir tus propias realización y felicidad. Respóndelas lo más objetivamente posible y evalúate a ti mismo y a tu actual manera de vivir.
Las respuestas que sean afirmativas indican dominio de sí mismo y buena capacidad decisoria. En caso contrario sabes que tienes tarea por hacer para trascenderlas.
Las respuestas que sean afirmativas indican dominio de sí mismo y buena capacidad decisoria. En caso contrario sabes que tienes tarea por hacer para trascenderlas.
1. ¿Crees que piensas por ti mismo?
2. ¿Eres capaz de controlar tus sentimientos?
3. ¿Tus motivaciones son interiores o exteriores?
4. ¿Te has liberado de la necesidad de aprobación?
5. ¿Eres tú quien establece tus propias reglas de conducta?
6. ¿Te has liberado de tu necesidad de justicia y equidad?
7. ¿Puedes aceptarte tal como eres y evitar los reproches?
8. ¿Estás libre de la necesidad del "culto al héroe"?
9. ¿Eres un hacedor o un crítico?
10. ¿Te atrae lo misterioso y lo desconocido?
11. ¿Puedes evitar describirte a ti mismo empleando términos absolutos?
12. ¿Puedes quererte a ti mismo todo el tiempo?
13. ¿Puedes tomarte tu propio descanso?
14. ¿Has eliminado todas las relaciones de dependencia?
15. ¿Has eliminado de tu vida las acusaciones e imputaciones?
16. Has logrado dejar de sentirte culpable?
17. ¿Eres capaz de evitar preocuparte por el futuro?
18. ¿Puedes dar y recibir amor?
19. ¿Puedes evitar la ira paralizante en tu vida?
20. ¿Has eliminado las tácticas postergatorias como estilo de vida?
21. ¿Has aprendido a fracasar eficientemente?
22. ¿Puedes gozar y disfrutar de algo espontáneamente?
23. ¿Puedes apreciar el humor y crearlo?
24. ¿Te tratan los demás como quisieras que te traten?
25. ¿Estás motivado por tu potencial de crecimiento y desarrollo o por la de reparar tus deficiencias?
2. ¿Eres capaz de controlar tus sentimientos?
3. ¿Tus motivaciones son interiores o exteriores?
4. ¿Te has liberado de la necesidad de aprobación?
5. ¿Eres tú quien establece tus propias reglas de conducta?
6. ¿Te has liberado de tu necesidad de justicia y equidad?
7. ¿Puedes aceptarte tal como eres y evitar los reproches?
8. ¿Estás libre de la necesidad del "culto al héroe"?
9. ¿Eres un hacedor o un crítico?
10. ¿Te atrae lo misterioso y lo desconocido?
11. ¿Puedes evitar describirte a ti mismo empleando términos absolutos?
12. ¿Puedes quererte a ti mismo todo el tiempo?
13. ¿Puedes tomarte tu propio descanso?
14. ¿Has eliminado todas las relaciones de dependencia?
15. ¿Has eliminado de tu vida las acusaciones e imputaciones?
16. Has logrado dejar de sentirte culpable?
17. ¿Eres capaz de evitar preocuparte por el futuro?
18. ¿Puedes dar y recibir amor?
19. ¿Puedes evitar la ira paralizante en tu vida?
20. ¿Has eliminado las tácticas postergatorias como estilo de vida?
21. ¿Has aprendido a fracasar eficientemente?
22. ¿Puedes gozar y disfrutar de algo espontáneamente?
23. ¿Puedes apreciar el humor y crearlo?
24. ¿Te tratan los demás como quisieras que te traten?
25. ¿Estás motivado por tu potencial de crecimiento y desarrollo o por la de reparar tus deficiencias?
En cualquier momento dado de tu vida, puedes elegir contestar afirmativamente todas estas preguntas si estás dispuesto a rechazar muchos "tendría" y "debería" que has aprendido en el transcurso de tu vida. La verdadera opción radica en decidir ser personalmente libre o permanecer encadenado a las expectativas que los demás tienen de uno mismo.
HACIÉNDOTE CARGO DE TI MISMO
Mira por encima de tu hombro. Te darás cuenta de que tienes a tu lado un compañero que te acompaña constantemente. A falta de un nombre mejor llámalo (Tu-Propia-muerte.) Puedes tener miedo a este visitante o usarlo en tu propio beneficio. De ti depende la elección.
Siendo la muerte una propuesta tan eterna y la vida tan increíblemente breve, pregúntate a ti mismo: "¿Debo evitar hacer las cosas que realmente quiero hacer?", "¿Viviré mi vida como los demás quieren que la viva?". Lo más probable es que tus respuestas se puedan resumir en unas pocas palabras: Vive... Sé tú mismo... Goza... Ama.
Puedes temer tu propia muerte de forma negativa o usarla para ayudarte a vivir de modo positivo. Escucha al Iván Ilich de Tolstoi mientras espera al gran nivelador, contemplando un pasado completamente dominado por los demás, una vida en la que había desistido de ser dueño de sí mismo a fin de encajar en el sistema.
"¿Y si toda mi vida ha sido una equivocación qué?" Se le ocurrió que lo que antes le había parecido completamente imposible, especialmente el hecho de que no había vivido como debería haberlo hecho podría después de todo ser verdad. Se le ocurrió que sus impulsos vitales, reprimidos brutalmente por sí mismo apenas los había experimentado, podrían haber sido lo único verdadero y real de su vida, y todo lo demás falso. Y sintió que sus obligaciones profesionales y toda la organización de su vida y de su familia, todos sus intereses sociales y oficiales, todo eso podría haber sido falso. Trató de defenderse y justificarse ante sí mismo y de pronto sintió cuán débil era lo que estaba defendiendo y justificando. No había nada que defender..."
La próxima vez que tengas que decidir acerca de tu propia vida, que tengas que hacer una elección personal, hazte una pregunta muy importante: "¿Cuanto tiempo voy a estar muerto?" Ante esa perspectiva eterna, puedes decidir ahora lo que prefieres, lo que eliges, y dejar a los que siempre estarán vivos las preocupaciones, los temores, la cuestión de si te lo puedes permitir y la culpabilidad.
Si no empiezas a actuar de esta manera, ya puedes formularte la posibilidad concreta de vivir toda tu vida tal como los demás piensan que debería ser. Ciertamente si tu estancia en la tierra es tan corta debería ser por lo menos agradable. En pocas palabras, se trata de tu vida; haz con ella lo que tú quieres.
Continuará...
Continuará...